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Etiqueta: Seguimiento: Completo

Vasculopatía periférica

Aspectos esenciales

  • Relacionado a factores de riesgo cardiovascular clásicos.
  • Clínica clásica dada por dolor en zona posterior de la pierna y claudicación intermitente, que cede con el reposo, asociado a una distancia determinada.
  • Diagnóstico se apoya en Estudio vascular no invasivo
  • Tratamiento consiste en el de los factores de riesgo y fármacos como AAS, clopidogrel y cilostazol.

Caso clínico tipo

Paciente de sexo masculino de 55 años, con antecedentes de hipertensión arterial, tabaquismo activo, diabetes mellitus y dislipidemia, presenta dolor en la zona posterior de la pierna al caminar 4 cuadras, que cede con el reposo y que después de ello puede seguir avanzando otras 4 cuadras más.   Enfermedad arterial oclusiva.

Definición

La enfermedad arterial periférica (EAP) es una de las manifestaciones más importantes de ateroesclerosis sistémica. Corresponde a un proceso de avance crónico secundario a la inflamación arterial crónica que se presenta en enfermedades de Grandes y pequeño vaso. Existen tres entidades prevalentes a mencionar: Enfermedad arterial oclusiva de extremidades inferiores, enfermedad cerebro vascular y aneurisma de la aorta abdominal. La primera de ellas es la que causa más graves complicaciones.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Fisiopatología: Los mecanismos fisiopatológicos más relevantes en la enfermedad vascular periférica comprenden la disfunción de la célula endotelial que resultan en un estrés oxidativo mantenido y el shear stress que se produce secundario a la prevalencia de Hipertensión Arterial y que se traducen en la alteración de los mecanismos vasodilatadores y la migración anormal de células al subendotelio con disminución progresiva del lumen vascular. Esto condiciona posteriormente que secundario a un evento de actividad, la demanda sanguínea requerida por la musculatura y los tejidos supera al aporte dado por la disminución del lúmen vascular, lo que condiciona isquemia y necrosis de los tejidos en forma crónica. Existe un mecanismo compensatorio que es la producción vasculatura colateral, que permite aumentar el aporte de oxígeno hacia la musculatura y los tejidos.

La prevalencia de esta entidad aumenta con la edad, afectando a un 4% de las personas mayores de 40 años y a un 15-20% en los mayores de 65, en los diabéticos la prevalencia ronda el 27%. La enfermedad vascular periférica es más frecuente en el sexo masculino (tendencia que se va equilibrando con la edad) y también en la raza negra. Existe una asociación entre esta patología y la aterosclerosis coronaria y cerebrovascular.  

La enfermedad aterosclerótica es por lejos la causa más común; sin embargo, también existen otras entidades que pueden generar claudicación intermitente, entre las cuales encontramos aneurismas trombosados, lesiones por traumatismos, ateroembolias, tromboembolias, vasculitis, lesiones por radiaciones y compresiones tumorales.

Los principales factores de riesgo que favorecen el desarrollo de enfermedad arterial periférica son dislipidemia, hipertensión, tabaquismo y diabetes, siendo los dos últimos aquellos asociados con mayor riesgo (en los pacientes diabéticos el riesgo de amputación es 5 a 10 veces mayor que entre los no diabéticos).

Diagnóstico

La EAP es un síndrome común que afecta a un amplio sector de la población, para su diagnóstico se ha tenido en cuenta como marcador sintomático la claudicación intermitente (CI); adicionalmente el índice tobillo/brazo ha emergido como un marcador confiable de la enfermedad arterial periférica clínica o subclínica, basados en la evidencia epidemiológica, las guías actuales recomiendan un punto de corte de 0.9 para el diagnóstico de la enfermedad arterial periférica.

La gran mayoría de los pacientes cursa en forma asintomática. Cuando es manifiesta, es frecuente que la piel sea muy sensible, existe además atrofia muscular, alopecia, engrosamiento y la fragilidad de las uñas. la piel impresiona lisa y brillante, también se puede observar atrofia de la grasa subcutánea en las almohadillas digitales. Las clasificaciones de Rutherford y Fontaine utilizan los diferentes síntomas y hallazgos en el examen físico para dividir los estadios la EAP.

– Clasificación clínica de Rutherford (más utilizada)

  • Categoría 0: asintomático
  • Categoría 1: claudicación leve
  • Categoría 2: claudicación moderada
  • Categoría 3: claudicación severa
  • Categoría 4: dolor en reposo
  • Categoría 5: pérdida ligera de tejido: úlcera no cicatrizante, gangrena focal con úlcera difusa del pie
  • Categoría 6: Pérdida importante de tejido que se extiende por encima del nivel transmetatarsiano, con pie funcional ya irrecuperable.

– Clasificación clínica de Fontaine:

  • Estadio I: asintomático
  • Estadio II: claudicación intermitente
  • Estadio IIa: claudicación tras caminar >150 metros
  • Estadio IIb: claudicación tras caminar <150 metros
  • Estadio III: dolor en reposo y nocturno
  • Estadio IV: necrosis, gangrena

Dentro de los métodos diagnósticos el índice tobillo-brazo (ITB) es una herramienta diagnóstica fundamental en la evaluación inicial de los pacientes en los que se sospecha EAMI. Existe una estrecha correlación entre el valor de corte del ITB y la gravedad de la arteriopatía. Un ITB > 0,50 sugiere que la progresión a isquemia crítica es improbable durante los próximos 6,5 años de seguimiento. Por el contrario, la presencia de un ITB gravemente disminuido (< 0,50) identifica a un grupo de pacientes que están en alto riesgo de experimentar dolor isquémico de reposo, úlceras isquémicas, gangrena o riesgo de amputación. Además de su utilidad diagnóstica, el ITB es útil como predictor independiente de mortalidad cardiovascular (tasa de sobrevida del 63% en individuos con ITB < 0,5, 71% para aquellos con ITB entre 0,5 y 0,69 y del 91% para los que presentaban ITB entre 0,70 y 0,89). El Ultrasonido combinado con el ITB confirma el diagnóstico con información acerca de la anatomía, tiene un S y E de 85-90% y 95%. El uso de angioTAC junto con la angioRM se encuentra en crecimiento exponencial por ser técnicas no invasivas con excelente determinación anatómica de las arterias periféricas. La angiografía digital que fue considerada el método de referencia durante décadas, hoy en día conserva su lugar en el diagnóstico de aquellos pacientes en los que se estima que se realizará una intervención terapéutica endovascular, ya que los métodos no invasivos nos brindan buenas imágenes en la mayoría de los casos sin la complicación de la punción, el contraste o la radiación.

La isquemia crítica de los miembros inferiores (ICM) se refiere al dolor en reposo o a la presencia de úlceras isquémicas o gangrena que persiste por un intervalo mayor a dos semanas. Los pacientes con ICM tienen similar riesgo de muerte que los pacientes con infarto agudo de miocardio o ACV. El paciente con ICM tiene un riesgo tres veces mayor de infarto de miocardio, ACV y muerte cardiovascular en comparación con los pacientes con claudicación intermitente. El 1 al 2% de los pacientes con EAMI evoluciona hacia la amputación del miembro. Cuando, por el contrario, la isquemia es crítica, en general, la historia natural es su empeoramiento progresivo hacia la amputación. Existen factores que aumentan el riesgo de pérdida de miembro, aquellos que reducen la microcirculación (diabetes, insuficiencia renal crónica, ICC, tabaquismo, exposición prolongada al frío y síndrome de Raynaud) y aquellos que requieren mayor flujo en la microcirculación (infección, celulitis u osteomielitis y presencia de lesiones).

