Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico: Sospecha Tratamiento: Inicial Seguimiento: Derivar

Aspectos esenciales

▪   La causa más frecuente es TVP femoro-poplítea.

▪   La disnea y el dolor torácico son cardinales.

▪   El Gold standard para el diagnóstico es la AngioTAC de tórax.

▪   Si la sospecha es alta se debe iniciar el tratamiento anticoagulante sin demora.

Caso clínico tipo

Mujer hospitalizada por Fx de cadera no resuelta, presenta de manera súbita disnea y dolor torácico con tope inspiratorio. Al examen está normotensa, taquicárdica y taquipneica. Dada la alta sospecha clínica solicita Angio TAC de tórax que muestra TEP. Inicia manejo con HBPM.

Definición

La tromboembolia pulmonar (TEP) es la obstrucción al flujo arterial pulmonar, secundario a trombo que frecuentemente se origina y desprende del territorio venoso. De acuerdo a su localización se caracterizan como centrales o proximales (de la art. pulmonar principal, lobar o segmentaria) y distales o subsegmentarios. En relación a la temporalidad pueden ser agudo, sub agudo y crónicos.

Se define como TEP masivo en sujetos sin enfermedad cardiopulmonar previa una obstrucción > 50% del lecho vascular pulmonar y en aquéllos con enfermedad cardiopulmonar una obstrucción > 23%, que causa hipotensión (PAS < 90 mmHg o una disminución en la PAS ≥ 40 mmHg desde su basal, por un período > 15 minutos).

Etiología-epidemiología-fisiopatología

La principal causa de TEP es la migración de un émbolo arterial proveniente de una TVP (60% de los pacientes con TEP presentan una TVP).  Los factores de riesgo principales son los que determinan la denominada Tríada de Virchow (estasia venosa, daño endotelial e hipercoagulabilidad): cirugías mayores (abdominpelvianas, cadera y EEII), cesárea y puerperio, neoplasias, fracturas/traumas de EEII, inmovilización prolongada, tabaquismo, uso de anticonceptivos orales y el antecedente personal de TVP o TEP.

El émbolo puede producir infartos pulmonares, alteración de la relación V/Q, y compromiso de corazón derecho. La afectación cardíaca está mediada por aumento de la resistencia del territorio vascular secundaria a tanto a obstrucción por el émbolo como por vasoconstricción pulmonar secundaria a la hipoxemia; este aumento de la resistencia vascular pulmonar lleva a dilatación del ventrículo derecho, y eventualmente a disminución del gasto cardíaco debido a caída de la precarga.

exámenes que son de utilidad (sospecha): ECG (Bloqueo de rama derecha, desviación del eje a derecha y patrón S1Q3T3), Ecocardiograma que evidencia compromiso de ventrículo derecho y mide la PAP (no hace el diagnóstico), y las enzimas cardíacas que pueden estar elevadas (indica compromiso del miocardio).

La probabilidad pre-test nos ayuda a definir la conducta diagnóstica, de acuerdo al siguiente algoritmo:

Criterios modificados y simplificados de wells para evaluación de probabilidad pretest de tep
CRITERIO PUNTOS
Síntomas y signos clínicos de TVP 3.0
Diagnóstico alternativo menos probable que TEP 3.0
Frecuencia cardíaca >100x’ 1.5
Inmovilización prolongada 1.5
Cirugía en las últimas 4 semanas 1.5
TVP o TEP previos 1.5
Hemoptisis 1.0
Cáncer (en tratamiento actual o menos 6 meses o en cuidados paliativos) 1.0
RIESGO
Baja <4
Alta ≥4


