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Etiqueta: Seguimiento: Completo

Hipotiroidismo en Endocrinología

Hipotiroidismo

 Nivel de manejo del Médico General: Diagnóstico específico, Tratamiento inicial, Seguimiento derivar.

Introducción

Las enfermedades de la glándula Tiroides comprenden una serie de entidades clínicas frecuentes en la población pediátrica y que deben ser del conocimiento y detección de todo médico general y pediatra.

Podemos encontrar patologías relacionadas con anomalías del desarrollo de la glándula tiroides, disminución en el funcionamiento de ésta (Hipotiroidismo) o aumento en su función (Hipertiroidismo).

A lo largo de este artículo, se describen las diferentes patologías, con el fin de realizar una identificación y manejo eficaz de cada una de ellas o de su derivación precoz.

Embriología y anatomía de la glándula tiroides

La glándula tiroides se desarrolla en la base de la lengua apareciendo en la 3ª a 4ª semana y desciende por la región anterior del cuello hasta ubicarse anterior al cartílago cricoides a la 7ª semana. Permanece conectada a la base de la lengua por el conducto tirogloso que generalmente se oblitera a la 8ª semana. Está formada por células foliculares (que producen hormonas tiroideas), coloides (que producen Tiroglobulina) y células parafoliculares (producen calcitonina).

Es una glándula altamente vascularizada con un flujo sanguíneo de 5 ml/gr aproximadamente y pesa 1 gr al nacer alcanzando 15 a 20 grs en la edad adulta.

Fisiología

El Eje Hipotálamo-Hipófisis-Tiroides regula el funcionamiento de esta glándula. La hormona TRH es producida en el Hipotálamo y estimula a la Hipófisis en la secreción de TSH, quien, a su vez, estimula la incorporación de yodo y la producción de hormonas en la glándula tiroides. Produce las hormonas T4 en mayor proporción y T3 (forma activa) que circulan en el flujo sanguíneo unidas a proteínas transportadoras.

Anomalías del Desarrollo

  1. Quiste del conducto Tirogloso: se produce ante la persistencia del conducto tirogloso y se puede identificar mediante la presencia de una masa ubicada en la línea media cervical anterior, de 1 a 2 cms aproximadamente, de consistencia suave. Su principal riesgo es abscedarse.
  2. Tiroides lingual: es una anomalía del descenso tiroideo, estos pacientes pueden desarrollar hipertiroidismo. Es importante no resecar el tejido tiroideo.
  3. Tiroides ectópica: es tejido tiroideo normal en esófago, tráquea o mediastino anterior.

Hipotiroidismo

Deficiencia de la secreción de hormonas tiroideas por la glándula tiroides con una reducción de la acción hormonal a nivel celular.

Hipotiroidismo Congénito

Disfunción tiroidea más frecuente en el recién nacido y causa evitable de retraso mental, es fundamental su diagnóstico y tratamiento precoz.

Epidemiologia:

La mayoría de los casos de hipotiroidismo congénito son esporádicos (85% de los casos). Presenta una incidencia de 1/2000 a 1/4000 recién nacidos vivos y su frecuencia aumenta en lugares con deficiencias de yodo, tiene una relación mujer:hombre = 2:1. Es más frecuente en niños de origen hispano (1:1559) y asiáticos (1:1016), nacimientos múltiples (1:575), recién nacidos Pretérmino y madres de mayor edad (>39 años). Se ha observado un aparente incremento de la incidencia debido a la detección de casos leves, de hipotiroidismo subclínico y transitorio.

Etiología y patogenia:

  1. Hipotiroidismo primario

Disgenesia Tiroidea: 85% de los casos. Pueden clasificarse como: Aplasia, hipoplasia, ectopia del tiroides. Tiene causa desconocida, pero se sospecha de algunas mutaciones genéticas que se asocian con anomalías congénitas en otros tejidos, incluyendo la trisomía 21 (Síndrome de Down) pero que no siempre están presentes. Dishormonogénesis Tiroidea: 15% de los casos. Es un hipotiroidismo hereditario causado por mutación de genes codificadores de algunas enzimas específicas (el defecto más frecuente es el de la peroxidasa tiroidea) y cofactores requeridos para la hormonogénesis tiroidea. Existen formas familiares autosómicas recesivas. Resistencia a la TSH: a causa de una mutación en el receptor de TSH. Presenta un valor elevado de TSH y T4 bajo. También está incluido en algunas formas de pseudohipoparatiroidismo. Defectos del transporte de la hormona tiroidea por una mutación en el transportador de membrana de las hormonas tiroideas hacia el plasma. Defectos del metabolismo de la hormona tiroidea. Defectos en la acción de la hormona tiroidea

  1. Hipotiroidismo central

Insuficiencia Hipotálamo Hipofisiaria: se refiere a un defecto en la producción de TSH. Puede ocurrir en 1:16000 a 1:29000 recién nacidos. Puede asociarse a otros síndromes congénitos con defectos de la línea media; mutaciones en los genes de TSH, TRH o el receptor de TRH o por tratamiento insuficiente de Hipertiroidismo de Graves materno durante el embarazo.

  1. Hipotiroidismo Transitorio

Es la causa más común de hipotiroidismo congénito en el mundo, que se resuelve durante los primeros meses o año de vida, a causa de deficiencia de yodo. En países con aportes de yodo adecuados lo más común es por exposición gestacional. Causas: deficiencia de yodo en la dieta de la madre, drogas antitiroideas maternas que pueden atravesar la barrera placentaria, anticuerpos maternos bloqueantes (TRB-Ab) en madres con enfermedad tiroidea autoinmune, exposición a yodo (amiodarona, medios de contraste, antisépticos que contienen yodo), hemangiomas hepáticos de gran tamaño presentes al nacimiento que producen un incremento en la 3-deionidasa y se resuelve con la resolución del hemangioma y mutaciones en los genes de la oxidasa encargada de producir peróxido de hidrogeno requerida por la peroxidasa tiroidea.

Clínica

Solo un 5% de los pacientes presentan síntomas y signos compatibles con una deficiencia hormonar tiroidea y pueden ser desde sutiles hasta severos.

Dentro de los antecedentes a considerar están embarazo post termino (mayor a 40 semanas), recién nacido grande para su edad gestacional (mayor de 4 kgs) y circunferencia de cráneo aumentada. Podría haber ausencia de calcificación de la epífisis de la rodilla.

En países donde no se cuenta con screening neonatal de hipotiroidismo podemos pesquisar síntomas como letargia, llanto ronco, problemas de alimentación, necesitan ser despertados, constipación, fascie hinchada (mixedematosa), macroglosia, hernia umbilical, fontanelas grandes, hipotonía, piel seca, hipotermia e ictericia prolongada. En algunos pacientes con dishormogenesis podría haber bocio palpable. También presentan asociación con malformaciones congénitas de corazón, riñones, tracto urinario, gastrointestinal y sistema esquelético.

Diagnostico

En Chile contamos con el Programa de Screening Neonatal que implementa la medición de TSH en Muestra de sangre de talón del recién nacido entre las 40 hrs y 7 días de vida (en general 72h) en el recién nacido de término, al 7° día en el recién nacido pretérmino (<37 semanas EG). Solo en recién nacidos pretermino  ≤35 semanas EG se debe repetir a los 15 días de vida y en caso de plasmaferesis o transfusión a las 72 hrs del procedimiento. Los valores >20 UI/mL son altamente sospechosos y requiere confirmación con TSH (alterado > 10 uUi/mL) y T4 libre (alterado <10 ug/dl) o T4 total. Existen falsos negativos en el caso del Hipotiroidismo Hipofisiario que presentara TSH normal o baja.

Se realizan evaluaciones adicionales en casos seleccionados: imágenes tiroideas (Ecografía y/o Cintigrafía Tc99 o I-123) en caso de resultados séricos limites, bocio pequeño, sospecha hipotiroidismo transitorio; concentración de tiroglobulina sérica en aplasia o defectos genéticos; anticuerpo bloqueante del receptor de TSH sérico (TRB-Ab) en hijos de madres con enfermedad tiroidea conocida o familias con detección de hipotiroidismo congénito o transitorio previamente y concentración urinaria de yodo cuando hay sospecha de exposición o déficit de yodo.

Ante la sospecha o diagnóstico de esta patología el médico general debe derivar de inmediato al nivel de atención secundaria.

Tratamiento

Se administra Levotiroxina 10-15 ug/kg/día hasta los 3 meses, con disminución gradual de la dosis a 5 ug/kg/día al Año y a 2-3 ug/kg/día en la Infancia. El control del tratamiento se hace con la medición de T4 o T4 libre y TSH. Es necesario aumentar la dosis del medicamento en ingesta adicional de Hierro o calcio, embarazo, uso de estrógenos, y ACO, enfermedades malabsortivas.

Seguimiento

La Academia Americana de Pediatría recomienda un seguimiento al 1º mes cada 2 semanas, 2 meses al año de edad: mensual; 2-3 años: cada 2-3 meses; en el mayor a 3 meses: cada 6 meses con evaluación de peso, talla, circunferencia de cráneo, DSM, evaluación de edad ósea a los 6 meses y luego anual. Debe incluir seguimiento neurológico y psicológico.

Hipotiroidismo adquirido en niños y adolescentes

Es la causa más común de enfermedad tiroidea en el niño, siendo la tiroiditis autoinmune su etiología más común. Puede ser primario (enfermedad tiroidea) o central (alteración del Hipotalamo – Hipofisis); además, también puede ser subclínico (niveles de TSH elevada y T4 normal). Puede causar alteraciones del crecimiento, desarrollo puberal y desempeño escolar.

Etiología y patogenia

Tiroiditis crónica autoinmune de Hashimoto:  Se precisa con determinación de anticuerpos (Anti tiro globulina o Anti Anticuerpos peroxidasa tiroidea), tiene diferentes mecanismos de patogenia que producen atrofia o bocio. Enfermedades asociadas a Tiroiditis autoinmune: Síndrome de Down, Síndrome de Turner, Diabetes Mellitus tipo 1, Enfermedad Celiaca, Síndrome de Klinefelter. Tiroiditis granulomatosa subaguda (hipotiroidismo transitorio). Deficiencia de iodo. Ingesta excesiva de yodo (suplementos nutricionales o drogas como amiodarona o expectorantes). Drogas antitiroideas. Drogas anticonvulsivantes (fenitoina, fenobarbital y ácido valproico). Inmunomoduladores o drogas anticancerosas (interferón alfa). Lesión tiroidea por radiacion externa o iodo radiactivo, tiroidectomia, enfermedad infiltrativa del tiroides. Radiacion cranioespinal. Hipotiroidismo post tratamiento de Enfermedad de Graves. Hipotiroidismo congenito tratado tardíamente. Sindrome de Williams. Infección por Hepatitis C. Hemangiomas hepáticos. Resistencia a hormona tiroidea. Hipotiroidismo central.

Clínica

Lo más frecuente de observar es la disminución en la velocidade de crecimiento, resultanto en talla baja; deterioro en el desempeño escolar, lentitud, letargia, intolerancia al frio, constipación, piel seca, pelo frágil, mixedema facial, síntomas visuales o manifestaciones de hipopituitarismo.

Al examen físico es posible encontrar bocio difuso o la glandula tiroides puede ser normal y no palpable, talla baja, sobrepeso aparente (retención de fluidos más que obesidad), facie mixedematosa, expresión placida, bradicardia, seudohipertrofia de los musculos y reflejos tendineos enlentecidos. Raramente pueden presentar miopatía con elevación de CK total sérica. Retraso del desarrollo puberal, sin embargo, algunos presentan desarrollo sexual precoz (desarrollo de glándula mamaria, menarquia, testículos aumentados de tamaño) y concentraciones elevadas de gonadotropina.

Diagnostico

Se realiza con la medición de niveles de TSH que se encuentran elevados (>10 mU/L) y T4 o T4 libre bajo el valor normal. En los pacientes con TSH de 5 – 10 mU/L el examen se debe repetir antes de iniciar tratamiento. En los casos de Hipotiroidismo subclínico, donde encontramos TSH elevada y T4 libre normal aún hay controversia sobre iniciar o no tratamiento. La mayoría de los niños con Hipotiroidismo central tienen niveles de TSH normales o bajos y T4L bajos y deben ser derivados para continuar estudio con imágenes.

En los casos de Tiroiditis autoinmune se puede confirmar con la medición de anticuerpos antitiroideos (TPO Ab). Otros estudios son raramente indicados.

Tratamiento

La levotiroxina es el tratamiento de elección en dosis según la edad: 1 a 3 años: 4-6 mcg/kg peso; 3-10 años: 3-5 mcg/ kg peso; 10-16 años: 2-4 mcg/kg peso. El objetivo del tratamiento es lograr un crecimiento y desarrollo normal obteniendo valores de TSH de 0.5-2 mU/L y T4 9-13 ug/dL.