Tratamiento

El tratamiento de la isquemia crítica de miembros inferiores consiste en la revascularización del miembro afectado siempre que sea factible. La revascularización directa debe lograr: la desaparición del dolor, cicatrización de lesiones tróficas, mantener un miembro funcionante y restablecer el estado prepatología.

La asociación de ICM e infección es frecuente, siendo este grupo de pacientes de alto riesgo de vida y amputación. Aquellos con infección descontrolada o grave requieren inmediata hospitalización e inmovilización, antibioticoterapia intravenosa y desbridamiento, ya sea de abscesos, flegmones, compromiso óseo o articular, necrosis extensa o gangrena. La incisión será realizada pensando en la resección final. La infección debe ser controlada antes del procedimiento de revascularización.

Tratamiento médico

  • Control de los factores de riesgo (tabaquismo, hiperlipidemia, hipertensión y diabetes mellitus)
  • Aspirina 75-100mg y/o Clopidogrel. Permite disminuir la incidencia de eventos vasculares y la mortalidad. No mejora la sintomatología. Todos los pacientes deben tener de base este tratamiento.
  • Tratamiento Anticoagulante: En caso de embolia diagnosticada o antecedente de eventos embólicos.
  • Pentoxifilina: Disminuye la viscosidad sanguínea y aumenta la flexibilidad de los GR. Mejora la clínica en forma leve, siendo ésta no constante entre los usuarios.
  • Cilostazol: Inhibidor de la Fosfodiasterasa 3 que produce vasodilatación y efecto antiagregante. Mejora la clínica en forma mayor que la pentoxifilina, pero no tiene un buen perfil de seguridad en pacientes con antecedente de Insuficiencia Cardíaca.

Tratamiento invasivo

Son datos importantes para la selección de la forma de revascularización del miembro afectado la expectativa de vida del paciente y la anatomía vascular. La lesión proximal debe ser tratada en primer lugar. Generalmente para pacientes con Clasificación Fontaine IIb, III y IV

  • Angioplastía
  • Tromboendarterectomía
  • By Pass Arteriales

Seguimiento

Derivar para manejo por especialista.

 

Referencias

  1. Manfredi, J. (2012). Endotelio, inflamación e hipertensión arterial. Revista Uruguaya de Cardiología, 27, 413-417. Recuperado de http://www.suc.org.uy/revista/v27n3/pdf/rcv27n3-hta-manfredi.pdf
  2. Valdés, F. (2015) Enfermedad Arterial Oclusiva Periférica. En Crovari, F. & Manzor, M. Manual de Patología Quirúrgica. pp.515-524. Santiago, Chile: Ediciones UC.

 

Pie diabético y otras infecciones en diabetes

Aspectos esenciales

  • La Diabetes mal controlada aumenta la ocurrencia de complicaciones.
  • Su frecuencia aumenta con el paso del tiempo.
  • En su etiopatogenia participan tanto las complicaciones micro como macrovasculares.
  • Al examen físico hay que buscar signos de otras complicaciones crónicas.

Caso clínico tipo

Se presenta a su consulta una paciente de 65 años, que acude por control de su diabetes. A la anamnesis se aprecia que la paciente ha presentado compromiso oftalmológico progresivo, infecciones a repetición, y mal cumplimiento terapéutico. Al examen físico destaca una herida plantar de su pie izquierdo con signos inflamatorios y secreción de material purulento, que la paciente refiere no haber sentido.


Definición

El pie diabético se define como «la ulceración, infección y/o gangrena del pie, asociados a neuropatía diabética y diferentes grados de enfermedad arterial periférica» (OMS), o como el “Pie de una persona diabética, la cual, por la sola existencia de su DM sufre alteraciones que la llevan a presentar riesgo de lesiones y amputaciones” (Norma Pie DM Chile).

Etiología-epidemiología-fisiopatología

El pie diabético y otras infecciones son complicaciones crónicas de la DM que se pueden prevenir, pero que son frecuentemente consultadas en la clínica por pacientes diabéticos que no controlan de forma adecuada su enfermedad.

La DM provoca un estado proinflamatorio que incide en una mayor probabilidad de generar infecciones, ya sea a nivel del sistema genitourinario (ITU a repetición) y en extremidades inferiores (ulceraciones en pies).  

El Pie DM corresponde a la principal causa de hospitalización prolongada y la primera causa de amputación no traumática de EEII en nuestro país. El año 2014, en Chile, 1 de cada 200 diabéticos sufrió una amputación. El 85% de los pacientes amputados tuvo una úlcera previamente. La principal causa de amputación es la utilización de calzado inadecuado.

El 60% corresponde a Pie DM neuropático, un 30% es neuro-isquémico, mientras un 10% el daño es isquémico puro. En la fisiopatología del pie diabético se conjugan distintos elementos derivados de la enfermedad. Se puede describir como un círculo vicioso que inicia con la neuropatía (sensorial, motora y/o autonómica) que altera o anula la percepción de estímulos nocivos, genera deformación anatómica de los arcos plantares y/o se acompaña de atrofia, sequedad y, por lo tanto debilidad de la piel. Como resultado de la alteración morfológica del pie se obtienen áreas de hiperpresión y mayor roce, que producen hiperqueratosis. En el contexto de un paciente con mal control metabólico, asociado a enfermedad vascular periférica (daño macroangiopático), cualquier trauma menor sobrepasa la capacidad fisiológica de reparación de las estructuras, lo que lleva a ulceración.

Diagnóstico

Diagnóstico es clínico. Se debe realizar examen de los pies en cada control (enfermera, médico) y una evaluación objetiva extensa al menos 1 vez al año.

Anamnesis: Sexo, edad, sintomatología, y antecedentes personales (antecedentes de DM, tiempo de evolución, tratamiento, y si se encuentra controlada), familiares (DM y otras patologías de importancia) y de las complicaciones (complicaciones de la DM).

Examen físico: Debe será realizado en decúbito y de pie. Siempre se deben buscar signos asociados a la DM descompensada (signos infecciosos, oftalmológicos, renales, neurológicos, inmunológicos, entre otros).

Examen rutinario minucioso de pies: pulsos, deformidades, heridas, hiperqueratosis. Además de la inspección de zapatos y calcetines. Se debe definir el tipo de pie DM y/o el riesgo de ulceración de éste.

– Pie Neuropático:

  • Aspecto tibio/caliente, piel seca y descamativa, asociado a deformidades en ortejos y arcos plantares, e hiperqueratoris plantar.
  • Reflejos disminuidos
  • Sensibilidad vibratoria y propiocepción alterada, con asimetría o ausencia de percepción (diapasón 256)
  • Sensibilidad táctil alterada, ausencia de percepción en una o más de las 4 zonas con el test de monofilamento (en pulpejo y base del hallux, base del 5to ortejo y talón).

– Pie Isquémico:

  • Aspecto frío, con llene capilar lento. Piel fría y brillante, aunque puede existir coloración cianótica o rubicunda (rubor isquémico).
  • Ausencia o disminución de la intensidad de los pulsos de la extremidad afectada.
  • En DM es poco frecuente la historia de claudicación intermitente.
  • Reflejos, arquitectura y sensibilidad normales.