Factores de riesgo

 1. TEV (Tromboembolismo Venoso) anteriores
2. Edad avanzada (70 años)
3. Cáncer activo, especialmente: – Pulmón – Páncreas – Colorrectal – Riñón – Próstata
4. Poca movilidad por trauma o cirugía reciente
5. Daño neurológico
6. Uso de férulas de inmovilización
7. Viajes prolongados
8. Portadores de catéteres intravenosos
9. Embarazo
10. Uso de anticonceptivos orales
11. Terapia de reemplazo hormonal con estrógenos
12. Obesidad
13. Trombofilias adquiridas: – Mutación de factor V Leiden – Mutación del gen de protrombina – Deficiencias de proteína S – Deficiencias de proteína C – Deficiencias de antitrombina
14. Síndrome antifosfolípidos
15. Insuficiencia cardíaca congestiva
16. Enfermedad inflamatoria intestinal
17. Síndrome nefrótico
18. Hiperhomocisteinemia
19. Policitemia vera
20. Trombocitosis esencial

Escalas de probabilidad clínica

Las escalas de probabilidad clínica permiten estratificar el riesgo de embolia pulmonar y guiar la necesidad de pruebas complementarias. Las más utilizadas son:

  • PESI y sPESI (Pulmonary Embolism Severity Index): para evaluar la gravedad y el pronóstico.
  • Regla PERC (Pulmonary Embolism Rule-Out Criteria): utilizada en pacientes con baja sospecha de embolia pulmonar para descartar la enfermedad sin necesidad de pruebas adicionales.
  • YEARS: algoritmo de ajuste del punto de corte del D-dímero en función de la probabilidad clínica.

Pruebas diagnósticas

El diagnóstico de la embolia pulmonar se basa en una combinación de pruebas de laboratorio e imagen:

  • D-dímero: prueba de alta sensibilidad pero baja especificidad. Se recomienda su ajuste por edad en pacientes mayores de 50 años.
  • Angio-TC pulmonar: prueba de referencia para la confirmación diagnóstica.
  • Gammagrafía de ventilación-perfusión: alternativa en pacientes con contraindicación para TC.
  • Ecocardiografía: útil en pacientes con inestabilidad hemodinámica.

Tratamiento de la embolia pulmonar

Fases del tratamiento

El manejo de la embolia pulmonar se divide en tres fases:

  1. Fase aguda o inicial (primeros 5-21 días): Prevención de la progresión del trombo y recurrencias tempranas.
  2. Fase de tratamiento prolongado (3-6 meses): Reducción del riesgo de recurrencia.
  3. Fase extendida (más de 6 meses): Prevención secundaria en pacientes con alto riesgo de recurrencia.

Anticoagulación

Los anticoagulantes orales de acción directa son la primera línea de tratamiento en la mayoría de los casos. Incluyen inhibidores del factor Xa (rivaroxabán, apixabán, edoxabán) y un inhibidor directo de la trombina (dabigatrán). Alternativamente, se pueden usar antagonistas de la vitamina K (warfarina) o heparinas de bajo peso molecular en pacientes con contraindicaciones para anticoagulantes orales de acción directa.

Terapias de reperfusión

En pacientes con embolia pulmonar de alto riesgo y deterioro hemodinámico, se recomienda considerar:

  • Fibrinolisis sistémica con rTPA (alteplasa)
  • Trombectomía percutánea
  • Cirugía de embolectomía en casos seleccionados

Filtro en vena cava inferior

Indicados en pacientes con tromboembolismo venoso reciente y contraindicación absoluta para la anticoagulación. Debe retirarse tan pronto como la anticoagulación sea viable.

Situaciones especiales

Embarazo y puerperio

La heparina de bajo peso molecular es el tratamiento de elección durante el embarazo, ya que no atraviesa la placenta. Se debe evitar el uso de anticoagulantes orales de acción directa y warfarina en el primer y tercer trimestre.

Enfermedad renal avanzada

Los anticoagulantes orales de acción directa están contraindicados en pacientes con filtrado glomerular menor de 15 ml/min. Se recomienda el uso de heparina no fraccionada o heparina de bajo peso molecular con ajuste de dosis.

Embolia pulmonar subsegmentaria

El tratamiento debe ser individualizado. En pacientes con alto riesgo de sangrado y bajo riesgo de trombosis, podría considerarse la no anticoagulación.

Manejo del TEP

¿Cuándo deberíamos considerar el tratamiento domiciliario en la Aproximadamente el 85% de los gastos corresponden a la estancia hospitalaria. De acuerdo con las guías de práctica clínica vigentes, un porcentaje no desdeñable de pacientes podrían beneficiarse de un alta precoz (es decir, antes de 48 h) o tratamiento domiciliario.