Resumen

  • 85% de los casos permanentes de hipotiroidismo congénito son esporádicos y la mayoría de estos casos es por Disgenesia tiroidea. El 15% restante son a causa de errores genéticos de la síntesis o secreción de hormonas tiroideas y se pueden presentar durante o después del periodo neonatal.
  • El hipotiroidismo central hace referencia a la producción de TSH en el sistema nervioso central (hipotálamo o hipófisis). La mayoría de los programas de Screening neonatal no detectan casos de hipotiroidismo central.
  • Algunos casos de hipotiroidismo congénito se resuelven los primeros meses o al año de vida. Sus causas incluyen exposición gestacional, deficiencia o exceso de yodo, anticuerpos bloqueantes maternos o drogas Antitiroideas.
  • Debido a que algunas hormonas tiroideas maternas cruzan la placenta y porque comúnmente hay algo de tejido tiroideo funcional residual en el recién nacido el 95% de los hipotiroidismos congénitos son asintomáticos al nacimiento. Raramente, los recién nacidos presentan letargia, llanto ronco, problemas de alimentación, necesidad de despertarlos, fontanelas amplias, hipotonía, piel seca, hipotermia e ictericia prolongada.
  • El hipotiroidismo adquirido es la causa más común de disfunción tiroidea en niños y la mayoría es causada por Tiroiditis crónica autoinmune.
  • Muchos niños con hipotiroidismo adquirido, particularmente aquellos con patología subclínica, son asintomáticos. En aquellos con enfermedad clínica, los síntomas incluyen disminución de la curva de crecimiento, talla baja, y/o presencia de bocio. En adolescentes puede haber retraso del desarrollo puberal.
  • Pacientes con síntomas o signos de hipotiroidismo deben ser evaluados con TSH y T4L y sus resultados deben ser evaluados según la edad del paciente. En caso de sospecha de otra etiología, considerar medición de anticuerpos antitirogloblinas (Tg Ab) y anti peroxidasa tiroidea (TPO Ab).
  • En niños con TSH elevada (5-10 mU/L) se debe repetir el examen antes de iniciar tratamiento; pues se normalizan en un 70% de los pacientes reevaluados. Incluso, la TSH puede elevarse a causa de la obesidad.
  • T4 es el tratamiento de elección en niños con hipotiroidismo. Las metas de tratamiento son reestablecer el crecimiento y desarrollo normal. En caso de Hipotiroidismo subclínico, confirmado al repetir los exámenes, se sugiere inicio de tratamiento con T4 (Evidencia Grado 2C) y una vez el desarrollo y crecimiento están completos se puede suspender para reevaluación de la función tiroidea.

Bibliografía

  1. Gobierno de Chile, Ministerio de Salud. Normas para el óptimo desarrollo de programas de búsqueda masiva de fenilketonuria, hipotiroidismo congénito y otros errores congénitos del metabolismo. 2007.
  2. Stephen LaFranchi MD. Acquired hypothyroidism in childhood and adolescence. 2017.
  3. Stephen LaFranchi MD. Clinical features and detection of congenital hypothyroidism. 2017.

Heridas de la mano no complicadas

Aspectos esenciales
• Motivo de consulta común, representa 1/3 de los accidentes laborales
• Diagnóstico tardío o inadecuado puede tener consecuencias a largo plazo para el paciente
Caso clínico tipo
Paciente de 28 años, trabajador en obra de construcción. Recibe golpe contuso con fierro en mano con solución de continuidad de 2 cms en región dorsal. Evaluar: mecanismo trauma, examen neurovascular, movilidad activa y pasiva de mano y tendones.
Definición
Daño de tejidos blandos de la mano por mecanismo traumático. Son susceptibles a la injuria: piel y tejidos superficiales. No implica compromiso musculo-tendinoso, vascular, nervioso u óseo.
Etiología-epidemiología-fisiopatología
• Epidemiología: Comunes, corresponde al 5 – 10% de motivos de consulta en Servicios de Urgencia y un 33% de los accidentes de trabajo. Representan un 9% de reclamos de indemnización por dolor crónico o inestabilidad articular.
• Etiología: Mecanismo traumático (mayoría). Algunos pacientes se presentan con injurias por infección, quemaduras o sobreuso.
• Fisiopatología: se clasifican según tipo de lesión y tipo de herida.
o Tipo de lesión: Lesiones vasculares mayores, lesiones neurológicas, lesiones óseas, lesiones tendinosas.
o Tipo de herida: Cortante superficial (daño cutáneo), profundas – complejas (tendones, vasos, nervios, hueso), contusas (aplastamiento, avulsión, laceración), amputaciones.
Diagnóstico
• Anamnesis:
1. General: Edad, mano dominante, trabajo, historia de problemas previos en mano, comorbilidad, tabaquismo.
2. Del accidente: Dónde y cuándo fue el accidente, mecanismo traumático, postura de la mano al momento del trauma, cirugía previa en la mano.
• Examen físico: Examen comparativo. Debilidad muscular, cicatrices quirúrgicas o no quirúrgicas, asimetría, deformidad que sugiera luxación, existencia de tono flexor normal, objetivación de extensión y flexión por grupo tendineo específico de manera dirigida y activa.
• Examen neurológico sensitivo: Sequedad de la piel (pérdida inervación sensitiva), discriminación de 2 puntos, inspección nervio mediano (oposición del pulgar con el dedo meñique), ulnar (abducción del dedo índice contra resistencia) y radial (pinza).
• Examen vascular: Cambios de color en piel y uñas, test de Allen.
• Imagenología: Radiografía: descartar fractura o cuerpo extraño; solicitar en luxación para descartar fractura. US: cuerpo extraño, compromiso partes blandas (rotura tendínea y ligamentaria).
Tratamiento
Prehospitalario: Apósito estéril e inmovilización.
Servicio de Urgencia: Descartar complicación (compromiso vasculo-nervioso y fractura). Asepsia y debridación tejido desvitalizado bajo anestesia.
En caso de hematomas ungueales importantes: Drenar con aguja; no realizar oniscectomias. Cierre mediante sutura si no está contraindicado.
Evaluar uso de: Antibiótico, vacunas antitetánica y antirrábica. Si existe sospecha de complicación (lesión tendinosa o neurovascular) no marcar cabos de tendones ni estructuras NV, sólo suturar piel y consignar déficit y derivar a especialista.
Seguimiento
Por médico general. Se realiza a las 48 hrs para ver evolución de lesiones, curaciones por enfermera, cierre con sutura en heridas que quedaron abiertas. En caso de sospecha de lesión tendinosa, vascular o nerviosa se debe derivar a especialista.

ITU

INTRODUCCIÓN
La infección del tracto urinario (ITU) se define como “la invasión, colonización y multiplicación de microorganismos en el tracto urinario”. Corresponde a la segunda causa de infecciones bacterianas en pacientes pediátricos (1); en período de recién nacido (RN) afecta discretamente más a los hombres, y se hace más frecuente en mujeres a medida que aumenta la edad (2). La sintomatología de ITU es más inespecífica  a menor edad del paciente, pudiendo presentarse sólo  como  un cuadro febril sin foco en recién nacidos y lactantes menores (3).

EPIDEMIOLOGÍA
Es una causa   frecuente    en niños  que  consultan al  servicio  de urgencia  por  cuadro de  fiebre  sin foco  o   fiebre  prolongada. Constituye  además una  causa  frecuente  de consulta  con  síntomas  orientadores  en niños  mayores  de  2-3 años.

ETIOLOGÍA
En numerosos estudios chilenos, E. Coli es el agente más frecuente de ITU, aislándose en porcentajes cercanos al  90% (1, 3,4). En nuestro Servicio, durante año 2012, de un total de 988 muestras procesadas para urocultivo (UC), 183 fueron positivos para algún agente (18,52% del total de UC), similar a otras publicaciones; de éstos 140 fueron positivos para E.Coli (76,5%), seguida de Proteus y Klebsiella.(Tabla 1)

Tabla 1. Agentes aislados en urocultivos tomados en Servicio de Emergencia Pediátrica año 2012.Hospital Clínico Universidad de Chile. (Observaciones no publicadas)
Agente
Número de   Aislamientos %
E. coli 140 76,50
Proteus sp 18 9,84
Klebsiella sp 12 6,55
Enterococcus sp 7 3,83
Staphylococcus sp 4 2,19
Pseudomonas aeruginosa 1 0,54
Morganella morganii 1 0,54

 

CUADRO CLÍNICO
Va a depender fundamentalmente de la edad del paciente y de algunos antecedentes relevantes.

  • Recién nacidos y lactantes: En ente grupo generalmente se presentará con fiebre alta sin un foco aparente (en un alto porcentaje sobre 39ºC axilar); también puede asociarse a rechazo alimentario, vómitos, diarrea, irritabilidad y mal  incremento  ponderal (4,5).
  • Preescolares y escolares: En este grupo también podemos encontrar una ITU como causa de un síndrome febril sin foco aparente (a mayor edad, esta probabilidad es menor). La forma de presentación más frecuente es con síntomas urinarios clásicos (disuria, poliaquiuria, urgencia miccional, enuresis), que pueden o no estar asociados a fiebre y síntomas sistémicos, otras  veces   pueden tener sólo dolor  abdominal y/o dolor lumbar. (1,6)

Siempre debemos considerar la presencia de los siguientes factores de riesgo:

Tabla 2. Antecedentes importantes de la anamnesis o factores de riesgo (3)
Factor de Riesgo en ITU
Malformaciones nefrourológicas conocidas    
Antecedentes previos de ITU (alta o baja)
Reflujo vesicoureteral confirmado
Vulvitis, vulvovaginitis, balanitis, fimosis
Síntomas sistémicos (fiebre, CEG, vómitos)
Constipación
Disfunción miccional

DIAGNÓSTICO
•    De la muestra de orina
Los elementos del examen de orina completa que orientan al diagnóstico de ITU son:

  • Test de nitritos (+)
  • Leucocitoesterasa (+)
  • Leucocituria más de 10 por campo
  • Piocituria (glóbulo o placas de pus)
  • Bacteriuria

Sin embargo, el urocultivo es y sigue siendo el Gold standard para el diagnóstico bacteriológico de ITU, pues permite confirmar o descartar la presencia de bacterias en la orina. (8)
La muestra de orina puede obtenerse de las siguientes maneras:

  • Punción suprapúbica
  • Cateterismo vesical (“sondeo”)
  • Recolector de orina
  • Segunda micción
    Tabla 3. Formas  de recolección de orina y valores positivos de examen
    Forma de Recolección de Orina     Valor UFC (+) para ITU
    Punción suprapúbica > 1 UFC
    Cateterismo vesical > 10.000 UFC
    Recolector de orina > 100.000 UFC
    Segunda micción > 100.000 UFC

El recolector de orina, que se usa en pacientes sin control voluntario de esfínter, tiene como ventaja la operatividad simple (ejemplo: puede ser manejado por personal paramédico), pero estudios han confirmado contaminación hasta en un 86% de las muestras tomadas, por lo cual ante sospecha clínica de ITU en pacientes sin continencia voluntaria de esfínteres, no se aconseja su uso. (3) La mejor opción en el servicio de urgencia para la  toma  de muestra debe ser mediante el sondeo urinario en niños que no controlan esfínter y segundo chorro en niños que sí lo hacen.

De los exámenes de apoyo diagnóstico:

  • Considerar control de parámetros inflamatorios (hemograma, VHS, PCR) en caso de ITU febril para analizar compromiso sistémico y configurar un diagnóstico de afección del parénquima  renal.

De los exámenes imagenológicos:

  • De acuerdo a las últimas recomendaciones, se aconseja tomar ecografía renal y vesical a todo paciente con sospecha de ITU alta o que sea recurrente o con síntomas sistémicos. El resto de los exámenes imagenológicos debe quedar para estudio ambulatorio u hospitalizado según cada caso. (8)

MANEJO
El tratamiento siempre debe considerar:

  • Hidratación y control de los vómitos
  • Manejo adecuado con antipiréticos/analgésicos.
  • En el RN y menor de tres meses en general considerar manejo hospitalario

Todo episodio de ITU involucra tratamiento antimicrobiano considerando la susceptibilidad local (9). Se deben considerar los siguientes factores a la hora de elegir tratamiento antibiótico:

  • Tipo de bacteria
  • Ubicación de la ITU
  • Contexto clínico
  • Edad del paciente
  • Factores de riesgo
Tabla 4. Susceptibilidad de E.Coli en urocultivos tomados en Servicio Emergencia Pediátrica Hospital Clínico Universidad de Chile, año 2012. (Observaciones no publicadas)
 Antibiótico Número de Muestra  Porcentaje de susceptibilidad
 Ampicilina  132 37,1
 Cefalotina  131 59,5
Cefuroima 132 96,2
Cefotaxima 132 99,2
Cefpodoxima 128 99,2
Ertapenem 132 100
Gentamicina 140 92,9
Ciprofloxacino 140 97,1
Sulfametoxazol/Trimetopim 137 78,1
Nitrofurantoína 128 93

Tabla 5. Tratamiento  antibiótico en  ITU (10, 11)
Ubicación Duración Antibióticos
ITU baja
Afebril
Exámenes sin  evidencias de infección  bacteriana
5-7 días
Primera Línea

  • < 3 meses: Manejo como sepsis
  • > 3 meses: Cefadroxilo, Nitrofurantoína, Cotrimoxazol

Segunda Línea: Quinolonas

ITU alta
Febril
Exámenes con evidencias de infección bacteriana

10 días

EXCEPCION: Recién nacidos, en el cual se puede extender hasta 14 días.

Primera Línea

  • < 3 meses: Hospitalizar. Amipicilina + Aminoglicósido o Cefalosporina tercera generación
    CON RESULTADOS UROCULTIVO, CONTINUAR CON CEFALOSPORINA DE PRIMERA GENERACIÓN O SEGUNDA GENERACIÓN
    NUNCA USAR NITROFURANOS EN CASOS  DE  ITU ALTA
  • > 3 meses:

Sin compromiso sistémico:

Primera Línea: Cefadroxilo.

Segunda Línea: Cefotaxima dosis diaria EV, Quinolonas, Cotrimoxazol.