En base a los puntos antes mencionados se debe evaluar el riesgo de ulceración, mediante el cual se define la periodicidad de los controles médicos.

Tratamiento

Pie DM neuropático:

Clasificación de Wagner

  • Grado 0: Pie de alto riesgo, sin herida o úlcera
  • Grado I: Herida o úlcera superficial
  • Grado II: Herida o úlcera profunda, compromiso de tendones
  • Grado III: Herida o úlcera con compromiso óseo
  • Grado IV: Gangrena localizada
  • Grado V: Gangrena del pie

Wagner 0: Se debe dar énfasis en las medidas de prevención. Indicar al paciente diabético que un pie sin heridas no es un pie sano. Se debe realizar el retiro de hiperqueratosis por un profesional apto.

Wagner I: En el manejo inicial la medida más importante en las etapas iniciales es evitar el apoyo de la región afectada, ya sea con reposo estricto o mediante la utilización de botas de descarga. Si se observa infección se debe considerar como Wagner II. Estando estabilizado, se deben realizar curaciones avanzadas por parte de enfermería con reevaluación médica cada 15 días. En ausencia de mejoría o en caso de progresión de la lesión séptica en 72 hr hay que derivar.

Wagner II: Se debe realizar una radiografía para descartar W III (signos de osteomielitis). Se deben realizar curaciones avanzadas con reevaluación médica cada 15 días. Ante evidencia de infección, iniciar ATB con amoxicilina + ácido clavulánico. En ausencia de recuperación en 15 días, derivar.

Wagner III o superior: Se clasifica como W III aquel pie DM en que se constata exposición ósea. En consulta ambulatoria podemos realizarla introduciendo una pinza estéril a través de la herida. En caso de sentirse un tope sólido (hueso), se habla de signo de la pinza (+), característico de éste grado. En caso de lesión menos evidente, se deben realizar imágenes. Una Rx de pie AP y oblicua mostrará signos de osteomielitis tras 2 a 3 semanas de infección, vs la RNM que mostrará el daño en pocos días. En todos los casos de WIII o superior se debe derivar para hospitalización y manejo por especialista, ya que requerirán ATB endovenosa además de resolución quirúrgica.

Pie DM Isquémico:

Todo usuario clínicamente sintomático que presente lesiones y/o dolor de reposo de instalación aguda (menos de 2 semanas) requiere de evaluación especializada precoz, siendo derivado a policlínico de choque o SU con diagnóstico de Isquemia aguda. En lo posible enviar con exámenes recientes, sólo si no retrasa la derivación. A nivel secundario y terciario se realizará la evaluación detallada y el rescate de la extremidad mediante procedimientos de revascularización o amputación.

Lograda la revascularización, el manejo de las lesiones residuales en el pie se deben realizar según lo mencionado para las lesiones neuropáticas.

 

Revisadas ya las causas y los efectos relacionados a esta patología, resulta evidente la necesidad de una adecuada prevención.

Como profilaxis se debe mantener un buen control metabólico de la glicemia, y para ello hacer énfasis en el tratamiento nutricional y farmacológico adecuado.

Es importante recalcar las siguientes medidas de prevención:

  • Inspección diaria de los pies (ayudándose con un espejo para observar la planta), debiendo consultar ante la aparición de cualquier anormalidad.
  • Hacer énfasis en el uso de calcetines y calzado adecuado.
  • Tratamiento de las patologías no ulcerativas.
  • Educación del paciente y su familia.
  • Y una vez que la úlcera se produzca realizar un manejo integral y adecuado por el equipo multidisciplinario.

Seguimiento

Derivar en pie DM WIII en adelante.

 

Referencias

  1. Ministerio de Salud de Chile. (2006). Norma Clínica: Manejo integral del Pie Diabético. Recuperado de http://www.ssmso.cl/protocolos/NormaClinicamanejointegraldepiediabeticoMinsal.pdf
  2. Pérez, F. (2016). Epidemiología de la Diabetes Mellitus II en Chile. Revista médica Clínica las Condes; volumen 27(2), pp. 146-151.

Diabetes gestacional

Aspectos esenciales

  • Diabetes Gestacional es la intolerancia a la glucosa que se inicia o es reconocida por primera vez durante el embarazo. Es independiente de su severidad y del requerimiento de insulina.
  • En Chile se hace screening a todas las embarazadas.
  • Diagnóstico con 2 Glicemias en Ayuna ≥ 105 mg/dl, o 1 PTGO ≥ 140 mg/dl.
  • Derivar a alto riesgo obstétrico.

Caso clínico tipo

Paciente de 38 años, multípara de 2 (primer hijo con PN 4.300 grs), con embarazo de 33 semanas. Al examen presenta altura uterina de 34 cm. La prueba de tolerancia a la glucosa a las 27 semanas muestra glicemia basal de 89 mg/dl y de 145 mg/dl a las 2 horas.


Definición

Diabetes Pre-gestacional (DPG): Paciente con patología conocida DM 1 o 2 que se embaraza, o que cumple con los criterios clásicos establecidos según la OMS durante el primer trimestre del embarazo.

Diabetes Gestacional (DG): Patología que inicia en el 2do trimestre de embarazo en adelante, caracterizado como cualquier grado de intolerancia a la glucosa manifestada durante este período.

Epidemiología

Según la encuesta nacional de salud del año 2003, en mujeres embarazadas entre 25-44 años la prevalencia de diabetes del embarazo es de 1,2% en Chile, con 68,8% correspondiendo a DG. A nivel mundial, más del 85% actual de Diabetes del embarazo son del tipo Gestacional.

La diabetes mellitus tipo 2 es la Diabetes pregestacional más frecuente.

Existe una asociación de HTA y pre-eclampsia con mujeres DM1 e HTA crónica en DM de tipo 2.

La DPG se asocia con distintas patologías, donde el grado de HbA1c es fundamental para evaluar riesgo, mujeres con HbA1c > 10 al momento de embarazarse presentaron 50% de Malformaciones congénitas, a diferencia de mujeres con HbA1c < 7 al momento de la concepción, donde la tasa es cercana a cero. Otra complicación a considerar es el aumento de la muerte fetal in útero.

Riesgos de DPG:

– Fetales:

  • Parto prematuro
  • Hipoglicemia neo-natal
  • Hiperbilirrubinemia
  • Macrosomía
  • Distocia de hombros
  • Malformaciones congénitas:
  1. Cardiovasculares 36,8%
  2. Neurológicas 20,8%
  3. Urogenitales 13,6%
  4. Musculo-esqueléticas 12,8%
  5. Digestivas 8,8%
  6. Orofaciales 1,6%
  7. Otras 5,6%

– Maternas:

  • Cesáreas
  • Infección/dehiscencia herida operatoria
  • Hemorragia post parto
  • TVP
  • Endometritis post parto

Con respecto a la DG, al igual que la DM2, su incidencia está en constante ascenso, algunos estudios indican prevalencias de un 1 a 25% aproximadamente.

El sobrepeso es el factor de riesgo más importante (y predispone también a DM2), también lo es la insulinorresistencia y haber presentado hiperglicemia en condiciones de stress (infecciones, tratamiento con corticoesteroides), la edad avanzada va en relación a que las mujeres mayores tienden a tener un IMC mayor (por tanto, mayor tasa de sobrepeso).

Los riesgos de la Diabetes Gestacional son similares a los de DPG, a excepción de no asociarse a malformaciones congénitas ni  muerte fetal in útero.