El tratamiento domiciliario o alta precoz de la TEP requiere una atención multidisciplinar, y para ello hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: selección correcta de los pacientes, educación del paciente, necesidad de un seguimiento estrecho, y un correcto acceso al sistema sanitario.
Según la última guía European Society of Cardiology (ESC) 2019 para el diagnóstico y tratamiento de la TEP aguda, se puede considerar esta modalidad de tratamiento siempre que se cumplan los siguientes criterios.
  • – El riesgo de muerte o complicaciones relacionadas con la TEP tiene que ser bajo.
  • – Ausencia de comorbilidades graves que requieran hospitalización.
  • – El paciente puede recibir un tratamiento y atención ambulatoria adecuados.

Selección de los pacientes

La última guía de la ESC recomienda el uso de los criterios de exclusión de Hestia  o las escalas Pulmonary Embolism Severity Index (PESI) y su forma simplificada (PESIs). En consecuencia, los pacientes que se encuentren en clase I-II de la escala PESI, no cumplan ninguno de los criterios de la escala PESIs o que no presenten preguntas afirmativas de los criterios de Hestia son candidatos a valorar un manejo terapéutico domiciliario con un alta precoz, siempre y cuando sean bien seleccionados.

Criterios de Hestia

¿Inestabilidad hemodinámica?
¿Es necesario tratamiento con trombólisis o embolectomía?
¿Existe sangrado activo o riesgo de sangrado?
¿Es necesario tratamiento con oxígeno para mantener saturaciones > 90% durante más de 24 h?
¿La embolia de pulmón ha sido diagnosticada mientras ya recibía tratamiento anticoagulante?
¿Precisa de tratamiento analgésico intravenoso > 24 h?
Motivo médico o social que precise de ingreso hospitalario > 24 h
Aclaramiento de creatinina < 30 ml/min
Presencia de enfermedad hepática severa
Embarazo
Antecedentes de trombocitopenia inducida por heparina
Cuando la respuesta a una o más preguntas es afirmativa, el paciente no es candidato a alta precoz/tratamiento en domicilio.

Escala de gravedad de la embolia de pulmón PESI (versión original y simplificada)

Parámetro Versión original Versión simplificada
Edad Edad en años 1 punto para edad > 80 años
Sexo masculino + 10 puntos
Cáncer + 30 puntos 1 punto
Insuficiencia cardiaca crónica + 10 puntos 1 punto
Enfermedad pulmonar crónica + 10 puntos
Frecuencia cardiaca
> 110 lpm
+ 20 puntos 1 punto
PA sistólica
< 100 mmHg
+ 30 puntos 1 punto
Frecuencia respiratoria
> 30 rpm
+ 20
Temperatura < 36 °C + 20 puntos
Estado mental alterado + 60 puntos
Saturación O2 < 90% + 20 puntos 1 punto
Clasificación de riesgo Empty Cell
Clase I: < 65 puntos (riesgo muy bajo) 0 puntos
Clase II: 66-85 puntos (riesgo bajo)
Clase III: 86-105 puntos (riesgo moderado) ≥ 1 punto
Clase IV: 106-125 puntos (riesgo alto)
Clase V: > 125 puntos (riesgo muy alto)
PA: presión arterial.
El estudio HOME-PE evaluó la utilidad de los criterios de Hestia frente a la escala PESIs para seleccionar a pacientes candidatos a tratamiento domiciliario, no observándose diferencias en seguridad ni eficacia
El estudio TRAMTEP que incluye el uso de una escala PESIs modificada (reduciendo el punto de corte de la frecuencia cardiaca a 100 lpm) y la valoración de disfunción del VD por TC.

¿Cuándo deberíamos considerar las terapias de reperfusión en el tratamiento de la TEP de riesgo intermedio-alto?