Con compromiso sistémico: Hospitalizar

Primera Línea: Cefalosporina tercera generación

Segunda Línea: Aminoglicósido, Quinolonas

Criterios de Hospitalización ITU febril    

  • Edad menor a 3 meses
  • Sepsis clínica o potencial bacteriemia
  • Inmunosupresión
  • Vómitos o incapacidad de tolerar medicamentos a vía oral
  • Falta de adecuado control ambulatorio
  • Falta de respuesta a terapia ambulatoria
    Tabla 6. Dosis de antibióticos para tratamiento de ITU (8)
    Nombre Dosis (mg/kg/día) Fraccionamiento
    Vía
    Nitrofurantoína 5 – 7 Cada 8-12 horas Oral
    Cotrimoxazol 40/7 Cada 12 horas Oral
    Cefadroxilo 50 Cada 8-12 horas Oral
    Cefiximo 8 Cada 24 horas Oral
    Cefuroximo 30 Cada 12 horas Oral
    Cefpodoximo 10 Cada 12 horas Oral
    Cefotaxima 100 – 150 Cada 6-8 horas Endovenoso
    Ceftriaxona 100 Cada 24 horas Endovenoso
    Amikacina 15 Cada 24 horas EV o IM
    Gentamicina 5 Cada 24 horas EV o IM
    Ciprofloxacino 20 – 30 Cada 24 horas
    VO o IV

BIBLIOGRAFÍA

(1)    Cavagnaro S.M., Felipe. (2005). Infección urinaria en la infancia. Revista chilena de infectología, 22(2), 161-168.
(2)     American Academy of Pediatrics: Committee on Quality Improvement and Subcommittee on Urinary Tract Infection. Practice Parameter: The diagnosis, treatment, and evaluation of the initial urinary tract infection in febrile infants and young children. Pediatrics 1999; 103: 843-52
(3)    Salas N, Paulina, Álvarez L, Enrique, & Saieh A, Carlos. (2003). Pautas de diagnóstico y tratamiento en infección urinaria en niños. Documento de la Rama de Nefrología de la Sociedad Chilena de Pediatría. Revista chilena de pediatría, 74(3), 311-314.
(4)    LIZAMA C., MACARENA, LUCO I., MATÍAS, REICHHARD T., CRISTINA, & HIRSCH B., TAMARA. (2005). Infección del tracto urinario en un servicio de urgencia pediátrico: Frecuencia y características clínicas. Revista chilena de infectología, 22(3), 235-241.
(5)    Cogul, E. C., Ibáñez, I. M., Cid, C. M., Rodríguez, E. T., Roig, M. C., Quijano, T. A., … & Piqué, F. C. (2001, December). Primera infección urinaria en el lactante sano: epidemiología y pautas de diagnóstico y tratamiento. In Anales de Pediatría (Vol. 55, No. 4, pp. 310-314). Elsevier Doyma.

(6)    Salas N, Paulina, Álvarez L, Enrique, & Saieh A, Carlos. (2003). Pautas de diagnóstico y tratamiento en infección urinaria en niños. Documento de la Rama de Nefrología de la Sociedad Chilena de Pediatría. Revista chilena de pediatría, 74(3), 311-314.
(7)    Vjera Triantafilo, V. (2001). Recomendaciones para el diagnóstico microbiológico de la infección urinaria. Rev Chil Infect, 18(1), 57-63.
(8)    Salas del C, Paulina, Barrera B, Patricia, González C, Claudia, Zambrano O, Pedro, Salgado D, Ignacio, Quiroz, Lily, Lillo D, Ana María, Hevia J, Pilar, & Cavagnaro SM, Felipe. (2012). Update in urinary tract infection in pediatrics. Revista chilena de pediatría, 83(3), 269-278.
(9)    Chang S, Shortliffe L. Pediatric Urinary Tract Infections. Pediatr Clin N Am 2006; (53): 379-400.
(10)    Michael M, Hodson EM, Craig JC. Tratamiento antibiótico de corta duración versus estándar para la infección urinaria aguda en niños. Biblioteca Cochrane Plus 2008, N° 2
(11)    Montini Giovanni, Toffolo Antonella, ZucchettaPietro, Dall’Amico Roberto, Gobber Daniela,Calderan Alessandro et al. Antibiotic treatment for pyelonephritis in children: multicentre randomised controlled non-inferiority trial BMJ 2007; 335 :386
(12)    Prado J, Valeria, Trucco A, Olivia, Durán T, Claudia, Mamani J, Rosana, & Royer F, Michel. (2001). Perfil de resistencia a los antimicrobianos en agentes causantes de infección del tracto urinario en niños chilenos: Programa de vigilancia PRONARES. Revista médica de Chile, 129(8), 877-885.

Constipación

Aspectos esenciales

La mayoría de los casos de constipación son funcionales.

La constipación funcional se asocia a ITU y/o enuresis, fisuras, retención y deposiciones grandes.

Los pilares del tratamiento son educación, desimpactación y mantención.

Caso clínico tipo

Varón, 3 años, consulta por dolor abdominal y constipación de hace 3 meses. Recién se está retirando el pañal. Dolor abdominal periumbilical no irradiado, 2-3 veces/semana. No despierta en la noche. Deposiciones duras cada 2-3 días, afebril, sin pérdida de peso.

Definición

Dificultad en la defecación que se manifiesta como disminución en la frecuencia de evacuaciones o en la percepción de que el proceso de defecación es difícil, doloroso o incompleto.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

La etiología puede ser funcional (70% de los casos) u orgánica (30% de los casos)

Causas orgánicas: Anatómica (ano imperforado, estenosis anal), metabólica y endocrinológica (hipotiroidismo, hipokalemia, hipercalcemia, diabetes), gastroenterológica (enfermedad celíaca, fibrosis quística, APLV), postquirúrgicas (gastrosquisis, bridas, malrotaciones) neuropáticas y musculares (mielomeningocele, PC, miopatías, Hirschprung), sistémica (esclerodermia, trisomía 21), drogas (anticolinérgicos, opioides, antidepresivos), otras (botulismo, etc).

Afecta al 1.5-7.5% de niños en edad escolar. Constituye 1.5-6% de las consultas al pediatra general y el 25% de la consultas al especialista. En el 28-50% de los casos hay historia familiar. El peak de prevalencia es entre los 2 y 4 años. Dolencia digestiva más frecuente en edad pediátrica y adultez.

Fisiopatología: 3 períodos donde el niño es más vulnerable a desarrollar constipación:

Introducción de alimentación no láctea

Entrenamiento de control esfinteriano

Inicio de Escolaridad

Todos estos eventos pueden contribuir a que la defecación sea “estresante”.

Se produce un círculo vicioso de miedo a la defecación -> conducta retentiva -> acumulación de masa fecal -> defecación dolorosa -> etc. Desaparece la urgencia y crónicamente se crea un umbral defecatorio elevado

Diagnóstico

Clínico, basado en historia: Eliminación de meconeo, control esfinteriano, edad de inicio, características de las deposiciones, síntomas asociados a la defecación, dolor abdominal, sangrado, incontinencia fecal-conducta retentiva, problemas urinarios, déficit neurológicos.

Del examen físico: Examen tiroídeo, masa fecal, signos de disrrafia, examen neurológico completo, región perianal, tacto rectal, compromiso pondoestatural.

Diagnóstico criterios de Roma III para Constipación funcional:

  • Criterios generales
    • Presencia durante por lo menos 3 meses durante un período de 6 meses
    • Por lo menos una de cada cuatro defecaciones cumplen con criterios específicos
    • Criterios insuficientes para síndrome de intestino irritable (SII)
    • No hay deposiciones, o deposiciones rara vez disminuidas de consistencia
  • Criterios específicos: dos o más presentes
    • Esfuerzo para defecar
    • Materias fecales grumosas o duras
    • Sensación de evacuación incompleta
    • Sensación de bloqueo u obstrucción anorrectal
    • El individuo recurre a maniobras manuales o digitales para facilitar la defecación
    • Menos de 3 defecaciones por semana
  • Banderas Rojas (Orientan a causa orgánica)
    • Inicio antes de los 12 meses.
    • Retraso en eliminación de meconio.
    • Ausencia de conducta retentiva.
    • Retraso pondoestatural.
    • Ampolla rectal vacía.
    • Anomalías pigmentarias.
    • Sangrado (rectorragia o sangre oculta en deposiciones).
    • Presencia de síntomas extraintestinales.
    • Enfermedad de vejiga.
    • Sin respuesta a tratamiento convencional

Disquezia infantil: En lactantes menores de 6 meses, presentan pujo, lloran, se ponen rojos, gran esfuerzo para defecar. Después de 15-20 minutos: Deposiciones normales para edad (habitualmente líquidas). No se asocia a ninguna patología, solo incoordinación de reflejos de movimiento intestinales con el esfínter anal. Se resuelve espontáneamente antes de 6 meses, NO requiere tratamiento.

Tratamiento

Los pilares del tratamiento son: educación, desimpactación y mantención.

Educación: Desmitificar el problema, aclarar expectativas del tratamiento que en general es prolongado. Explicar mecanismo de defecación normal, conducta retentiva e incontinencia asociada. Uso regular del baño, preferible después de las comidas por el reflejo gastrocólico y refuerzo de la conducta positiva (hábito intestinal).

Desimpactación: Siempre necesaria, oral o rectal. Vía rectal es más rápida pero invasiva, enemas de fosfato, dosis 2cc/kg x 2 veces. Contraindicados en menores de 2 años y pacientes con falla renal. Otra opción es PEG 3350 1-1,5g/kg vo x 3-5 días, primera línea de tratamiento.

Mantención: Para favorecer al restablecimiento del hábito intestinal normal, mantener recto vacío y prevenir reimpactación:

Lactulosa 1-3cc/kg en 1 ó 2 dosis x día

Jarabe de Malta 1-3cc/kg en 1 ó 2 dosis.

Aceite mineral 1-5cc/kg en 1 ó 2 dosis o vaselina 1-3 ml/kg/día

PEG 3350 0,3 a 0,7g/kg en 1 ó 2 dosis.

Seguimiento

El periodo de mantención debe ser por lo menos 12 meses.

Dieta: Se recomienda aumentar alimentos ricos en fibra (frutas, verduras verdes, legumbres, avena, solución de trigo) y beber abundante agua. Disminuir manzana, zanahoria, plátano, arroz, chocolates, fideos, queso, pan blanco y evitar el sedentarismo.

Después de que el hábito intestinal se ha establecido, disminuir gradualmente los fármacos, manteniendo al menos 1 evacuación al día.

Los errores más frecuentes en el manejo son la falta de desimpactación y tratamientos de mantención cortos, que se asocian a recaídas más frecuentes.

70% de los niños supera el problema, 30% continúa con constipación en la adultez.

Bronquiectasias

Introducción:

Las Bronquiectasias constituyen una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por la inflamación e infección persistentes de la vía aérea que se manifiesta por alteraciones funcionales y clínicas, destacando la tos y la expectoración mucopurulenta crónicas.

El diagnóstico se realiza mediante una tomografía axial computarizada de alta resolución (TACAR) de tórax que muestra vías aéreas dilatadas y de paredes engrosadas.

Esta condición ha sido definida por criterios morfológicos como las dilataciones anormales y permanentes de bronquios de tamaño mediano, asociadas a varias condiciones, congénitas y adquiridas, sistémicas y respiratorias, tratables o incurables. Sin embargo, la sola presencia de bronquiectasias puede considerarse como una enfermedad, ya que, independiente de sus causas, se asocian a inflamación e infección crónicas. Independiente de esta disquisición, se debe considerar a las bronquiectasias como una entidad clínica con relevancia propia, crónica y progresiva, que causa deterioro de la calidad de vida de quien la padece.

Epidemiología:

Se desconoce la real incidencia de las bronquiectasias, por falta de registros; sin embargo, se la considera una entidad poco frecuente. La población susceptible predominante es aquella con un menor acceso a atención de salud y un tratamiento tardío de las infecciones respiratorias. Por esto, son infrecuentes en países desarrollados y algo más frecuentes en países en vías de desarrollo de Sudamérica, África y Asia.

Se estima que la frecuencia de las bronquiectasias ha ido disminuyendo, sobre todo en los países desarrollados, gracias a la mejoría de las condiciones nutricionales y sanitarias de la población, la disponibilidad de planes de inmunización, los programas de control de la tuberculosis y el mejor manejo antibiótico de las infecciones respiratorias. Sin embargo, en contraposición, es de notar que la disponibilidad de TACAR de tórax ha aumentado la sensibilidad diagnóstica.

Varios estudios poblacionales han mostrado que las bronquiectasias son más frecuentes en edades medias y avanzadas de la vida, así como en las mujeres respecto de los hombres.

Etiología:

Hay muchas condiciones asociadas al desarrollo de bronquiectasias (ver Tabla 1). Sin embargo, los estudios etiológicos, incluso con amplia disponibilidad de recursos, no logran determinar su origen en la mayoría de los casos (origen idiopático en un 50%).

Se dice que las infecciones broncopulmonares son la causa más frecuente de bronquiectasias, lo que es particularmente evidente en países “en vías de desarrollo”. En países desarrollados, destacan otras causas, como son la Fibrosis quística y los trastornos inmunitarios, entre otros.

Tabla 1: Condiciones asociadas con el desarrollo de bronquiectasias
Infecciones

Niños: sarampión, bronconeumonia por adenovirus, coqueluche (Bordetella pertussis), virus respiratorio sincicial, tuberculosis.
Adulto: neumonia por Staphylococcus aureus, Haemophillus influenzae, Klebsiella sp; hongos endémicos, aspiraciones recurrentes, tuberculosis.