Etiopatogenia

Para comprender este apartado hay ciertos conceptos que debemos tener claros.

  •   La insulina materna NO atraviesa la barrera hemato-placentaria, por lo tanto el feto debe regular su glicemia a base de su generación propia de insulina.
  •  Los carbohidratos atraviesan la barrera hemato-placentaria por difusión facilitada. Por lo tanto niveles elevados de glicemia materna, conllevarán niveles elevados de glicemia fetal.
  • La insulina es la principal hormona ANABÓLICA del feto.
  • Además hay que saber que los aminoácidos atraviesan esta barrera por transporte activo, y los ácidos grasos por difusión simple.
  • En el primer trimestre del embarazo, los niveles elevados de hormonas esteroidales (estrógenos y progesterona) conllevan una hiperplasia de islotes pancreáticos, por lo tanto la glicemia basal de la mujer tiende a disminuir (un 20% aprox.) de la que tenía en el período pregestacional.
  • En el segundo trimestre en adelante, y debido al aumento de los requerimientos nutricionales del feto, la secreción de hormonas placentarias (lactógeno placentario, cortisol, prolactina) llevan a una insulinorresistencia global que aumenta los niveles basales de glicemia, provocando que mujeres predispuestas (obesas, resistentes a la insulina, etc…) no tengan los mecanismo homeostáticos necesarios para compensar la hiperglicemia, y desarrollar así DG.

Diagnóstico

– El diagnóstico de Diabetes Pregestacional se hace en el primer semestre de embarazo, utilizando los criterios clásicos de DM.

– Glicemia de ayunas alterada en 2 ocasiones > 125 mg/dL

– Paciente sintomático (polidipsia, poliuria, hiperfagia) con glicemia > 200mg/dL.

– PTGO alterada: > 100 en ayunas y/o > 140 post-carga

– La detección de Diabetes del embarazo es una práctica universal en mujeres embarazadas.

  • 1er control pre-natal: solicito glicemia de ayunas.

             . Si 100-125 mg/dL, sospecha de DG. Si al repetir el resultado sigue siendo entre 100 – 125, se diagnostica DG.

             .  Si > 125, repetir o tomar PTGO, si alterado: Diabetes Pre Gestacional

  • Semanas 24-28: solicito PTGO.

             . Si > 99 en ayunas y/o > o = a 140mg/dL post-carga (2hrs): Diabetes Gestacional.

  • Semana 30-33 a mujeres con factores de riesgo para DG: Solicito PTGO.

             . Si > 99 en ayunas y/o > o = a 140mg/dL post-carga (2hrs): Diabetes Gestacional.

– Factores de riesgo para DG:

Polihidroamnios, macrosomía fetal o aumento de peso > 2DS.

Tratamiento

OBJETIVO: Lograr un control metabólico adecuado, durante todo el embarazo.

Se sugiere realizar un examen de Hemoglobina glicosilada cada trimestre (DPG).

En el caso de la glicemia, también se debe realizar mediciones seriadas, basta con HGT para trabajar con metas de glicemia.

  • Antes del desayuno: 60- 90 mg/dL
  • Antes de comidas: 60- 105 mg/dL
  • 1 hora post-comidas: <140 mg/dL
  • 2 horas post-comidas: <120 mg/dL
  • Noche: 60-99 mg/dL
  • HbA1c: <6,0%

 

PILARES de Tratamiento:

Nutricional:

Prevenir aumento exagerado de peso y asegurar nutrientes adecuados para la gestación

Consumo calórico según pirámide alimenticia de OMS. En el primer trimestre, el óptimo es calcular 1600- 1800 kCal Diarias. Incrementando en 400- 500 kcal desde el segundo trimestre

H de C: 210 gr/día, proteínas: 1,1 gr/kg/día

Incentivar LME.

Realizar ejercicio de modo regular, evitando actividad extenuante y con alto impacto

 

Farmacológico: (siempre complementario a la dieta)

Se realiza con insulina:

Rápida, Lispro y Aspártica

Acción prolongada: NPH

Tener en cuenta que:

Los requerimientos durante el primer trimestre son similares a los pregestacionales.

En las semanas 7 a 15 son los requerimientos más bajos (ojo con hipoglicemias).

Las semanas 28 a 32 son las de mayor demanda de insulina

Requerimientos se estabilizan e incluso disminuyen desde la semana 35.

– DM1: Continuar con esquema antes utilizado, en general NPH SC. 0,4 – 0,5UI/Kg, repartidas 2/3 en la mañana y 1/3 en la noche.

En general esto corresponde al 50% de la insulina utilizada al día, siendo la insulina basal, agregando a esto bolos prandiales de insulina rápida, o ultrarápida (Lispro o Aspártica).

Realizar ajustes y correcciones según el automonitoreo con HGT.

Recordar que estas pacientes tienden más a la hipoglicemia nocturna (3:00 am) e hiperglicemia reactiva (7:00 am)

Aumentos post prandiales de glicemia son más acentuados

– DM2: Ideal es iniciar tratamiento con insulina antes de la concepción, incluso ante buenos controles metabólicos con hipoglicemiantes orales, cambiando esto por insulina.

Dosis utilizadas generalmente mayores que en DM1, pero pacientes con mayor estabilidad glicémica, y con necesidad de esquemas menos complejos.

Ante pacientes con  hiperglicemia sostenida o Hb1Ac > 9, el tratamiento se inicia Hospitalizado: Iniciar con 0,4- 0,6 UI/kg/día

Si la alteración metabólica es intermitente, y Hb1Ac <9, siempre y cuando sea posible garantizar controles frecuentes, se inicará tratamiento de modo ambulatorio con 1 o 2 dosis dependiendo de criterio clínico. Iniciar con 0,2 UI/kg/día.

Los resultados en la glicemia de ayunas obligan a aumentar tratamiento de insulina nocturno, y resultados alterados de glicemia antes de almuerzo y cena, requieren aumentos en insulina matinal.

Estos cambios deben corresponder en general al 10% de la dosis antes administrada.

Una vez alcanzadas las metas pre prandiales, debemos evaluar las glicemias post prandiales

Valores post prandiales 140- 180 mg/dL :  iniciar Insulina cristalina 2U; valores >180, iniciar 4U, siempre media hora antes de las comidas.

Considerar siempre consultar con especialista

– En mujeres con DG:

Iniciar tratamiento con insulina si en 2 semanas no se logra un óptimo control metabólico con manejo conservador.

El inicio del tratamiento se realiza idealmente ambulatorio, según criterio clínico podría realizarse una hospitalización breve de 24 hrs, con el fin de orientar y educar bien a la paciente.

Dosis inicial generalmente baja: 0,1-0,2 UI/kg/día para insulina NPH

Algunas recomendaciones:

Si sólo alterada glicemia de ayunas (>100mg/dL) inicio NPH nocturna 0,1 UI/kg

Alteración post desayuno: insulina rápida pre desayuno (2U si glicemia 140-179mg/dl y 4 U si >180mg/dL)

Pre y post desayuno en rangos normales, alteración post almuerzo, onces y pre cena: NPH matinal (0,15/kg/día antes del desayuno)

Si la alteración es pre desayuno y post comidas: 0,2U/ kg/día: repartidos en 2/3 antes desayuno y 1/3 en la noche.

Solicitar ayuda a un especialista.

Seguimiento

En nivel secundario según la normativa Minsal.