En pacientes con TEP de riesgo intermedio-alto, la anticoagulación representa el tratamiento principal en la mayoría de los casos. Sin embargo, en aquellos pacientes que presentan deterioro hemodinámico se recomienda tratamiento de rescate con fibrinólisis a dosis completa, trombectomía quirúrgica o terapias dirigidas por catéter (TDC) (evidencia IIC).
El estudio Pulmonary Embolism International THrOmbolysis (PEITHO) confirmó la eficacia clínica de la trombólisis a dosis completa en pacientes con riesgo intermedio-alto. Sin embargo, el 6,3% de los pacientes sometidos a trombólisis presentaron una hemorragia extracraneal (p < 0,001). Por ello, se está llevando a cabo el ensayo clínico PEITHO-3 que evaluará la eficacia y seguridad de una dosis reducida de terapia trombolítica en pacientes con TEP de riesgo intermedio-alto.
Las TDC, que incluyen la aspiración/fragmentación dirigida por catéter, trombectomía mecánica, trombólisis local y trombólisis asistida por ultrasonidos (USAT), han surgido como alternativas prometedoras, ofreciendo un potencial menor riesgo de hemorragia en comparación con la trombólisis sistémica. Sin embargo, la evidencia actual se limita a estudios observacionales y ensayos aleatorizados de pequeña escala.
El ensayo ULTIMA que comparó heparina no fraccionada (HNF) con USAT, en 59 pacientes con TEP de riesgo intermedio, demostró una mejora significativa en la relación VD/ventrículo izquierdo (VI) a las 24 h en el grupo USAT, con tasas de complicaciones hemorrágicas similares.
El ensayo OPTALYSE evaluó la seguridad de la TDC (USAT, EkoSonic), reduciendo dosis y tiempo de intervención en 101 pacientes con TEP de riesgo intermedio, mostrando una mejoría del 25% en la relación VD/VI y una tasa del 4,0% de hemorragias graves, incluyendo dos episodios de hemorragia intracraneal.
En el ensayo aleatorizado SUNSET-sPE con 81 pacientes, no se observaron diferencias significativas en la reducción del trombo entre la trombólisis asistida por ultrasonidos (USAT, EkoSonic) y el tratamiento estándar dirigido por catéter (p = 0,76); sin embargo, el pequeño tamaño muestral del estudio supone una limitación para generalizar estas conclusiones.
 El ensayo CANARY comparó la TDC más anticoagulación versus anticoagulación en monoterapia en 94 pacientes con TEP aguda de riesgo intermedio-alto, revelando una proporción menor de pacientes con relación VD/VI > 0,9 a los 3 meses en el grupo de TDC (4,3% vs. 12,8%; odds ratio [OR] 0,31, IC 95% 0,06-1,69; p = 0,24).
Varios ensayos clínicos en curso están evaluando el papel de la TDC en subgrupos de pacientes con TEP de riesgo intermedio-alto. El estudio Higher-Risk Pulmonary Embolism  (HI-PEITHO) compara TDC (EkoSonic) más anticoagulación versus anticoagulación en monoterapia en 406 pacientes con TEP de riesgo intermedio-alto con elevado riesgo de muerte temprana y/o colapso hemodinámico inminente
En esa misma línea, el ensayo Pulmonary Embolism–Thrombus Removal With Catheter-Directed Therapy (PE-TRACT) evalúa TDC y anticoagulación versus anticoagulación en monoterapia en 500 pacientes con TEP aguda de riesgo intermedio-alto. Los resultados de estos ensayos clínicos aportarán más evidencia sobre el verdadero beneficio de las TDC en pacientes con TEP aguda de riesgo intermedio-alto, con implicaciones en su posicionamiento terapéutico.

¿Cuándo deberíamos considerar el tratamiento domiciliario en la TEP?