Fibrosis quística

Disfunción ciliar

Discinesia ciliar primaria
Síndrome de Kartagener (situs inversus, sinusitis a repetición y bronquiectasias)

Aspergilosis broncopulmonar alérgica

Inmunodeficiencias

Déficit de inmunoglobulinas (Hipogamaglobulinemias primarias y secundarias) Déficit de complemento
Enfermedad granulomatosa crónica

Obstrucción focal

Cuerpo extraño
Tumores endobronquiales Síndrome del lóbulo medio

Deficiencia de alfa 1 anti tripsina

Reflujo gastroesofágico severo con aspiración

Enfermedades autoinmunes

Artritis reumatoidea

Síndrome de Sjögren

Enfermedad pulmonar difusa

Sarcoidosis
Fibrosis pulmonar idiopática

Post-transplante

Corazón

Corazón-pulmón

Displasia broncopulmonar

Daño por inhalación

Humo de tabaco, Dióxido de nitrogeno, amonio

Paraquat, talco, silicatos

Misceláneas

Síndrome de Young (rinosinusitis, bronquiectasis y azoospermia obstructiva con espermatogénesis normal)
Síndrome de Swyer-James (pulmón hiperlúcido unilateral)
Síndrome de Mounier-Kuhn (tráqueo-broncomegalia )

Síndrome de Williams-Campbell (déficit de cartílago bronquial)
Síndrome de las uñas amarillas (alteraciones ungueales, linfedema y enfermedad sinusal y pleuropulmonar)
Secuestro pulmonar
Panbronquiolitis crónica

Fibrosis Quística (FQ):

Enfermedad hereditaria letal más frecuente en raza blanca y se caracteriza por bronquiectasias severas y progresivas. La enfermedad pulmonar como forma de presentación primaria de la enfermedad ocurre en aproximadamente un 40% de los casos de FQ. Los síntomas respiratorios de la enfermedad comienzan habitualmente en etapas tempranas de la vida, aunque la mitad de los casos ocurre hasta la segunda o tercera década de la vida.

El test del sudor con pilocarpina es el gold estándar para el diagnóstico de FQ, siendo positivo cuando se encuentran valores superiores a 60 mEq/l de cloro en el sudor.

Tabla 2: Manifestaciones de Fibrosis quística en adolescentes y adultos
−  Bronquiectasias

−  Hipocratismo digital

−  Dolor abdominal recurrente

−  Pancreatitis crónica

−  Síndrome de obstrucción intestinal distal

−  Cirrosis hepática e hipertensión portal

−  Retardo del crecimiento

−  Esterilidad masculina con azoospermia

−  Disminución de la fertilidad en mujeres.

Disquinesia Ciliar Primaria:

Trastorno congénito que se manifiesta por defectos en su ultraestructura y que desencadena alteraciones en la función de barrido ciliar, con o sin situs inversus. Es un trastorno infrecuente, aparentemente con un patrón de herencia autosómico recesivo. La alteración de la función ciliar produce una alteración del aclaramiento mucoso sinusal y bronquial que llevan a infección e inflamación crónicas con otitis y sinusitis a repetición y bronquiectasias. Un 50% de los varones afectados tiene, además, esterilidad. La asociación de dextrocardia o situs inversus completa el cuadro que se observa en algo menos de la mitad de los pacientes con discinesia ciliar. La gravedad de las manifestaciones clínicas en estos casos es variable, si bien la mayoría de los pacientes no muestra compromiso intenso, siendo de buen pronóstico a largo plazo.

Aspergilosis Broncopulmonar Alérgica (ABPA):

Enfermedad infrecuente, si bien es la causa reconocida más común de micosis broncopulmonar alérgica. Se caracteriza por una respuesta inmunológica exagerada, predominantemente de hipersensibilidad inmediata o por formación de complejos inmunes, a la colonización de la vía aérea por alguna especie de Aspergillus (generalmente A. fumigatus).

Debe sospecharse ABPA en pacientes atópicos, asmáticos o con FQ y que se presentan con cuadros de neumonia en los que la radiografía de tórax muestra infiltrados pulmonares en los lóbulos superiores y el hemograma, eosinofilia.

Si bien no hay un examen diagnóstico por sí mismo, hay criterios (clínicos, de laboratorio e imagenológicos) para establecer el diagnóstico de ABPA (Tabla 3). La evolución natural de esta enfermedad se asocia a una disminución acelerada de la función pulmonar. Las bronquiectasias se consideran una complicación de la evolución progresiva y sin tratamiento de esta enfermedad.

En general se suele diagnosticar en adultos jóvenes, con antecedentes de atopia (rinitis, eccema, sensibilización a alimentos, inhalantes). Los casos leves pueden confundirse con asma bronquial extrínseco mientras que los crónicos pueden presentar síntomas más compatibles con bronquiectasias.

En el tratamiento, los corticoesteroides sistémicos en altas dosis son de elección, si bien los beneficios a largo plazo no son claros y se asocian a numerosos efectos secundarios.

Tabla 3: Elementos diagnósticos de Aspergilosis broncopulmonar alérgica
Primarios:

−  Obstrucción bronquial episódica (asma)

−  Eosinofilia en sangre periférica

−  Reactividad cutánea inmediata frente a los antígenos de Aspergillus fumigatus

−  Precipitinas contra los antígenos de Aspergillus fumigatus

−  Aumento de la IgE sérica total

− Antecedentes de infiltrados radiológicos pulmonares (generalmente bilaterales y en lóbulos superiores)

−  Bronquiectasias proximales (centrales)

Secundarios:

−  Aspergillus fumigatus en cultivo de expectoración

−  Antecedentes de expectoración de tapones mucosos

−  Reactividad cutánea tardía frente a los antígenos de Aspergillus fumigatus

 Para el diagnóstico, se exige que el paciente presente al menos los primeros seis signos primarios.

Patología:

Las bronquiectasias se han definido como un concepto anátomo-patológico: dilataciones anormales y permanentes de bronquios > 2 mm a consecuencia de la destrucción de sus capas elástica y muscular. Así, se pueden considerar como “cicatrices bronquiales con forma dilatada”, siendo signos de otras enfermedades, de variada naturaleza, pero con potencial destructivo bronquial. Generalmente son difusas, aunque en un 30% pueden ser localizadas.

El evento inicial es la inflamación de la pared bronquial. Las alteraciones estructurales de las bronquiectasias facilitan la infección bronquial, con la consiguiente progresión del daño tanto del bronquio como del parénquima pulmonar adyacente y perpetuación del proceso inflamatorio.

Una infección broncopulmonar aguda grave, intensa o prolongada, o por un patógeno agresivo, puede ser el evento inicial. En presencia de un déficit de los mecanismos defensivos, por disfunción ciliar o hipogamaglobulinemia, o acumulación de secreciones por obstrucción al drenaje o aumento de la viscosidad de las mucosidades, se facilita el desarrollo de infección e inflamación bronquial.

Una minoría de los pacientes que tienen enfermedades que producen bronquiectasias. Se ha postulado una predisposición o un déficit sub-clínico de los mecanismos de defensa que permiten la persistencia de la infección y la perpetuación del proceso inflamatorio.

Los mediadores inflamatorios liberados dañan la pared bronquial, aumentan su producción de mucus y deterioran la función mucociliar.

Independiente de su origen, las bronquiectasias son colonizadas por bacterias, lo que genera un círculo vicioso, al repetirse el ciclo infección-inflamación.

Es así como la inflamación crónica, generalmente acompañada de infección bacteriana, juega un rol clave no sólo en la patogénesis sino también en la progresión de las bronquiectasias. Hay una gran migración de neutrófilos en respuesta a péptidos quimiotáticos (IL-8). Los gránulos de los neutrófilos contienen elastasa que destruyen las fibras elásticas del parénquima pulmonar, fijan complemento e inmunoglobulinas, estimulando la inflamación; y, estimulan la producción y secreción de mucus. La capacidad antielastasa de las secreciones de las vías aéreas (inhibidor de la secreción de leucoproteasas y alfa1 antiproteasa) es superada completamente.

Generalmente, un mayor grado de neutrófilos y de sus constituyentes granulares se correlaciona con la progresión de la apariencia de las secreciones: mucosas, mucopurulentas, purulentas.

A la histopatología se describe, ectasia de la vía aérea cartilaginosa proximal con obliteración de las periféricas, por proceso inflamatorio peribronquiolar. Generalmente no se observa bronquiolitis obliterativa ni destrucción de bronquiolos. Las vías aéreas (VA) comprometidas se hacen tortuosas, parcialmente rellenas y obstruidas por secreciones viscosas y purulentas. Las VA se dilatan a altas presiones transpulmonares (PTP) y se estrechan durante la espiración forzada y la tos. A PTP normales, las VA proximales se dilatan por la pérdida de las estructuras elásticas, la que es en parches y no uniforme a lo largo de las paredes bronquiales. Dado que las VA tienden al colapso, hay una gran caída de presión a lo largo de las VA con paredes débiles, con lo que las secreciones purulentas e infectadas tienden a permanecer en la periferia, dilatando el lumen en forma de sacos.

Acompañando el desarrollo de las bronquiectasias hay alteraciones importantes de la circulación sanguínea de las vías aéreas. Hay que tener presente que la circulación bronquial es de origen sistémico (aorta y arterias intercostales) y que, a diferencia de circulación pulmonar, sus células endoteliales conservan la posibilidad de angiogénesis. Por esto, en asociación a las bronquiectasias hay una extensa angiogénesis, con congestión y engrosamiento de las paredes bronquiales, exudación y edema, con un alto tráfico de células, especialmente migración de células inflamatorias.

El flujo sanguíneo puede llegar a ser un porcentaje alto del gasto cardiaco (desde un valor normal de < 1% hasta cerca del 35%). Este aumento del flujo suele retornar mayoritariamente a las cavidades cardiacas izquierdas. El aumento de las presiones bronquiales puede mover a error: al monitorizar la presión capilar pulmonar con un catéter (falsa elevación de la presión) o al realizar una angiografía pulmonar (falsa imagen de embolia pulmonar).

Como consecuencia de las alteraciones patológicas de la arquitectura bronquial, las pruebas de función pulmonar revelan generalmente un aumento de la resistencia al flujo aéreo causado por el estrechamiento periférico de las vías aéreas y, en menor grado, las vías más proximales, distorsionadas, dilatadas y llenas de mucus.

Clasificación:

Hay varias clasificaciones de bronquiectasias basadas en hallazgos anatómicos y radiológicos. La utilidad de estas es bastante limitada en la práctica clínica, porque los cambios patológicos bronquiales correlacionan poco con los hechos epidemiológicos y clínicos.

Las bronquiectasias se clasifican, según Reid en:

  1. Cilíndricas: dilatación uniforma hasta que el lumen adquiere su diámetro transversal normal bruscamente.
  2. Quísticas o saculares: las dilataciones aumentan hacia la periferia, terminando en un fondo de saco ciego. Las divisiones bronquiales se reducen hasta en un 25% de lo normal. Son las más graves.
  3. Varicosas: patrón de dilatación irregular, con alternancia de estrecheces.

En un mismo paciente pueden coexistir estas tres formas.

Cuadro clínico: .

El cuadro clínico probablemente más representativo y frecuente es de evolución crónica y generalmente progresiva, caracterizado por la tos y la expectoración, con frecuentes exacerbaciones que demandan de tratamiento antibiótico y, a veces, hospitalización.

La progresión de este síndrome es prácticamente de regla: el mayor compromiso tanto anatómico como funcional y clínico deriva en un deterioro de la calidad de vida, con desarrollo de importantes limitaciones: disnea progresiva de esfuerzos, desnutrición, insuficiencia respiratoria y cor pulmonale.

Entre los síntomas más típicos se incluyen:

          Tos crónica con expectoración purulenta.

          Fiebre.

          Compromiso del estado general (astenia, adinamia, anorexia, fatigabilidad fácil).

          Baja de peso.

Cuando las bronquiectasias son avanzadas o se asocia enfisema puede haber disnea. La hemoptisis es frecuente, generalmente leve o como expectoración hemoptoica y puede ser cuantiosa con riesgo vital (Tabla 4).

Se destaca el concepto clásico de broncorrea que es la expectoración cuantiosa, eliminada en el curso de un día (la vómica, es la eliminación de una sola vez). En contexto de cuadro clínico crónico es sugerente de bronquiectasias. La broncorrea aguda es sugerente de absceso pulmonar.

En ciertas causas, como son la FQ, el déficit de inmunoglobulinas y las alteraciones ciliares, hay, además, frecuentemente, compromiso de las cavidades paranasales, lo que conlleva a manifestaciones de congestión de la vía aérea superior (rinorrea, descarga posterior, cefalea).

La asociación de compromiso nasosinusal, en forma de rinosinusitis, y bronquial en forma de bronquiectasias, se puede observar en la FQ, la discinesia ciliar primaria, el déficit de alfa-1-antitripsina y, en el infrecuente síndrome de Young.

Tabla 4: Manifestaciones clínicas de bronquiectasias
De las bronquiectasias propiamente tales:

−  Tos crónica

−  Expectoración o broncorrea crónicas

−  Compromiso del estado general

−  Baja de peso

−  Hemoptisis, expectoración hemoptoica

−  Disnea de esfuerzo progresiva

−  Disnea de reposo

−  Fiebre

−  Dolor torácico: asociado al esfuerzo de la tos o dolor pleurítico

−  Hipocratismo digital: uñas en vidrio de reloj y acropaquia

−  Alteraciones de la auscultación pulmonar: crepitaciones, roncus y/o sibilancias,

estertores

De sus causas

−  Infecciones a repetición

−  Manifestaciones de enfermedad rinosinusal o pancreática

−  Situs inversus, esterilidad

De sus complicaciones

   Agudas:

          Neumonía, que puede ser recurrente

          Neumotórax

          Absceso pulmonar

          Empiema pleural

   Crónicas:

          Anemia de enfermedad crónica

          Desnutrición

          Manifestaciones de insuficiencia respiratoria aguda o crónica

          Poliglobulia

          Cor pulmonale

          Insuficiencia cardiaca o renal

La exacerbación aguda de las bronquiectasias se puede presentar clínicamente como un cuadro sugerente de neumonía o de descompensación de una enfermedad respiratoria crónica. Eventualmente puede ser a través de una hemoptisis con riesgo vital (Tabla 5).