Referencias

  1. Ministerio de Salud de Chile. (2014). Guía Clínica AUGE: Diabetes y Embarazo. Recuperado de http://www.bibliotecaminsal.cl/wp/wp-content/uploads/2016/04/GUIA-DIABETES-Y-EMBARAZO.pdf

Nefropatía incipiente

Definición

Daño renal precoz en diabético objetivado con microalbuminuria estimada con relación albuminuria/creatinuria ≥ 30 mg/g  y < 300 mg/g.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

El 20 a 30% de las personas con DM2 tiene daño renal al diagnóstico. La hiperglicemia crónica condiciona, a largo plazo, el desarrollo de nefropatía, retinopatía, neuropatía y cardiopatía, determinando alta morbilidad y mortalidad respecto a la población general.

Diagnóstico

Examen de orina completa realizado al diagnóstico, puede evidenciar la presencia de proteinuria.

Si la prueba es positiva, se debe realizar una confirmación diagnóstica con la razón proteínas/creatinina (RAC) en muestra aislada de orina matinal. Si el índice es mayor a 0,3 el paciente debe ser evaluado por un nefrólogo. Si es negativo, debe determinarse la presencia de microalbuminuria (30 a 300 mg/día de albúmina urinaria).

Si es < 30 mg/d realizar otro control al año siguiente.

Si está entre 30 y 300 mg/d confirma la presencia de microalbuminuria y se debe repetir la prueba en un máximo de 6 meses.

Tratamiento

Iniciar tratamiento con IECA o ARA II, ya que disminuyen progresión de nefropatía, aún en pacientes normotensos.

Controlar otros factores de riesgo CV: suspensión de tabaco, control de PA < 120/75, control LDL < 100.

Seguimiento

Controles cada 4 meses con médico, enfermera y nutricionista.

DM II: Exámenes al diagnóstico y luego control anual (OC, RAC).

DM I: Microalbuminuria anual en pacientes con ≥ 5 años de evolución de la enfermedad. Si el índice proteinuria creatinuria es mayor o igual a 0,3 derivar a nefrología. Si es menor de 30 mg/g, realizar un nuevo control en un año.

 

Referencias

  1. Tagle, R., González, F., & Acevedo, M. (2012). Microalbuminuria y excreción urinaria de albúmina en la práctica clínica. Revista médica de Chile, 140(6), 797-805. https://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872012000600016
  2. Soto, N. Complicaciones crónicas de la Diabetes Mellitus. MEDICHI: Bases de la Medicina. Recuperado de http://www.basesmedicina.cl/diabetes/706_complicaciones_cronicas/inicio.htm

Hipertensión arterial en diabetes tipo 2

Definición

Paciente con diagnostico de DM 2 con presión arterial ≥ 130/80 mmHg

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Al momento del diagnóstico 30% de los pacientes DM2 tiene HTA, cifra que aumenta a 70% cuando se desarrolla nefropatía. En DM2 la hipertensión es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de complicaciones macrovasculares (enfermedad coronaria y ACV) y microvasculares (retinopatía y nefropatía). El manejo óptimo y agresivo de la PA es efectivo en reducir ambas complicaciones.

Diagnóstico

La definición estándar de hipertensión es una presión arterial (PA) ≥ 140/90 mmHg, pero estudios epidemiológicos y ensayos clínicos indican que una presión arterial ≤ 130/80 mm Hg confiere mejor protección macro y microvascular en pacientes con DM. Si se obtiene dicho valor en una medición debe confirmarse con otra medición durante otro día (MAPA).

Tratamiento

El tratamiento dependerá del nivel de HTA:

PAS 130-139 mm Hg o PAD 80-89 mmHg: terapia no farmacológica (cambios estilo de vida: reducción peso y disminución ingesta sal) por 3 meses. Si los objetivos no se logran, iniciar tratamiento farmacológico.

PA ≥ 140/90 mmHg: cambios estilo de vida y tratamiento farmacológico desde el diagnóstico.

Tratamiento farmacológico:

Primera elección: IECA o ARA II por su efecto protector adicional que ejerce al bloquear el sistema renina-angiotensina, que se relaciona con el desarrollo y progresión de daño renal, de manera que retrasan la progresión de microalbuminuria a macroalbuminuria en personas con DM 2 e hipertensión.

Si no se logra el objetivo de PA con IECA o ARA II, se asocia como segunda droga un diurético tiazídico en dosis baja (12,5-25 mg/día), siempre que la VFG sea ≥ 30 ml/min. En pacientes con microalbuminuria o nefropatía clínica que no logran las metas considerar el uso de antagonistas de los canales de calcio del tipo no dihidropiridínicos (diltiazem, verapamilo).

En pacientes con angina o IAM previo se debe incluir un betabloqueador.

Los calcioantagonista dihidropiridinicos no están recomendados porque no reducen la progresión de la nefropatía.

Seguimiento

El objetivo de presión arterial es ≤ 130/80 mmHg. Si el paciente presenta proteinuria persistente, la meta es PA < 125/75 mmHg. La mayoría de los pacientes DM requiere la combinación de dos o más antihipertensivos para lograr los valores objetivos de PA. Se debe controlar la PA en cada control médico y evaluar la presencia de hipotensión ortostática por neuropatía autonómica.

Infarto agudo al miocardio

Definición

Es la necrosis miocárdica, producto de la isquemia aguda, secundaria a la oclusión de una o más arterias coronarias.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Causa de muerte del 8% de la población chilena. La principal causa es la enfermedad ateromatosa, otras causas son angina de Prinzmetal, vasculitis, cocaína y disección coronaria. La oclusión coronaria aguda suprime el flujo sanguíneo, causando necrosis del miocardio.

Diagnóstico

Clínica: Dolor anginoso típico de más de 20 min de duración, asociado a cortejo neurovegetativo y sensación de muerte inminente. Sin embargo en ancianos o diabéticos se puede manifestar de maneras atípicas (Por ejemplo, con ausencia de dolor). Por lo general el examen físico es normal.

Electrocardiograma: Debe ser realizado en menos de 10 minutos desde que el paciente llega al SU. La primera alteración son las onda T hiperagudas, luego alteraciones del segmento ST en 2 derivadas contiguas, ondas Q patológicas (si hay necrosis transmural) y finalmente inversión de onda T. En términos de clasificación, generalmente se agrupan en Infartos con Supradesnivel del ST (SDST) y sin SDST, lo que determina en cierto modo el tratamiento y los plazos que exige el GES.

La definición de SDST en pacientes sin hipertrofia ventricular izquierda, ni bloqueo de rama izquierda es:

Nueva elevación desde el punto J en al menos 2 derivaciones contiguas, de ≥ 2mm (0,2 mV) en hombres o ≥ 1,5mm en mujeres en derivaciones V2-V3; ó ≥ 1mm en cualquier otra derivación.

Nuevo bloqueo completo de rama izquierda en pacientes con ECGs anteriores que no muestran dicha alteración. No debe tomarse aisladamente como diagnóstico.

Infradesnivel ST ≥ 2mm en precordiales V1-V4, que puede ser espejo de SDST en coordenadas posteriores.

Marcadores de injuria miocárdica: Hacen el dg de IAM independiente del patrón ECG. Son menos precoces y por tanto no determinan conducta inmediata. Hay mayor sensibilidad con curva de biomarcadores c/6 horas, y sirven para evaluar reperfusión. Los más importantes son CK, CK-MB (vida media de 36 horas) y Troponina, que es más sensible (dado que la vida media es de 7-14 días, también es útil para evaluar IAM reciente).

