Aspectos esenciales

  • Enfermedad reumatológica más común.

  • Mujeres mayores de 60 años.

  • Dolor que aumenta con actividad y disminuye en reposo.

  • Rigidez de menor duración a la de AR.

  • Tratamiento no farmacológico es fundamental.

  • Descartar causas secundarias.

Caso clínico tipo
Mujer de 65 años con cuadro de 3 años de evolución de dolor al caminar en rodillas y rigidez matinal que dura menos de 30 minutos.
Al examen físico limitación y crujido. Se solicita Rx rodillas que muestra; disminución del espacio articular, esclerosis subcondral y presencia de osteofitos.


Definición
Enfermedad degenerativa articular de evolución crónica caracterizada por daño al cartílago y los tejidos periarticulares. La característica patológica del cuadro es la pérdida de cartílago hialino articular, asociado a esclerosis subcondral, osteofitos, estiramiento de la cápsula y debilidad de los músculos estabilizadores relacionados. Puede afectar cualquier articulación, pero predomina en aquellas que sostienen peso o se movilizan con frecuencia (columna vertebral, cadera, rodilla, manos).

Epidemiología
Cuadro reumático más frecuente en > 65 años y una de las principales causas de discapacidad en este grupo etario. Afecta más frecuente en mujeres. Durante muchos años se aceptó que la artrosis era un problema de desgaste por uso, actualmente se considera que no es una consecuencia obligada. Involucra un proceso patológico que tiene origen en una falla metabólica del cartílago que lo lleva a la desintegración gradual generando los síntomas característicos. Dentro de los factores de riesgo se incluye la edad (factor de riesgo principal), sexo, raza, obesidad (mujeres obesas 4 veces más riesgo), ocupacionales, genéticas, tabaquismo.

Diagnóstico
Clínica: El dolor es el síntoma cardinal, pudiendo ser de inicio insidioso e intensidad leve, intermitente y autolimitado. Las zonas más afectadas son las manos, rodillas, caderas y columna vertebral. En las manos las zonas más afectadas son las IFD, trapecio-metacarpiana y menos frecuentemente IFP. El compromiso puede generar un aumento de volumen en las articulaciones por hipertrofia ósea, los cuales se denominan nódulos de Heberden (IFD) y Bouchard (IFP). A diferencia de AR, el aumento de volumen es duro y sin signos inflamatorios. En rodillas genera limitación en flexión, con presencia de crujido articular al examen físico. En caderas se manifiesta inicialmente como trastorno de marcha con limitación en la rotación interna y luego en la flexión y abducción. El compromiso vertebral lleva a dolor cervical y lumbar, no irradiado y de localización inespecífica.
Imágenes: Los hallazgos característicos son disminución del espacio articular, esclerosis subcondral, osteofitos y geodas. No hay correlación entre hallazgos imagenológicos y clínicos, pudiendo ser totalmente discordantes.
Es fundamental la sospecha de artrosis secundaria (a artritis, trastornos metabólicos, endocrinológicos, estructurales o traumáticas), lo cual debe considerarse ante aparición de artrosis en menores de 40 años, más aún en varones, localización atípica (hombro, muñeca, tobillo), signos de compromiso sistémico o alteraciones de laboratorio sospechosas (elevación de VHS, hipercalcemia, etc).

Tratamiento
Ambulatorio en APS. GES incluye tratamiento médico de artrosis de rodillas y caderas para personas >55 años, remplazo articular con endoprótesis total de cadera en personas > 65 años con artrosis de cadera y limitación funcional severa y entrega de órtesis para adultos > 65 años.

  • No farmacológicos: baja de peso, ejercicio aeróbico, siendo especialmente beneficiosos aquellos en agua, modalidades térmicas y educación paciente.

  • Farmacológico:

    • Analgesia: Paracetamol 1g/8 horas, en caso de no ser suficiente se puede utilizar AINEs por períodos cortos como Ibuprofeno (No se ha descrito ningún AINEs más efectivo que otro, incluyendo a los COX- 2 selectivos que representan beneficios disminuyendo los efectos adversos).

    • Corticoides intraarticulares solamente útiles en brotes agudos, y no utilizar más de 2 cada año.

    • Los opioides pueden utilizarse en contexto de terapia escalonada sólo si la respuesta es insuficiente con las medidas anteriores.

    • El uso de Glucosamina y viscosuplementación puede considerarse en el manejo sintomático.

  • Quirúrgico: a evaluar en paciente con dolor intratable y/o alteración grave de la función articular. Se realiza reemplazo articular con endoprótesis, evaluar por traumatología.

Seguimiento
Control del dolor y progresión de enfermedad. Derivar si: dolor intenso incapacitante, sospecha de artrosis secundaria, compromiso neurológico secundario a compromiso de columna.

Bibliografía

1. Ministerio de Salud. Guía Clínica Tratamiento médico en personas de 55 años y más con artrosis de cadera y/o rodilla, leve o moderada. Santiago: Minsal, 2009.

2. Ballesteros F, Palma S, Radrigán F, Riedemann P, Verdejo U. Guía de Práctica Clínica en Osteoartritis. Reum 2005;21(1):6-19. Disponible en: http://www.sochire.cl/bases/r-186-1-1343619763.pdf

3. Osteoartrosis – Capítulo 174. Harrison. Manual de medicina. 18º edición. Editorial McGraw Hill.

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