Tabla 5: Manifestaciones de la exacerbación aguda de las bronquectasias
Clínicos:

−  Aumento de la tos

−  Aumento del volumen yo la purulencia de la expectoración

−  Aparición o aumento de disnea

−  Hemoptisis

−  Compromiso del estado general

−  Fiebre

−  Polipnea, taquicardia

−  Cambios en la auscultación pulmonar: ruidos obstructivos, húmedos o secos

−  Manifestaciones de apremio respiratorio: uso de musculatura accesoria, respiración paradojal

−  Manifestaciones de insuficiencia respiratoria: cianosis, compromiso neurológico, cardiovascular, etc.

Exámenes complementarios:

−  Radiografía de tórax con infiltrados pulmonares nuevos

−  Deterioro de la pruebas de función pulmonar: gases arteriales, espirometría

Diagnóstico:

La clave es una historia clínica completa y cuidadosa, con énfasis en las manifestaciones clínicas sugerentes. Se debe pensar dirigidamente en bronquiectasias en pacientes con neumonías de evolución recurrente, cuando la expectoración sea particularmente viscosa y/o abundante (broncorrea) y en pacientes con limitación crónica del flujo aéreo de difícil manejo.

La asociación de expectoración purulenta abundante y crepitaciones, de evolución prolongadas, sin insuficiencia cardiaca ni enfermedad pulmonar intersticial difusa, es sugerente de bronquiectasias, más aún si se asocia hipocratismo digital.

El hallazgo en cultivo de expectoración de Haemophilus spp, Staphylococcus aureus, o un bacilo gram negativo aeróbico (Pseudomona aeruginosa), también debe hacer pensar en bronquiectasias, si bien, pueden encontrarse en otras enfermedades con bronquitis crónica.

La radiografía de tórax puede mostrar imágenes sugerentes de bronquiectasias y, menos frecuentemente, alteraciones sugerentes de causas específicas (secuelas de TBC, situs inversus).

El diagnóstico es clínico-imagenológico, siendo la TACAR de tórax el gold estándar. Históricamente, la broncografía fue el examen de elección para el diagnóstico, pero la TACAR la ha desplazado por su mayor sensibilidad, especificidad y menos riesgos. Además, permite diagnosticar la presencia de bronquiectasias, evaluar su ubicación y extensión, así como estimar su progresión, complicaciones anatómicas y respuesta a tratamiento. Las bronquiectasias cilíndricas se observan como “anillos de sello”, “riel de tranvía”; las quísticas como “racimos”; y, las varicosas, como “cuentas de rosario”.

La distribución de las lesiones hace sospechas ciertas causas:

  1. Lóbulos superiores, lóbulo medio y língula: postinfecciosas
  2. Predominantes de los lóbulos superiores: tuberculosis, FQ, ABPA.
  3. “Centrales” (generalizadas y grandes): propio del compromiso de las vías aéreas proximales, sugerente de aspergilosis broncopulmonar alérgica.
  4. Localizadas: sugerente de alguna forma de obstrucción de la vía aérea, especialmente si el compromiso es del lóbulo medio.

La espirometría suele ser inicialmente normal. Al progresar la enfermedad suele mostrar una alteración ventilatoria obstructiva que, eventualmente, puede llegar a ser severa y que, generalmente no se modifica significativamente con aerosol broncodilatador.

En el estudio de gases arteriales, el gradiente alvéolo arterial de oxígeno suele estar aumentado. En las exacerbaciones agudas y con la progresión de la enfermedad se desarrolla hipoxemia.

Se recomienda que todo paciente con bronquiectasias se estudie con Baciloscopía, Cultivo de Koch Tinción de Gram y cultivo corriente de expectoración. En nuestro medio, las bacterias más frecuentemente aisladas son Haemophillus influenzae, Streptococcus pneumoniae y Psdeudomona aeruginosa. Estos agentes son los responsables de las exacerbaciones frecuentes en pacientes con bronquiectasias. La infección con Pseudomona aeruginosa se correlaciona con cambios bronquiales más severos al TACAR, peor funcionalidad espirométrica y mayor deterioro de la calidad de vida.

La radiografía de cavidades paranasales puede mostrar engrosamiento mucoso, velamiento o niveles hidroaéreos. Una mejor evaluación de las cavidades paranasales se logra con Tomografía axial computarizada.

Si bien no se logra determinar la causa de las bronquiectasias en un porcentaje importante de los casos, se recomienda plantear siempre el estudio etiológico:

  1. En pacientes con bronqueictasias difusas de origen no post-infeccioso deben descartarse en primer lugar FQ, aspergilosis broncopulmonar alérgica y alteraciones ciliares.
  2. De segunda línea se deben explorar deficiencias de inmunoglobulinas.
  3. En el caso de bronquiectasias focales es recomendable realizar una fibrobroncoscopía para descartar una lesión obstructiva endobronquial.

Los exámenes a realizar dependen de la sospecha diagnóstica:

Tabla 6: Pruebas diagnósticas en pacientes con bronquiectasias
Nivel Tipos de exámenes
En sangre De imágenes Otros
Básico Hemograma completo Radiografía de tórax

TACAR de tórax

Espirometría Cultivo corriente, baciloscopía y cultivo de Koch de expectoración
Dirigido Cuantificación de inmunoglobulinas (Ig G, Ig A, Ig M).

Factor reumatoideo .

Niveles de Ig E.

Precipitinas para Aspergillus.

Niveles de subclases de IgG.

Niveles de alfa1 antitripsina.

TAC de cavidades paranasales Fibrobroncoscopía y biopsia bronquial.

Test del sudor.

Diagnóstico diferencial:

Debe hacerse con otras enfermedades respiratorias, crónicas o de evolución prolongada, caracterizadas clínicamente por tos, expectoración con o sin disnea, tales como, EPOC, bronquitis crónica, asma bronquial y Tuberculosis (TBC) pulmonar activa o sus secuelas sobreinfectadas.

EPOC: es uno de los más importantes diagnósticos diferenciales, dadas las similitudes entre ambas patologías (Tabla 7). Hay que tener presente las diferencias entre ambas respecto de la etiología, la mayor probabilidad de broncorrea y hemoptisis en las bronquiectasias y la frecuente infección bronquial con Pseudomona en ésta última. La diferenciación en etapas avanzadas puede ser más difícil dado que el cuadro clínico y las alteraciones funcionales (espirometría y gases arteriales) se deterioran de forma similar. La imagenología de tórax es útil en el diagnóstico diferencial, especialmente la TAC de tórax: si bien es posible observar algunos signos de fibrosis y bronquiectasias en EPOC, los elementos predominantes son otros, fundamentalmente enfisema.

Tabla 7: Comparación entre bronquiectasias y Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Variables Bronquiectasias EPOC
Causa Post infecciosa

FQ

Déficit inmune

Obstrucción bronquial localizada

ABPA

Tabaco
Déficit de
α1 antitripsina
Manifestaciones clínicas Tos y expectoración crónicas

Broncorrea

Hemoptisis
Disnea de esfuerzo

Tos y expectoración crónicas.
Disnea de esfuerzo
Características de la expectoración Mucopurulenta, purulenta Hemoptoica, hemoptisis Mucosa
Rol de la infección Causa Exacerbación Exacerbación
Microorganismo predominatemente asociado (cultivo de esputo) Haemophillus influenzae, Streptococccus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Pseudomona aeruginosa Streptococccus pneumoniae, Haemophillus influenzae
Obstrucción al flujo aéreo Sí Sí
Imágenes torácicas (radiografía, TAC) Dilatación de vías aéreas, engrosamiento de paredes bronquiales Hiperinsuflación, dilatación de vía aérea

Bronquitis crónica: Diagnóstico diferencial a considerar. Más frecuente y más indolente, frecuentemente asociada al hábito tabáquico y, a veces, a EPOC, puede ser fácilmente confundida con el cuadro clínico de un paciente con bronquiectasias localizadas o de poca extensión. La forma de progresión, la broncorrea y la hemoptisis debe poner una señal de alerta a favor de éstas últimas. En un paciente con bronquitis crónica que desarrolla disnea de esfuerzo se debe plantear el diagnóstico de EPOC y, considerar, la posibilidad de progresión en un paciente con bronquiectasis. La presencia de alteraciones radiológicas es importante en estos casos.

Asma bronquial: A veces se plantea el diagnóstico diferencial en pacientes que se presentan con tos crónica; crisis respiratorias agudas a repetición (crisis asmáticas vs exacerbaciones de bronquiectasias); o bien, disnea de esfuerzo progresiva (asma bronquial con remodelación de la vía aérea vs bronquiectasias extensas). La mayor frecuencia del asma y su variabilidad, la calidad de la expectoración en las bronquiectasias, los antecedentes de riesgo de uno y otro, permiten una rápida orientación diagnóstica.

TBC pulmonar activa: Tos y expectoración de evolución prolongadas el compromiso del estado general y la baja de peso, asociada eventualmente a fiebre. El estudio radiológico y, especialmente, microbiológico son esenciales en el diagnóstico. El paciente con antecedentes de una TBC pulmonar antigua, curado con tratamiento o espontáneamente, y que se presenta con síntomas respiratorios, plantea considerar un nuevo episodio de TBC activa, una nueva infección, o bien, la presencia de secuelas fibróticas que incluyan bronquiectasias y que ahora están sobreinfectadas.

Neumonía: El paciente que consulta por un cuadro agudo de tos y expectoración, eventualmente con fiebre, este diagnóstico de debe ser la primera posibilidad. Además, debe considerarse la posibilidad de exacerbación aguda de bronquiectasias si el paciente presenta un cuadro prolongado (semanas), recurrente (“varias neumonías” en poco tiempo) o de evolución tórpida, a pesar de tratamiento adecuado. Los antecedentes clínicos, las características de la expectoración y los hallazgos microbiológicos y/o radiológicos deben poner sobre la pista de bronquiectasias. En la neumonía es posible observar dilataciones bronquiales agudas en la TAC. Éstas son de curso transitorio y no deben confundirse con las bronquiectasias que, por definición, son permanentes.

Además, se debe considerar el diagnóstico de bronquiectasias en todo paciente con hemoptisis, obstrucción bronquial localizada, hipocratismo digital e insuficiencia respiratoria crónica. En casos de supuración crónica, las bronquiectasias pueden asociarse a desnutrición, anemia de enfermedades crónicas (arregenerativa normocítica o microcítica, normocrómica o hipocrómica), y la infrecuente amiloidosis secundaria.

Manejo:

Prevenir el desarrollo de bronquiectasias mediante:

  1. Programa efectivo de vacunación en la infancia (sarampión, coqueluche, tuberculosis.
  2. Diagnóstico y tratamiento oportuno de las infecciones pulmonares.
  3. Detección y tratamiento precoz de FQ, inmunodeficiencias, discinesia ciliar y aspergilosis broncopulmonar alérgica.

Dado que los fenómenos destructivos anatómicos son irreversibles, los objetivos del tratamiento son controlar las exacerbaciones, disminuir los síntomas en la fase estable y reducir la incidencia de complicaciones y la mortalidad. Hay varios trabajos que demuestran que si las bronquiectasias se manejan en forma agresiva, se mejoran tanto la calidad de vida como la sobrevida del paciente.

Tradicionalmente, los esquemas de manejo del paciente con bronquiectasias han incluido:

  1. Medidas generales: evitar el hábito tabáquico, prevenir y manejar el reflujo gastroesofágico, prevenir infecciones respiratorias.
  2. Tratamiento de la causa: esquemas especializados de manejo de la FQ y las deficiencias inmunitarias específicas. Corticoesteroides en ABPA. Resolución de la obstrucción bronquial localizada.
  3. Manejo de las secreciones bronquiales: mejorar su eliminación por medio de drenaje postural, kinesiterapia respiratoria y broncodilatadores.
  4. Control de la infección bronquial: disminuir y/o erradicar la carga bacteriana, fundamentalmente con el uso de antibacterianos e, idealmente, en base a estudios microbiológicos. Se han usado en las exacerbaciones y en la fase estable, ya sea en forma continua o rotatoria. Se recomienda en las exacerbaciones, el uso prolongado de antibióticos (10 a 14 días) que cubran los gérmenes aislados o más frecuentemente involucrados en estos casos (generalmente son útiles Aminopenicilinas, Aminopenicilinas con inhibidores de betalactamasas, quinolonas, cloramfenicol). En el caso de infecciones con Pseudomona aeruginosa, se recomienda un tratamiento agresivo, si bien, no hay claridad respecto del mejor esquema (asociación de antibióticos, uso crónico de macrólidos, aerosolterapia con tobramicina intermitente o mantenida, corticoesteroides inhalatorios).
  5. Manejo de la obstrucción bronquial: terapia broncodilatadora, especialmente si hay respuesta clínica o espirométrica objetivada.
  6. Manejo de las complicaciones: antibioterapia en las neumonías, abscesos y empiema. Drenaje en el absceso, empiema y neumotórax. Oxígenoterapia y ventilación asistida en la insuficiencia respiratoria. Embolización aretrial selectiva o cirugía en la hemoptisis con riesgo vital.
  7. Evaluación y apoyo nutricional
  8. Cirugía: resección pulmonar en pacientes con bronquiectasias localizadas o hemoptisis con riesgo vital. Trasplante pulmonar en enfermedad terminal.