Tratamiento

Tratamiento Farmacológico:

NTG sublingual 0.4 mg c/5 min por 3 dosis. Evaluar uso de NTG intravenosa (5-10 mcg/min titulando cada 10 minutos hasta cese de dolor, sin bajar de PAS < 100. No en IAM pared inferior ni en hipotensión).

Morfina ev (2-4 mg en bolo cada 10 minutos. No en IAM pared inferior, ni hipotensión).

Aspirina (500mg vía oral primera dosis, luego 160 – 325 mg/día).

Clopidogrel (dosis inicial 300 mg VO una vez o 600 mg si irá a angioplastía, seguido de al menos 75 mg/día).

Estatinas. (Atorvastatina 80mg/día VO)

Si el paciente está en Killip I o II, puede iniciar β-bloqueo oral salvo contraindicación absoluta (por ejemplo, Propanolol en dosis de 5 mg vo c/6-8 hrs e ir titulando, o Carvedilol 6,25mg c/12 hrs).Importante en pacientes con infarto al miocardio por cocaìna se encuentra contraindicado el uso agudo de betabloqueadores en forma aguda. (En estos pacientes se encuentra recomendado el uso de benzodiazepinas). 

El uso de IECA debe posponerse hasta que el paciente se encuentre estable

Tratamiento definitivo dependerá del patrón ECG:

IDST se debe tratar como SCA sin SDST: Se debe realizar estratificación de riesgo del paciente con TIMI score.

TIMI Score: ≥65 años, 3 factores de riesgo CV, estenosis previa ≥50%, desnivel segmento ST > 0,5mm, 2 eventos anginosos en 24 hrs, aspirina en los últimos 7 días y elevación de biomarcadores. (1 punto para cada ítem), que lo clasifica en riesgo alto (5-7 puntos), medio (3-4) y bajo (<3).

Tratamiento común incluye Aspirina, NTG sublingual 0.4 mg c/5 min por 3 dosis y evaluar necesidad de NTG e.v.; β-bloqueo dentro de las primeras 24 hrs si no hay contraindicación (Verapamilo o diltiazem son opciones, no dar en falla cardíaca), un IECA dentro de las primeras 24 hrs a pacientes con congestión pulmonar o FE <40% en ausencia de hipotensión). Se agregará anticoagulante (Heparina no fraccionada o HBPM) + doble antiagregante (Clopidogrel y AAS). Posterior a esto, se decidirá la opción de realizar manejo invasivo precoz en pacientes con angina refractaria, inestabilidad hemodinámica/eléctrica o pacientes estables de alto riesgo. En pacientes en que se decide sólo manejo conservador, debe plantearse angiografía en caso de síntomas recurrentes, falla cardíaca o aparición de arritmias severas.

En IAM con SDST se debe realizar reperfusión, para lo cual existen 2 opciones: Trombolisis sistémica (TS) o Angioplastía (AP). Con respecto a TS se recomienda aplicar antes de las 12 hrs de iniciado el cuadro, con estreptoquinasa 1.500.000 UI en solución salina 0,9% 250cc ev en 45 minutos (RAM más frecuente es la hipotensión: se detiene la infusión, se elevan EEII, aporte de volumen y el resto se pasa en 30 min). No administrar en alto riesgo de hemorragia.

La AP tiene ventajas en pacientes con contraindicación de TS, en cuadros de más de 3 hrs. de evolución, o con shock cardiogénico. Requisitos para realizarla: el tiempo puerta-balón (primera consulta a intervención) de 90 min, en un centro con alta experiencia.

Criterios de reperfusión exitosa:

– Inversión onda T < 24 hrs.

– Peak enzimático < 12 hrs.

– Descenso ST a la mitad en 90 min (el mejor signo).

– Disminución del dolor a la mitad.

 Importante en los IAM derecho (sospecharlo IAM de pared inferior asociado a hipotensión e ingurgitación yugular), se debe reanimar con volumen y no usar nitratos.

Previo al alta, realizar un ecocardiograma y evaluar FEVI:

Seguimiento

Debe ser en intensivo, monitorizado (principal causa de muerte son arritmias ventriculares malignas).

Vigilar aparición de complicaciones:

– Mecánicas: La más común es la rotura de pared libre (se manifiesta como taponamiento cardiaco); perforación del tabique interventricular; disfunción de musculo papilar (EPA) y la formación de aneurismas o pseudoaneurismas. En general son tardías (> 4 días).

– Eléctricas: Incluyen bloqueos AV, FA, taquicardia ventricular y fibrilación ventricular.

Bibliografía:

https://www.uptodate.com/contents/overview-of-the-acute-management-of-st-elevation-myocardial-infarction?source=search_result&search=infarto%20agudo%20al%20miocardio&selectedTitle=1~150

Taquicardia paroxística supraventricular (TPSV)

Definición

Es una taquiarritimia regular de origen supra ventricular, generalmente se presenta con una frecuencia de 150-250 lpm. Presentación en episodios esporádicos de inicio y término bruscos.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Existen diversas causas, la más frecuente es una reentrada en el nodo AV, por la presencia de fibras con diferentes períodos refractarios. En este caso, con un acoplamiento crítico, un impulso prematuro auricular encontraría la vía rápida refractaria y sería conducido por la vía lenta. La baja velocidad de conducción de esta vía permitiría que, al llegar el impulso a la aurícula, la vía rápida ya estuviese despolarizable y el impulso retornara al His y al ventrículo, produciéndose un eco que, de perpeturarse, generaría una taquicardia.

La segunda causa más importante es la presencia de un haz paraespecífico o vía accesoria oculta (en este caso, si se asocia a Síndrome de preexcitación [diagnóstico ECG], se denomina Sd. Wolf Parkinson White, es decir Sd. preexcitación + arritmia).

Se presenta por lo general en mujeres jóvenes, sin antecedentes mórbidos ni cardiopatía de base.

Diagnóstico

Se presenta principalmente como palpitaciones mal toleradas, en general sin compromiso hemodinámico, que se acompañan de ansiedad y nerviosismo. Otros síntomas posibles son mareos, malestar precordial inespecífico. El diagnostico es Electrocardiográfico, evidenciándose taquicardia regular de complejo angosto (QRS < 0,12 seg) en ausencia de onda P.

Tratamiento

Si no existe compromiso hemodinámico, iniciar tratamiento con maniobras vagales (masaje carotídeo, estimulación faríngea) que el 80% de las veces interrumpe la arritmia. Si no revierten el cuadro, usar fármacos que actúan a nivel del NAV: de elección Adenosina 1 ampolla (6mg) vía endovenosa, seguido de bolos de solución fisiológica. Si no revierte con una ampolla de adenosina, readministrar el doble de dosis (12mg). En su defecto, usar Verapamilo (5mg iv), Diltiazem o Amiodarona (hasta 5mg/kg).

Si existe compromiso hemodinámico: Cardioversión eléctrica.

Criterios de inestabilidad hemodinámica según la AHA

  • Signos de mala perfusión periférica
  • Compromiso de conciencia
  • Hipotensión
  • Angina
  • Disnea

Seguimiento

La gran mayoría revierte con las medidas indicadas, sin embargo un porcentaje  presenta recurrencias. Frente a la recurrencia o la mala tolerancia hemodinámica a una TPSV debe plantearse la derivación a especialista, quien indicará B-Bloqueo permanente u otros fármacos, y la necesidad de estudio electrofisiológico (EEF) para posible fulguración del  haz eliminando el circuito de re entrada. En personal como aviadores, deportistas alto rendimiento se debe plantear la fulguración desde el inicio.

Bibliografía

J. Rondón Parajon, G. Moreno, A. Hernández Madrid y C. Moro Serrano. Taquiarritmias supraventriculares. Medicine 2005; 9(36): 2361-2370

Triquinosis

Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico Específico Tratamiento Completo Seguimiento Completo

Aspectos esenciales

  • Su principal agente causal es Trichinella spiralis.
  • Se adquiere por la ingestión de carne de cerdo insuficientemente cocida con larvas enquistadas en su interior.
  • No se recomienda la biopsia muscular. El diagnóstico confirmatorio es por serología.

Caso clínico tipo

Paciente masculino de 38 años consulta por mialgias generalizadas. Al examen físico presenta 39°C. Dirigidamente refiere haber estado comiendo carne de cerdo de un lugar no autorizado durante un viaje al sur con su familia hace dos semanas. En el hemograma se observa eosinofilia.

Definición

Zoonosis parasitaria causada por nemátodos del género Trichinella.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Es una infección reportada en todo el mundo, de gran importancia en América del Sur. Se da generalmente en brotes epidémicos esporádicos asociados a grupos familiares. Su frecuencia es mayor en zonas rurales debido a la matanza clandestina de cerdos. Se adquiere por la ingestión de carne de cerdo insuficientemente cocida con larvas enquistadas en su interior, que son liberadas en jugos gástricos. En el intestino, estas larvas crecen y copulan originando más larvas, las que posteriormente pasan al torrente sanguíneo y se enquistan en el músculo esquelético. La invasión del músculo comienza alrededor del 7° día de la infección y perdura mientras existan hembras en el intestino.

Diagnóstico

El cuadro clínico se caracteriza por una fase intestinal la primera semana, que puede ser asintomática o presentarse con dolor abdominal, vómitos, náuseas y diarrea, dependiendo de la carga infectiva. En la fase muscular, después de una semana, se asocia a fiebre y mialgias que empeoran con el movimiento. También puede presentar síntomas oculopalpebrales como edema, inyección conjuntival y dolor al movimiento ocular. También se describe hemorragia subungueal, conjuntival y retinal. Puede presentar otros signos como rash cutáneo. En la enfermedad severa se asocia enfermedad cardiaca, por miocarditis (por inflamación a distancia), lo que produce arritmias severas, la principal causa de muerte en la triquinosis. También se asocia a compromiso pulmonar, cerebral y renal.

El diagnóstico de certeza se realiza por serología. No es recomendable la biopsia muscular ya que es invasiva y además no se sabe con certeza la ubicación de los quistes larvales. Al laboratorio, la eosinofilia es característica (aparece en la segunda semana).

Tratamiento

Albendazol 400mg cada 12 horas por 10-14 días + corticoides (para disminuir la inflamación muscular).

Seguimiento

Es de notificación obligatoria. Se debe investigar familiares con síntomas similares que hayan estado expuestos.

Parasitosis intestinales

Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico: Específico. Tratamiento: Completo. Seguimiento: Completo.

 

Aspectos esenciales

  • Fecalismo más frecuente en niños, y carnivorismo en adultos.
  • Eosinofilia presente en helmintos, pero no en protozoos (excepto Isospora).
  • Diagnóstico con EPSD.
  • Protozoos se tratan con Metronidazol, cestodos con Praziquantel y nematodos con Mebendazol o Albendazol.

 

Caso clínico tipo

Un asistente sanitario de 36 años, sufre desde hace dos meses cuadro abdominal intermitente de náuseas, heces pastosas, flatulencia, meteorismo y baja de peso de 3 kg.

Definición

Las parasitosis digestivas son originadas por protozoos y helmintos que comprometen fundamentalmente el intestino (delgado y grueso) y, excepcionalmente, otras partes del tubo digestivo

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Los agentes etiológicos responsables de parasitosis intestinales de mayor importancia en nuestro medio son:

Protozoos Helmintos Nematodos Helmintos Cestodos

– Entamoeba Histolytica

– Giardia intestinalis

– Cryptosporidium parvum

– Isospora belli

– Ascaris lumbricoides

– Trichuris trichiura

– Anisakis sp.

– Tenia saginata

– Tenia solium

– Diphyllobothrium latum

– Hymenolepis nana

Todos los protozoos intestinales tienen como mecanismo de transmisión el fecalismo humano y destacan especialmente Giardia y Cryptosporidium como agentes de gastroenteritis por aguas contaminadas.

Entre los nemátodos, la mayoría es por geofagia excepto Anisakis que es por el consumo de peces no cocidos. En cuanto a los céstodos, el carnivorismo es el principal mecanismo de transmisión, sea de vacuno en T. saginata, de cerdo en T. solium y de peces de agua dulce en Diphyllobotrium. La excepción a esto último lo hace Hymenolepis que es por fecalismo humano.

La mayoría de las parasitosis intestinales que son por fecalismo afectan más a niños (excepto Isospora y E. histolytica) y las que son por carnivorismo más a los adultos. Los geohelmintos (Ascaris y Trichuris) y los parásitos por carnivorismo han disminuido su frecuencia en zonas urbanas, pero aún se mantienen vigentes en zonas rurales.

 

Diagnóstico

Cuadro Clínico:

Las parasitosis intestinales por protozoo tienen como síntoma principal la diarrea, la que puede ser acuosa en casos de Giardia, Isospora o Cryptosporidium, o disentérica en amebiasis (recordar que E. hystolitica puede dar infecciones extraintestinales como es el absceso hepático amebiano). Las Giardosis pueden presentar un síndrome de malabsorción en el contexto de una diarrea crónica.

Los cuadros debidos a cestodos principalmente se manifiestan por dolor abdominal, baja de peso y en algunas ocasiones porque el paciente observa las proglótidas en las heces. Hymenolepis también puede dar vómitos y diarrea con Sd. de malabsorción.

En cuanto a los nemátodos, Tricocefalosis puede dar diarrea disentérica, en cambio las Ascariasis no dan mucha sintomatología intestinal, excepto cuando son masivas; generalmente dan más manifestaciones respiratorias cuando realizan el ciclo de Loos (Sd. de Loeffler). Anisakis da más sintomatología digestiva superior al comienzo (disfagia, dolor epigástrico, vómito; incluso se puede expulsar el gusano por la boca) y luego de varios días puede presentar síntomas más intestinales.

Una característica particular de las parasitosis es la eosinofilia. Los helmintos tisulares dan las eosinofilias más notorias (en este tema destacaría Ascaris en su paso por el pulmón). Se describe clásicamente que los helmintos intestinales también las presentan, aunque menos notorias. Los protozoos intestinales no dan eosinofilia, con excepción de Isospora, la que incluso puede presentar Cristales de Charcot-Leiden en las deposiciones.

El diagnostico se hace con EPSD (estudio parasitológico seriado de deposiciones) en casi todos estos casos. Cuando se sospecha de Isospora o Cryptosporidium el EPSD debe hacerse con tinción de Ziehl-Nielsen. En el caso de Anisakis, el diagnostico es endoscópico.