Los nuevos tratamientos buscan curar o disminuir la infección y la inflamación. Las terapias inhalatorias crónicas pueden ser efectivas en controlar los síntomas, disminuir las exacerbaciones y mejorar la calidad de vida. En el futuro se espera disponer de inhibidores de la elastasa de los neutrófilos, antibióticos inhalatorios y agentes protectores del epitelio bronquial.

Caso Clínico:

Paciente varón, 58 años con antecedentes de TBC pulmonar tratada hace 30 años. Fumador activo, 20 paquete-año. Presenta hace años “resfríos frecuentes”, caracterizados por tos y expectoración mucopurulenta, que lo obligan a quedarse en su domicilio (por la intensidad de la tos y la cuantía de la expectoración), de dos a tres semanas de duración y que ceden con el uso de antibióticos (amoxicilina, cloranfenicol). En dos oportunidades ha sido hospitalizado con el diagnóstico de neumonía en el último año. Consulta por disnea de esfuerzo que le limita su actividad laboral. Tiene tos y expectoraciones “habituales”, que si bien parecen intensas, al paciente no le preocupan mayormente. Al examen físico destacan algunas sibilancias bilaterales y crepitaciones extensas en el campo pulmonar derecho. Parece tener uñas en vidrio de reloj.

Con estos datos se puede plantear el diagnóstico de:

  1. Tuberculosis pulmonar reactivada
  2. Bronquiectasias postTBC
  3. Bronquiectasias en Aspergilosis broncopulmonar alérgica
  4. Fibrosis quística avanzada
  5. Síndrome de discinesia ciliar.

El examen diagnóstico de elección en este caso debe ser:

  1. Gram, cultivo corriente, Baciloscopía y cultivo de Koch de expectoración
  2. Broncografía
  3. Test del sudor para FQ
  4. TACAR de tórax
  5. Fibrobroncoscopía con biopsia bronquial

Trastorno de adaptación

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Se da en respuesta al estrés.
  • Se presenta en menos de 3 meses de ocurrido el evento.
  • Puede prolongarse y ser indistinguible de episodio depresivo (ej: si el estresor se vuelve crónico o van apareciendo estresores seguidos en el tiempo).
  • Ayuda la intervención en crisis.
  • El uso de fármacos es controvertido.

CASO CLÍNICO TIPO:

Paciente de 17 años, estudiante de primer año de universidad hace dos meses. Vive en una pensión en una ciudad lejana a la de su familia. Refiere que hace un mes se siente ansiosa cuando vuelve a la pensión, le cuesta concentrarse y ha perdido clases porque se siente desmotivada. Llora con facilidad. Cuenta que extraña a su familia.

DEFINICIÓN:

Reacciones mal adaptativas y transitorias a estresores psicosociales identificables, de intensidad leve a moderada, que aparecen en un período menor a 3 meses de presentado el estresor y con una duración menor a 6 meses. Aparecen síntomas emocionales o del comportamiento que causan malestar desproporcionado al estresor o producen alteración en la funcionalidad. Los síntomas son similares a otros trastornos de ansiedad, pero es frecuente la mezcla de humor depresivo, ansiedad, dificultad para planificar el futuro y agobio psíquico, pudiendo llegar a ser intensamente disfuncionales. Los adolescentes pueden manifestar conductas antisociales, y en los niños hay conductas regresivas como enuresis o encopresis, succión del pulgar o lenguaje infantilizado.

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

Es uno de los cuadros de gran frecuencia en APS y en pacientes hospitalizados. Se estima que el 5 al 20% de pacientes que consultan en policlínicos externos, consultorios de APS y centros de salud mental comunitaria presentan un trastorno de adaptación. 

Prevalencia 2-8% de la población, siendo la edad promedio de presentación de 25 años y su mayor frecuencia es en mujeres. 

La susceptibilidad individual a estos trastornos puede ser afectada por ciertos factores biográficos, genéticos y de rasgos de personalidad, además de factores ambientales. Las personas que se enfrentan a determinados agentes estresantes, como problemas médicos o que viven en entornos desafiantes, pueden correr mayor riesgo. El estresante mismo también puede interferir con la red de apoyo de un individuo.

Ciertos antecedentes familiares en la infancia temprana parecen contribuir a las probabilidades de que un individuo pueda sufrir de un trastorno de adaptación en el futuro. Éstos incluyen:

  • Experiencias de abuso o maltrato en la infancia.
  • Disfunción familiar.
  • Exposición previa a un trauma extremo (como situaciones violentas) sin haber desarrollado previamente, ya sea, un trastorno de adaptación o un trastorno de estrés postraumático (PTSD).

Con frecuencia, las personas con mayor riesgo de sufrir trastornos de adaptación también presentan otras afecciones, como trastornos de ansiedad, depresión, trastorno bipolar o trastornos de la alimentación.

DIAGNÓSTICO:

Debe identificarse el factor estresante.

Según DSM V:

  1. Estos síntomas o comportamientos son clínicamente significativos, como se pone de manifiesto por 1 ó 2 características siguientes:
    1. Malestar intenso, desproporcionado a la gravedad o intensidad del factor de estrés, teniendo en cuenta el contexto externo y los factores culturales que podrían influir en la gravedad y la presentación de los síntomas.
    2. Deterioro significativos en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
    3. La alteración relacionada con el estrés no cumple los criterios para otro trastorno mental y no es simplemente una exacerbación de un trastorno mental preexistente.
    4. Los síntomas no representan el duelo normal.
    5. Una vez que el factor de estrés o sus consecuencias han terminado, los síntomas no se mantienen durante más de otros seis meses.
    6. Especificar si:
      1. Con estado de ánimo deprimido: Predomina el estado de ánimo bajo, las ganas de llorar o el sentimiento de desesperanza.
      2. Con ansiedad: Predomina el nerviosismo, la preocupación, la agitación o la ansiedad de separación.
      3. Con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido: Predomina una combinación de depresión y ansiedad.
      4. Con alteración de la conducta: Predomina la alteración de la conducta.
      5. Con alteración mixta de las emociones o la conducta: Predominan los síntomas emocionales (p. ej., depresión, ansiedad) y una alteración de la conducta.
      6. Sin especificar: Para las reacciones de mala adaptación que no se pueden clasificar como uno de los subtipos específicos del trastorno de adaptación.

TRATAMIENTO:

Puede ser realizado por el médico general. Consiste en psicoeducación, intervención en crisis, consejería interpersonal y apoyo psicosocial. La psicoterapia breve individual es el tratamiento de elección. El objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas y devolverle al individuo su nivel normal de funcionamiento; es importante para que el trastorno no se convierta en una enfermedad mayor, como una depresión.

El uso de fármacos es controvertido. La medicación es necesaria de acuerdo al tipo de trastorno adaptativo e intensidad de los síntomas. Las benzodiazepinas están indicadas cuando hay síntomas muy intensos e insomnio. Se recomienda Diazepam 5 a 20 mg diarios o equivalente en períodos de 1 a 4 semanas, con suspensión lenta. Si en el trastorno adaptativo predominan síntomas depresivos, se debe considerar recibir antidepresivos.

SEGUIMIENTO:

Según necesidad, se realiza por el médico general o especialista.

BIBLIOGRAFÍA:

1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5), American Psychiatric Association, Arlington, VA 2013.

2. http://www.psiquiatraadultos.cl/trastornos-de-adaptacion.htm

Obesidad

Aspectos esenciales

  • Enfermedad crónica por desbalance energético de etiología multifactorial.
  • Principales factores: hiperalimentación y sedentarismo.
  • Factor de riesgo cardiovascular.
  • Prevalencia alta en la población general.
  • Aumento de prevalencia en la población infantil.

Caso clínico tipo

Paciente con IMC 31 kg/m2, cuadro se inicia en la infancia. Se asocia a sedentarismo y otros factores de riesgo cardiovascular: DM e HTA, entre otros. Nivel socioeconómico bajo y jornada laboral de 10 horas, con una hora de almuerzo en todo el día.

Definición

Presencia de una cantidad excesiva de grasa corporal, objetivado con un IMC Igual o superior a 30 kg/m2.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

La mayoría de los casos de obesidad son de origen multifactorial. Se reconocen factores genéticos, metabólicos, endocrinológicos y ambientales. Sin embargo, la obesidad exógena o por sobrealimentación constituye la principal causa, produciendo un desbalance energético, lo que trae como consecuencia un exceso de grasa en el organismo. Sólo un pequeño porcentaje (2 a 3%) de los obesos tendrán como causa alguna patología de origen endocrinológico. Según la encuesta nacional de salud de 2010, el 25,1 % de la población chilena es obesa y 2,3% es obeso mórbido (lMC > 40). Los adultos obesos tienen tasas más altas de enfermedad cardiovascular y de mortalidad por todas las causas. La prevalencia es más elevada en las mujeres y en las personas de nivel socioeconómico más bajo.

El riesgo para la salud de un exceso de grasa corporal depende de la distribución de ella. Así, la distribución de grasa de tipo androide, abdominal o central tiene una mejor correlación con la grasa visceral y un mayor riesgo de presentar morbilidades asociadas a ella (hipertensión arterial, dislipidemias, etc).

Diagnóstico

La obesidad se define como la presencia de una cantidad excesiva de grasa corporal que conlleva un riesgo para la salud. El indicador más utilizado para su diagnóstico es el índice de masa corporal (IMC), considerando su buena correlación con el exceso de adiposidad y la morbimortalidad asociada.

La obesidad, para fines prácticos, se define con un IMC >30,

Calculo de IMC:

IMC= peso (kg) / estatura 2 (m)

Tratamiento

Dada la etiología multifactorial de la obesidad,  la base del tratamiento es una alimentación sana, equilibrada y realizar ejercicio físico, es decir un cambio de estilo de vida. Idealmente en conjunto con equipo multidisciplinario conformado por médicos especialistas (nutriólogos, endocrinológos), nutricionistas, kinesiólogos y profesores de educación física, equipo de salud mental y, eventualmente, cirujanos con experiencia en técnicas de cirugía bariátrica.

Hábitos Recomendados:

  • Cambios en hábitos dietarios:
    • 4 comidas diarias, educar respecto a porciones, inclusión de colaciones entre comidas.
    • Disminución del consumo de grasas, especialmente saturadas (cecinas y embutidos, carnes grasas, mantequilla, margarina, mayonesa, manteca, crema, etc.)
    • Disminución del consumo de azúcar y alimentos azucarados (refrescos, mermeladas, etc.)
    • Aumento del consumo de fibra (verduras y frutas crudas, leguminosas y cereales de grano entero).
    • Preferir carnes blancas (pescado, pavo y pollo o rojas con bajo contenido graso como posta, lomo liso, punta de ganso).
    • Aumentar el consumo de lácteos descremados
    • Reducir el consumo de sal
  • Dejar el tabaco
  • No consumir bebidas alcohólicas
  • Crear un plan de actividad física apropiado para cada paciente, para lograr idealmente 150 minutos a la semana de ejercicios de moderada intensidad.
    • Ventajas de la actividad física durante la reducción de peso
      • Previene la reducción del gasto energético inducido por dieta hipocalórica
      • Disminuye la pérdida de masa magra
      • Mejora la adherencia a un plan multidisciplinario de tratamiento
      • Da una sensación de bienestar físico y mental
      • Induce mayor gasto energético y favorece el balance energético negativo
  • En caso de fracaso a tratamiento con cambios de estilo de vida, se hace necesaria una terapia farmacológica. Actualmente los fármacos aprobados por la FDA son:
    • A corto plazo (menos de 12 semanas):
      • Fentermina: inhibidor del apetito. Libera NA y DA.
        • químicamente similar a anfetamina.
        • Aprobado en EE.UU. para uso a corto plazo por potencial abuso, (retirado de Europa).
        • Dosis:15 – 30 mg diarios.
        • Baja de peso promedio 3,6 kg sobre el placebo en monoterapia
        • Dada tolerancia, se hace necesario aumentar la dosis con el tiempo
        • Efectos adversos: estimulación del sistema nervioso central (SNC), cefalea, insomnio, palpitaciones, taquicardia, aumento de la presión arterial, rabdomiolisis, hemorragia intracraneal
      • Dietilpropión
        • Químicamente similar a bupropión,
        • Aprobado para uso a corto plazo por potencial abuso,
        • Dosis 75 mg.
        • Baja peso promedio 10 kg en los primeros 3 meses
        • Efectos adversos: boca seca, insomnio y estimulación del SNC
    • Largo plazo:
      • Orlistat: interfiere la absorción de lípidos al inhibir la enzima lipasa pancreática
        • Dosis recomendada: 1 capsula 3 veces al día con las comidas.
        • Efecto dosis dependiente:
        • 120 mg: disminuye hasta un 30 % grasa ingerida
        • 60 mg: disminuye hasta un 25%
        • Otros beneficios de Orlistat:
          • 37% reducción en la conversión de intolerancia a la glucosa a diabetes
          • Reducción de colesterol LDL más allá de lo esperado por la baja de peso
          • Reducción de la lipemia postprandial
          • Efectos adversos: Incontinencia fecal, diarrea, goteo oleoso, flatulencia, dolor abdominal, tienden a disminuir con el cambio de dieta.

Todo cambio de hábitos debe acompañarse de metas a alcanzar en un tiempo determinado. Para que los pacientes sigan las Indicaciones, estas deben ser lo más específicas posibles y adecuadas a su realidad.

Seguimiento

El seguimiento se debe realizar a través de una intervención específica para los individuos obesos del, en APS, como parte del Programa de Salud Cardiovascular que constituye un plan intensivo para el manejo de la obesidad, con una duración de 4 meses donde el paciente será intervenido por un equipo multidisciplinario Integrado por médico, enfermera, nutricionista y profesor de educación física, según disponibilidad local. Al finalizar los 4 meses se debe evaluar al paciente en base a las metas propuestas, si estas no se logran: referirlo al equipo de promoción del consultorio donde se hará énfasis en las recomendaciones de alimentación saludable y actividad física, motivar al paciente a ingresar nuevamente al Programa y reforzar los logros alcanzados por el paciente en el módulo de obesidad en cualquier control de salud posterior.

En el caso de pacientes con IMC > 40 la indicación es la cirugía bariátrica, igual que en pacientes con IMC >35 y comorblidades de riesgo CV (diabetes, HTA, dislipidemia, esteatosis hepática, etc.)

Referencias

1. Carrasco, F. Obesidad: Aspectos clínicos y terapéuticos. MEDICHI: Bases de la Medicina. Recuperado de

2. Ministerio de Salud de Chile. (2002). Manejo alimentario del adulto con sobrepeso y obesidad. Recuperado de http://buenaspracticasaps.cl/wp-content/uploads/2014/07/MINSAL-2002-manejo-alimentario-SP-OB.pdf

Reacciones cutáneas por drogas (Rash, Toxidermia fija)

Aspectos esenciales

  • El rash maculopapular y la urticaria son las más frecuentes.
  • En la erupción medicamentosa fija aparecen placas eritemato-edematosas en las mismas zonas (cara, manos y genitales) cada vez que se toma el fármaco responsable.

Caso clínico tipo

Paciente de 20 años, con historia de uso reciente de penicilina benzatina por faringitis estreptocócica hace 72 horas, y antecedente de uso previo, desarrolla exantema morbiliforme, simétrico, con prurito generalizado.

Definición

Son reacciones cutáneas de muy diversa índole que aparecen tras la administración de un fármaco. Son las RAM más frecuentes.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Los mecanismos de producción de muchas de ellas son desconocidos y pueden desencadenarse por activación inmunológica o por mecanismos no inmunológicos.

Tipos de Reacciones Inmunológicas:

-Tipo I (IgE) o  Hipersensibilidad inmediata: urticaria, angioedema, anafilaxis (penicilinas).

-Tipo II (IgG) o Citotóxica : púrpura, anemia hemolítica (penicilinas, metildopa, AINEs).

Tipo III (complejos inmunes): vasculitis o enfermedad del suero (penicilinas, sulfas, AINEs)

Tipo IV (celular) o Hipersensibilidad retardada: Exantemas o dermatitis de contacto (penicilinas, sulfas, otros ATB, AINEs). Reacciones no Inmunológicas: Por sobredosis, acción tóxica o idiosincrasia.

La mayoría de las RAM cutáneas son por mecanismos de hipersensibilidad retardada, el rash aparece 2 semanas o más después de una primera exposición y 48 a 72 horas después de una reexposición. Los fármacos más frecuentemente involucrados son: ATB (42%), AINEs (27%) y drogas que actúan en SNC (10%). Puede afectar hasta 20% de los pacientes hospitalizados y hasta 40% de los pacientes ambulatorios, siendo más frecuente en mujeres.

Factores de riesgo: Sexo femenino, historia prvia de reacción alérgica a fármacos, exposición recurrente a drogas, factores genéticos.

Diagnóstico

El diagnóstico es clínico más el antecedente de ingesta de algún fármaco. Pueden haber erupciones exantemáticas, urticarianas, ampollares o pustulares.

Rash maculopapular: RAM más frecuente. Erupción máculo-papular eritematosa, pruriginosa, con tendencia a confluir, de inicio en cabeza, cuello y tronco que luego se extiende hacia las extremidades de forma simétrica. Es mediado por inmunidad celular. Más frecuente con penicilinas, AINEs, sulfamidas, hemoderivados, antiepilépticos. Si se acompaña de fiebre y compromiso de órganos internos, se conoce como Síndrome de Hipersensibilidad a Drogas. Por ello, en caso de sospecha, se deben pedir exámenes de laboratorio. Erupción Medicamentosa Fija: Una o varias placas eritemato-violácea más frecuentemente en cara, manos y mucosas oral o genital. Provocan sensación urente. Dejan hiperpigmentación residual. Cada vez que se administra el medicamento reaparece la lesión en la misma localización. AINEs, sulfamidas, anticonceptivos y AAS han sido implicados. Pustulosis exantemática aguda generalizada: poco frecuente, pústulas estériles no foliculares en cara y tronco que se extienden a las extremidades y que provocan posteriormente una descamación generalizada. Betalactámicos y macrólidos implicados. Otras formas formas clínicas pueden ser: Urticaria y angioedema, anafilaxia, vasculitis, eritema nodoso, reacciones de fotosensibilidad, eritema exudativo multiforme, necrolisis Epidérmica Tóxica, Síndrome de Steven Johnson etc.

Tratamiento

Suspender el o los medicamentos potencialmente responsables, sustituyéndolos por otros equivalentes si fuera necesario. El tratamiento es de soporte y sintomático. Una erupción morbiliforme puede no requerir tratamiento o solo antihistamínicos o corticoides tópicos para controlar el prurito. Puede ser necesario emplear corticoides sistémicos si las lesiones son extensas o el cuadro es grave. Si se sospecha DRESS, o Steven Johnson – NET, se debe derivar a urgencias para manejo.

Seguimiento

El cuadro debe remitir en 1 a 2 semanas después de la suspensión del fármaco. En cuadros graves, el seguimiento es por especialista.

Bibliografía

 – Pichler W. An approach to the patient with drug allergy. (Accessed on February 13, 2017.). Disponible en Uptodate

 – Manual CTO de Dermatología 8ª edición. Grupo CTO 

Enfermedades de transmisión sexual

Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico: Específico Tratamiento: Completo Seguimiento: Completo

Aspectos esenciales

  • Inicio de tratamiento inmediato frente a la sospecha, y simultáneo a todos los contactos sexuales.
  • Buscar asociación de ETS: descartar SIDA.
  • Asociación de VPH y cáncer cervicouterino.
  • Notificación obligatoria de VIH, sífilis, gonorrea, hepatitis B, C y E.
  • USO de preservativo previene ITS.

Caso clínico tipo

Mujer 34 años, consulta por descarga vaginal color grisácea de mal olor. No refiere prurito, disuria ni dispareunia. Además relata que mal olor se exacerba al finalizar menstruación.

Definición

 Grupo de enfermedades infecciosas cuyo mecanismo de transmisión es sexual.

Etiología – Epidemiología – Fisiopatología

Epidemiología:

Son un importante problema de Salud Pública, pese a los esfuerzos para controlarlas y erradicarlas; también por su gran prevalencia y complicaciones en pacientes en edad productiva (en embarazadas y adolescentes de 13 años y más); y por aumentar el riesgo de transmisión de VIH. En Chile las más frecuentes tienen relación con la infección por Sífilis, Gonorrea, Herpes genital y Virus papiloma humano. Se estima que, anualmente, unos 500 millones de personas contraen alguna de las cuatro infecciones de transmisión sexual siguientes: Clamidiasis, Gonorrea, Sífilis o Tricomoniasis.

Etiología:

  • Bacterias: Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis, Treponema Pallidum, Haemophilus ducreyi, Micoplasma hominis, Ureaplasma Urealyticum, Shigella spp, Campylobacter spp, Streptococcus Grupo B.
  • Virus: Virus del herpes simple tipo 1 y 2, CMV, Virus de la hepatitis B y C, Virus del papiloma humano, Virus del molusco contagioso, Virus de la inmunodeficiencia humana, HTLV I y II.
  • Hongos: Cándida albicans
  • Protozoos: Trichomonas vaginalis, Entoameba histolytica, Giardia lamblia.
  • Ectoparásitos: Pthirus pubis, Sarcoptes scabiei.

Fisiopatología:

Infección de transmisión sexual (ITS) son causadas por más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes, se propagan predominantemente por contacto sexual, incluidos sexo vaginal, anal y oral; algunas pueden por contacto sexual cutáneo. Los microorganismos causantes, también se pueden propagar por medios no sexuales, por ejemplo, las transfusiones de productos sanguíneos y trasplantes de tejidos. Algunas, como clamidiasis, gonorrea, hepatitis B, VIH, VPH, HSV2 y sífilis, se pueden transmitir de la madre al feto durante el embarazo y el parto. Una persona puede tener ITS sin manifestar síntomas de enfermedad; el concepto de “infección de transmisión sexual” es más amplio que “enfermedad de transmisión sexual” (ETS). Los síntomas comunes de ETS incluyen flujo vaginal, secreción uretral en los hombres, úlceras genitales y dolor abdominal.

Entre los más de 30 agentes patógenos que se transmiten por contacto sexual, 8 se han vinculado a la máxima incidencia de enfermedades. De esas 8 infecciones, 4 son actualmente curables: sífilis, gonorrea, clamidiasis y tricomoniasis. Las otras 4 (hepatitis B, herpes, VIH y VPH), son infecciones virales incurables que, se pueden mitigar o atenuar con tratamiento.

Diagnóstico

La manifestación sindrómica de las distintas ETS se clasifica en:

I. Vulvovaginitis: Se caracterizan por prurito, alteraciones del flujo, dispareunia y disuria. Diferenciar de las vulvovaginitis no infecciosas: físicas (lavados muy frecuentes), químicas (productos alcalinos), alérgicas y atróficas.

II. Cervicitis:

  • Chlamydia Trachomatis (Uretritis no Gonocócica): Infección bacteriana de transmisión sexual más frecuente. Clínica: asintomática hasta un 80% de los casos, en otras ocasiones cervicitis mucopurulentas, vaginitis, síndrome miccional y sangrado intermenstrual. Diagnóstico: Cultivo en células de McCoy, PCR, ELISA y por fluorescencia.
  • Neisseria Gonorrhoeae: Clínica: Puede dar una amplia gama de manifestaciones clínicas, con formas localizadas y diseminadas. La primoinfección se caracterizará en mujeres por leucorrea purulenta, como forma más frecuente. En hombres los síntomas suelen aparecer 3 a 7 días después de la infección. Se inician con leve molestia uretral, seguida de disuria de grado variable y a veces urgencia miccional. Hay eritema y edema del meato urinario y salida de material purulento. El sexo oral es un factor de riesgo para gonorrea orofaríngea, la cual puede ser asintomática o provocar disfagia. Otras localizaciones: exudado purulento uretral, anal y absceso en glándula de Bartholino. El cuadro diseminado se caracteriza por fiebre, artralgias y pápulas diseminadas. Diagnóstico: Cultivo en el medio Thayer-Martin, serología y radioinmunoensayo.

III. Úlceras Genitales:

  • Chancroide (Haemophilus ducreyi). Clínica: Úlcera indurada, dolorosa recubierta con un tejido necrótico y rodeada por tejido inflamatorio. Suelen acompañarse de linfadenopatías que se pueden ulcerar. Se localizan en labios mayores. Diagnotico: Clínico.
  • Herpes Genital (VHS 2): Clínica: Primoinfección: puede ser asintomática o con clínica florida. Pródromos de parestesias, sensación de quemazón, prurito, edema y eritema. Después aparición de lesiones vesiculosas pequeñas y dolorosas en labios mayores, menores y pubis que suelen ser bilaterales en la primoinfección. Las lesiones pueden confluir en úlceras de mayor tamaño. Se puede acompañar de adenopatías dolorosas, disuria, fiebre, mialgias y malestar general. Recurrencia: síntomas similares pero de menor duración, intensidad y área afectada. Diagnóstico: Clínico, cultivo del líquido vesicular, serología antiVHS e hibridación del DNA.

IV. Linfogranuloma Venéreo (Enf. Nicolas Favre): Infección crónica del tejido linfático producido por Clamydia trachomatis. Clínica: existen dos formas de presentacion:

1.- Sindrome Inguinal: en la infección primaria se produce una pápula ulcerada indolora que cura espontáneamente, la fase secundaria se caracteriza por adenopatías dolorosas en área inguinal que pueden unirse formando bubones y después, en la fase terciaria, se rompen y drenan, dejando una cicatriz extensa y retraída.

2.- Sidrome Anorrectal: Proctocolitis dolorosa tenesmo, diarrea o constipacion, hematoquezia y pus. Infección asociada a sexo anal.

Diagnóstico Serológico para diferenciar los serotipos de Chlamydia.

V. Sífilis:

Clínica: En cuanto a la historia natural de la enfermedad, su curso variable en diferentes pacientes: 1/3 autolimitada sin tratamiento, 1/3 permanece en etapas latentes (test serológicos +), 1/3 evoluciona a sífilis terciaria.

A) Fase primaria: incubación de 4 semanas, luego chancro en la zona de inoculación, que se evidencia como erosión ulcerada no dolorosa. Adenopatía no dolorosa y no supurativa. Resolución espontánea a las 4-6 semanas sin cicatriz.

B) Fase secundaria: lesiones mucocutáneas difusas y contagiosas: máculas, pápulas, condilomas planos, linfadenopatías. Puede aparecer sintomatología general. Las lesiones curan espontáneamente.

C) Fase latente: paciente asintomático pero con positividad serológica.

D) Fase terciaria: afectación de SNC y cardiovascular. Gomas sifilíticos en piel, huesos y mucosas. La principal causa de muerte en el paciente no tratado es la sífilis cardiovascular. 