Tratamiento

Se debe hacer el tratamiento general de una deshidratación o por Sd de malabsorción si lo presenta. El tratamiento es ambulatorio, excepto en T. solium el cuál es hospitalario con aislamiento entérico (para prevenir Cisticercosis).

Cuando el agente es un protozoo el tratamiento es con Metronidazol ( Giardasis: Adultos 30 mg/kg -niños 15 mg/kg/d- vo c/8 hrs x 5 días / Amebiasis: Adultos 30 mg/kg/día -niños 30-50 mg/kg/día dividido en 3 dosis- en una dosis x 10 días), excepto en el caso de Cryptosporidium (Nitazoxanida 500 mg vo c/ 12 hrs por tres días) e Isospora (Trimetoprima-Sulfametoxazol 160/800 mg c/ 6 hrs por 10 días).

Cuando el agente es un cestodo se trata con Praziquantel en dosis única (10 mg/kg/día)

Cuando el agente es un nemátodo se trata con un azol, como Mebendazol (500 mg dosis única o 100 mg c/ 12 hrs por 1-3 días, dependiendo el parásito) o Albendazol (400 mg dosis única). 

Seguimiento

Además de evaluar la efectividad del tratamiento en una consulta posterior, se debe hacer una asesoría educacional sanitaria sobre los mecanismos de infección para evitar otras reinfecciones por la misma causa dentro de la comunidad.

Bibliografía

INFECCIONES POR PARÁSITOS MÁS FRECUENTES Y SU MANEJO – Dr. Werner Apt B. REV. MED. CLIN. CONDES – 2014; 25(3) 485-528 file:///C:/Users/GREEN%20X%20RESORT/Desktop/12-Dr.Apt.pdf

 

Enfermedades eruptivas no complicadas (varicela, herpes zóster)

Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico: Específico. Tratamiento: Completo. Seguimiento: Completo.

Aspectos esenciales

  • La Varicela y el Herpes Zoster se producen por el mismo virus: VZV.
  • La varicela produce prurito; la mayoría de las erupciones exantemáticas no lo hacen.
  • Tratamiento: Aciclovir vo 800 mg 5veces/d x 7 días

Caso clínico tipo

Paciente de 64 años, presenta hace dos días dolor torácico urente en franja unilateral. La noche anterior aparecen vesículas sobre fondo eritematoso en la zona del dolor. Al interrogatorio dirigido dice haber tenido Varicela cuando niño.

Definición

Son una serie de entidades cuya característica común es la presencia de erupciones cutáneas generalizadas. Entre ellas, destacan las infecciones por el Virus Varicela-Zoster (VZV). La escarlatina (Streptococo betahemolítico), eritema infeccioso (parvovirus B19) y exantema súbito (virus Herpes 6) son de interés pediátrico. Otras son rubéola, sarampión (prácticamente sin casos en Chile gracias a la vacunación) y algunas enfermedades por rickettsias (endémicas de otros países).

Etiología-epidemiología-fisiopatología

El VZV pertenece a la familia Herpesviridae. Es el agente etiológico de dos entidades clínicas: Varicela (primoinfección) y Herpes Zoster (reactivación). La transmisión se produce a través del contacto con las gotitas de aerosol de las secreciones nasofaríngeas de una persona infectada o por contacto cutáneo directo con líquido de las vesículas de lesiones en la piel. El virus ingresa por la vía respiratoria, se replica en el epitelio e ingresa a los capilares produciendo una viremia primaria; luego se disemina en el sistema reticuloendotelial y por último, establece una viremia secundaria. Los virus colonizan la piel y desde ahí infectan los ganglios de las raíces dorsales de los nervios sensitivos dónde permanecerán latentes. La varicela es una infección altamente contagiosa Generalmente se presenta en menores de 10 años y en invierno y primavera, y tiende a ser más leve en comparación a su presentación en adultos o en inmunocomprometidos. El Herpes zoster se manifiesta generalmente en > 60 años o pacientes inmunosuprimidos.

Diagnóstico

Varicela: El periodo de incubación es de 10-21 días. Los enfermos son contagiosos 48 horas antes del comienzo del exantema y hasta que todas las vesículas formen costras. Las manifestaciones clínicas incluyen un pródromo de fiebre, malestar general, o faringitis, seguido por el desarrollo de la aparición del exantema. Las lesiones cutáneas son maculopápulas, vesículas y costras en distintos estados evolutivos al principio en cara y tronco, pero luego generalizadas.

Herpes Zóster: Se caracteriza por una erupción vesiculosa unilateral circunscrita a un dermatoma. El dolor es intenso, generalmente de carácter lancinante y puede preceder a la aparición de las lesiones. La duración de la enfermedad suele ser 7-10 días. El zóster oftálmico puede terminar en ceguera. El zóster del nervio facial (Sd. de Ramsay Hunt) además de vesículas en el pabellón auditivo externo, presenta ageusia de los tercios anteriores de la lengua. El diagnóstico de estas enfermedades es principalmente clínico, pero puede confirmarse por cultivo de tejidos, seroconversión (IgM), PCR o elevaciones de anticuerpos (IgG).

Tratamiento

En general depende del estado inmunitario del paciente y factores de riesgo: Para los niños sanos ≤ 12 años, la varicela es generalmente autolimitada y se sugiere no administrar tratamiento antiviral. Sin embargo, se debe considerar el tratamiento en usuarios de corticoides intermitentes, trastornos cutáneos o enfermedad pulmonar crónica (infecciones bacterianas secundarias pueden tener consecuencias graves en estos casos). En huéspedes inmunocompetentes, se detiene la replicación viral por lo general de 72 horas después de la aparición de la erupción (por lo que se debe iniciar su tratamiento antes)

  • Adultos inmunocompetentes: Aciclovir vo 800 mg 5 veces/día x 5-7 días.
  • En niños menores de 12 años (y con indicación de tratamiento), la dosis de aciclovir es 20 mg/kg (dosis máxima de 800 mg) c/ 6 hrs por 5 días
  • Adultos inmunocomprometidos: Aciclovir 10 mg / kg IV cada 8 horas x 7-10 días
  • Niños >1 año y adolescentes inmunocomprometidos:  Aciclovir 1500 mg/m2/día iv dividido en 3 dosis o 30 mg/kg/día iv dividido en 3 dosis, x 7-10 días
  • Herpes Zóster en inmunocompetente (con menos de 72 hrs después del inicio de aparición de lesiones): Aciclovir 800 mg 5 veces al día vo x 7 días o valaciclovir 1 gr 3 veces al día vo x 7 días.
  • En casos de pacientes inmunocomprometidos con herpes zóster, iniciar mismo esquema aunque hayan transcurrido 72 hrs desde la aparición del lesiones.

Seguimiento

Un 50% de los mayores de 50 años refieren neuralgia postherpetica. Posibles complicaciones son sobreinfección bacteriana o enfermedades congénitas.

 Bibliografía

https://www.uptodate.com/contents/treatment-of-varicella-chickenpox-infection?source=search_result&search=tratamiento%20varicela&selectedTitle=1~150#H167447725

https://www.uptodate.com/contents/treatment-of-herpes-zoster-in-the-immunocompetent-host?source=search_result&search=tratameinto%20varicela%20zoster&selectedTitle=1~150

https://www.uptodate.com/contents/clinical-features-of-varicella-zoster-virus-infection-chickenpox?source=search_result&search=varicela%20y%20herpes%20zoster&selectedTitle=2~150