Diagnóstico: microscopio de campo oscuro, inmunofluorescencia directa, pruebas serológicas: no treponémicas (VDRL, RPR) y treponémicas (FTA-ABS).

E) Neurosifilis: en cualquier etapa de la enfermedad. Siempre compromiso LCR. Puede ser asintomática o producir déficit cognitivo, motor, sensorial, compromiso pares craneales o signos de meningitis. Precoz: sífilis meningovascular, meningitis sifilítica o neurosífilis asintomática; tardía: tabes dorsal y parálisis general.

VI. Molusco Contagioso (poxvirus): Clínica: lesiones semiesféricas menores de 1cm (1-2 mm) de aspecto perlado y brillante, con umbilicación central y eritema perilesional, que a la expresión drenan un material denso. Son muy contagiosas, pueden localizarse en cualquier zona de la piel y existe una importante autoinoculación con el rascado. Diagnóstico: Clínico, en caso de duda se puede recurrir a anatomía patológica con una muestra del molusco conocido como cuerpo de Henderser-Paterson.

VII. Verrugas genitales: HPV: ETS más frecuente y desarrolla lesiones precancerosas y cancerosas. Los serotipos con capacidad oncogénica son el 16, 18, 31, 33 y 35 que infectan más frecuentemente al cérvix y tercio superior de vagina produciendo lesiones subclínicas. El condiloma acuminado es el signo principal de la infección, producido por los serotipos 6, 11 y 42. Es un tumor blanco-rosáceo blando y sésil de tamaño variable localizado en vulva, vagina y cérvix. En el hombre, en la cara interna del prepucio, en el frenillo y en el surco balanoprepucial. Diagnóstico: exploración física, vulvoscopía, colposcopía, citología para cribado de lesiones preneoplásicas, biopsia. Para determinar el serotipo: PCR del DNA.

Tratamiento

I. Vulvovaginitis: Candidiasis vulvovaginal: Aguda: 1) Tópico: Clotrimazol 500mg dosis única. 2) Oral: Fluconazol 150mg dosis única. Recidivante: Fluconazol 50mg/24h por 7 días, seguido de Clotrimazol 500mg tópico el 5º día. Embarazada tratamiento tópico con pautas de 7 días.

II. Vaginosis bacteriana: Tópico: Clindamicina crema c/24h por 7 días ó Metronidazol gel c/12h por 5 días. Oral: Metronidazol o Clindamicina.Embarazada: vía tópica de Metronidazol o Clindamicina por 10 días.

III. Trichomona vaginalis: Metronidazol 2gr dosis única ó 500mg c/12h por 7 días. Embarazada: Metronidazol oral o tópico. Tratar a la pareja con Metronidazol 2 gr. oral dosis única. 

IV. Cervicitis: Chlamydia Trachomatis: Azitromicina 1g v.o. dosis única, Doxiciclina 100mg/12h por 10 días. Se debe tratar al compañero. Neisseria gonorrhoeae: Antibióticos en dosis única; Ceftriaxona 125-250 mg i.m, Cefotaxima 500mg i.m, Ciprofloxacino 500mg v.o;se debe tratar al compañero. Debe asociarse el tratamiento a Chlamydia (recomendado Doxiciclina).

V. Úlceras Genitales:

  • Chancroide (Haemophilus ducreyi): Eritromicina 500mg c/6h 7 días, Azitromicina 1gr. Debridamiento quirúrgico de los bubones.
  • Herpes: disminuye la intensidad, duración de la clínica y el número de recurrencias. Pautas: Primoinfección: Aciclovir 200mg c/5h por 5 días ó Valaciclovir 500mg c/12h por 5 días. Limpieza de las lesiones con solución salina y analgesia. Recurrencias: Aciclovir 400mg c/8h ó Valaciclovir 250mg c/12h por 5 días. Terapia supresiva (>6 episodios/año): Aciclovir 800mg c/24h, ó Valaciclovir 250mg c/12h durante un año.

VI. Linfogranuloma venéreo: Doxiciclina 100mg c/12h por 21 días ó Eritromicina 500mg c/6h por 21 días.

VII. Sífilis:

– Sífilis precoz (primaria, secundaria y latente temprana con menos de un año de evolución): Penicilina G Benz 2,4 mill UI dosis única i.m. (en embarazadas 2 semanas consecutivas)

– Sífilis tardía (más de un año de evolución): Penicilina G Benzatina 2,4 millUI/semana i.m. por 3 semanas, Doxiciclina o Tetraciclina durante 4 semanas a mismas dosis que la primaria.

VIII. Molusco Contagioso (poxvirus): Curetaje, crioterapia, podofilina, podofilotoxina, laser, imiquimod e hidrozido de potasio.

IX. Verrugas genitales: HPV: Electrocoagulación, Láser de CO2, Crioterapia, Crema de Imiquimod al 5%. Alto número de recidivas.

Seguimiento

Se debe tratar con antibióticos también a la pareja o contactos sexuales recientes. Se debe hacer educación sexual para evitar reinfecciones y nuevos contagios. En el caso de sospecha de sífilis que haya dado negativo en primera instancia, hacer un segundo examen anual.

Anemia Ferropriva

ANEMIA FERROPRIVA

La anemia es una causa muy frecuente de consulta médica. La causa más común es la falta de hierro o anemia ferropriva y es mucho más frecuente en países con menor desarrollo socioeconómico, en niños por falta de ingesta de alimentos de origen animal y en la mujer por pérdida de origen ginecológico, asociado a una ingesta deficiente. Sin embargo, no todos los enfermos con ferropenia llegan a desarrollar anemia, considerándose que hasta el 20% de las mujeres y el 50% de las embarazadas la pueden presentar. Otros aspectos a considerar son:

  • Estudios demuestran que entre el 10-20% de las mujeres en edad fértil tienen concentraciones anormalmente bajas (<12 g/100 ml).
  • El déficit de hierro es raro en hombres adultos.
  • En la mujer: la causa habitual es la pérdida de sangre de origen ginecológico (menstruación y otras), aunque debe descartarse de igual forma sangrado gastrointestinal.
  • En el hombre: la causa más frecuente es sangrado crónico gastrointestinal.
  • En niños: la causa más frecuente es la disminución de aporte o ingesta y simultáneamente aumento de requerimientos de hierro.
  1. 1.Metabolismo del hierro

El contenido total del hierro del organismo es de unos 50 a 55 miligramos por Kg de peso en el varón y 35 a 40 en la mujer. El hierro forma parte de la molécula de hemoglobina, mioglobina y otros compuestos.

La pérdida diaria de hierro es de alrededor de 1 miligramo, como consecuencia de la descamación de las células del epitelio gastrointestinal, genitourinario y piel. En situaciones como la menstruación, el embarazo y la lactancia, la pérdida de hierro se incrementa.

La ingesta diaria de hierro en el alimento es de 10 a 30 miligramos, de los que se absorben aproximadamente un miligramo en duodeno, yeyuno proximal y yeyuno medio. La absorción de hierro se incrementa si éste procede de animales (hierro hémico) y por la acción del ácido gástrico (la aclorhidria puede cursar con disminución de su absorción ácido ascórbico (Vitamina C) y citrato, disminuyendo por los fitatos y cereales de la dieta.

Una vez que es absorbido, el hierro es transportado en la sangre a través de la transferrina en forma férrica (la absorción se realiza en forma ferrosa o reducida).

La capacidad ligadora del hierro de la transferrina es de aproximadamente el 33%, esto quiere decir que una de cada tres moléculas de transferrina está capacitada para transportar hierro en un momento determinado. Una mínima cantidad se transporta en plasma por la acción de la ferritina, que presenta muy buena correlación con los almacenes de hierro del organismo.

A través de la sangre el hierro llega a los precursores eritroides, pasando posteriormente a las mitocondrias para unirse a la protoporfirina y formar el pigmento hem. El hierro que no se utiliza para la hematopoyesis queda en forma de depósito en los macrófagos en forma de ferritina y hemosiderina.

Imagen 1. Metabolismo del Hierro

Imagen 1. Obtenida del Manual CTO

  1. 2.Etiopatogenia
  • Disminución del aporte de hierro: dieta inadecuada
  • Aumento de las necesidades
  • Disminución de la absorción: aclorhidria, cirugía gástrica, enfermedad celíaca
  • Incremento de las pérdidas de hierro: gastrointestinales con sangrado crónico (hombres) y menstruación y pérdidas ginecológicas (mujeres)
  • Alteración del transporte del hierro

Etiologías específicas:

  • Hemorragias crónicas: Gastrointestinales (úlcera gástrica, AAS, gastritis, hernia hiatal, divertículos, pólipos, Ca colon, hemorroides), Ginecológicas (metrorragia, DIU), Respiratorias (hemoptisis, bronquiectasias, hemosiderosis)
  • Lactantes: aumento de los requerimientos de hierro
  • Embarazo, adolescencia, lactancia: aumento de los requerimientos y pérdidas de hierro.
  • Síndrome de malabsorción
  • Gastrectomía y resección duodenal (Malabsorción secundaria)
  1. 3.Clínica
  • Síndrome anémico: debilidad, palidez mucocutánea, taquicardia, soplo funcional, disnea, menor apetito, irritabilidad, cefalea, depresión, menor líbido
  • Derivadas de la ferropenia: Uñas quebradizas, coiloniquia (uñas en cuchara), pelo frágil, lengua lisa y depapilada, dolorosa, inflamada (glositis), estomatitis, disfagia orgánica por estenosis esofágica en anillo (Sd. Plummer-Vinson), pica (deseo compulsivo de ingerir sustancias no comestibles: tierra, hielo, yeso), neuralgias y parestesias y ocasionalmente hipertensión endocraneal benigna
  1. 4.Diagnóstico

Se debe tener en cuenta la evolución y manifestaciones: al disminuir el Fe sérico, se remueven los depósitos de la médula ósea (MO), sin presentarse anemia aún. Esta aparece como anemia microcítica e hipocrómica al acabarse los depósitos, disminuyendo la ferritina sérica.

Laboratorio

  • Disminución de glóbulos rojos, hematocrito y hemoglobina (A2)
  • VCM < 70 (Microcítica)
  • CHCM < 32 (Hipocrómica)
  • Disminución de reticulocitos (MO sin depósitos de Fe)
  • Leucopenia y trombocitosis
  • Disminución de sideremia
  • Incremento de la transferrina pero disminución de su saturación
  • Disminución de la ferritina sérica: Es el primer parámetro que se altera y el último en recuperarse luego del tratamiento. Es el mejor parámetro para diagnosticar ferropenia, luego de la biopsia de médula ósea, que rara vez es utilizada para este fin.

Imagen 2. Frotis de anemia microcítica hipocroma de causa ferropriva. Los eritrocitos son pequeños y pálidos

Imagen 3. Cinética del Fierro

  1. 5.Diagnóstico diferencial

El diagnóstico diferencial de anemia microcítica hipocroma, debe hacerse entre:

  • Anemia ferropriva
  • Anemia de enfermedad crónica
  • Talasemia menor
  • Intoxicación por plomo

La historia clínica, la cinética de fierro, electroforesis de hemoglobina y exámenes dirigidos a la búsqueda de un sitio de sangrado, harán el diagnóstico definitivo.

Imagen 4. Algoritmo diagnóstico de las anemias microcíticas

  1. 6.Tratamiento
  • El tratamiento está orientado a la causa de la anemia: tratamiento etiológico.
  • El objetivo es aumentar la hemoglobina para mejorar los síntomas y restaurar los depósitos.
  • Debe mantenerse hasta la normalización de los depósitos de hierro (ferritina sérica entre 20 y 200 ug/ml), que ocurre de 3 a 6 meses después de corregir la anemia
  • Se produce un pick reticulocitario desde el 4° día de tratamiento y por 12 días. La Hb se normaliza a las 4-10 semanas (aprox. 2 meses)
  • Tratamiento preventivo: a población de alto riesgo, ej. embarazadas en 3º trimestre, prematuros.
  • Tratamiento específico:

–         Sulfato ferroso 200 mg (60 mg Fe elemental)

–         Niños < 15 kg (5-6 mg / kg / día)

–         Adultos (2-3 mg / kg / día) 2 comprimidos/día por 6 meses.

–         Dar lejos de las comidas (mejor absorción)

–         Absorción aumenta con jugo de naranja y carnes; disminuye con té, leche, cereales.

  • Otra opción:

–         Fumarato ferroso 60 mg Fe elemental + Ac Folico 1 mg + Vitamina C 100 mg + Vitamina B6 10 mg) (Ferro Vitamínico R), el mismo  esquema.

–         Gluconato ferroso 100 mg / día

–         Fe parenteral ev o im (ampollas de 100 mg): solo si hay intolerancia oral o malbsorción.

Causas de Resistencia a tratamiento

  • Persistencia de hemorragia
  • Intolerancia al hierro
  • Interrupción o toma irregular
  • Causa oculta de malabsorción o enfermedad celíaca
  • Diagnóstico erróneo
  • Enfermedad Inflamatoria intestinal
  • Insuficiencia renal o hepática
  • Enfermedad maligna

1.7 Caso clínico

Mujer de 45 años sin antecedentes mórbidos, consulta por astenia de 1 mes de evolución, asociada a disnea de esfuerzos. Refiere hipermenorrea en ciclo menstrual de hace 1 año y menstruaciones regulares abundantes. Ante interrogatorio dirigido no refiere dolor torácico, rectorragia ni melena.

Anamnesis remota: Destaca que es vegetariana estricta hace 2 años.

Examen Físico: Destaca notable palidez de conjuntivas y soplo sistólico de eyección I/VI

8.Referencias

  1. Bases de la Medicina. Anemia Ferropriva
  2. Manual CTO. Anemia Ferropénica