La incidencia de la enfermedad tromboembólica venosa (ETEV), incluyendo la TEP, está aumentando de forma progresiva en los últimos años. La mayoría de los pacientes que sufren una TEP aguda en nuestro medio son hospitalizados.
Aproximadamente el 85% de los gastos corresponden a la estancia hospitalaria. Aunque esta estancia hospitalaria media se ha reducido, se ha observado que ingresos prolongados se asocian con un mayor riesgo de complicaciones.
De acuerdo con las guías de práctica clínica vigentes, un porcentaje no desdeñable de pacientes podrían beneficiarse de un alta precoz (es decir, antes de 48 h) o tratamiento domiciliario.
Según la última guía European Society of Cardiology (ESC) 2019 para el diagnóstico y tratamiento de la TEP aguda, se puede considerar esta modalidad de tratamiento ambulatorio o domiciliario siempre que se cumplan los siguientes criterios.
  • – El riesgo de muerte o complicaciones relacionadas con la TEP tiene que ser bajo.
  • – Ausencia de comorbilidades graves que requieran hospitalización.
  • – El paciente puede recibir un tratamiento y atención ambulatoria adecuados.

El manejo inicial debe ir enfocado a la estabilización del paciente: hemodinamia, suplementación de oxígeno en caso de hipoxemia (y valorar la necesidad de ventilación mecánica). Si el paciente tiene una baja probabilidad de TEP, se solicita un dimero-D, el cual tiene un alto valor predictivo negativo, de esta manera, una baja probablidad de TEP más dimero-D negativo, descarta la posibilidad de TEP.

El estudio HOME-PE evaluó la utilidad de los criterios de Hestia frente a la escala PESIs para seleccionar a pacientes candidatos a tratamiento domiciliario, no observándose diferencias en seguridad ni eficacia.
En cualquier caso, esta clasificación de los pacientes en bajo riesgo por criterios clínicos podría optimizarse con criterios pronósticos adicionales. Revisiones sistemáticas y metaanálisis han demostrado la utilidad pronóstica de evaluar la presencia de disfunción del VD bien por tomografía computarizada (TC) o por ecocardiograma, y la valoración de la presencia de biomarcadores de daño miocárdico también en los pacientes con TEP de bajo riesgo.
E estudio  TRAMTEP que incluye el uso de una escala PESIs modificada (reduciendo el punto de corte de la frecuencia cardiaca a 100 lpm) y la valoración de disfunción del VD por TC.

Educación del paciente

El paciente que va a recibir atención ambulatoria tiene que entender la relevancia del tratamiento y comprender de forma correcta el modo de administración y la posología de los fármacos que va a recibir.
En Resumen

En casos de alta sospecha con hemodinamia estable, se debe iniciar tratamiento con heparina corriente o de bajo peso molecular mientras se prepara al paciente para el angioTAC. Una vez confirmado por este examen, se inicia el tratamiento anticoagulante oral paralelo a la heparina, la que se suspende una vez que el tratamiento oral esté en niveles terapéuticos (INR 2-3). El tratamiento anticoagulante oral se mantiene por 3 a 6 meses, y si el factor de riesgo se mantendrá activo, será de por vida.

En casos de alta sospecha de TEP con hemodinamia inestable, se inicia tratamiento con heparina no fraccionada o de bajo peso molecular a dosis plena, en espera del resultado del AngioTAC. Una vez confirmado, se realiza trombolisis, siempre y cuando no haya contraindicaciones absolutas. La trombolisis se puede realizar con estreptoquinasa (250.000 U EV los primeros 30 minutos y luego 100.000 U/h por 24 horas, con atención a aparición de hipotensión, anafilaxia, asma o reacciones alérgicas), tPA (100 mg EV en 2 horas). Generalmente se descontinúa la terapia anticoagulante durante la infusión del trombolítico.

Se contraindica la trombolisis en caso de neoplasia intracraneana, trauma o cirugía intracraneana reciente (<2 meses), hemorragia interna activa o reciente en los últimos 6 meses, historia de ACV hemorrágico, coagulopatía, HTA severa e incontrolada, ACV no hemorrágico en los últimos 2 meses, cirugía en los últimos 10 días y trombocitopenia. Si estuviese contraindicada se debe realizar estudio angiográfico y trombectomía o lisis del coágulo. Algunos autores plantean que ante un paciente con evidente probabilidad de TEP y hemodinamia inestable, podría iniciarse de entrada trombolisis, idealmente con tPA (tenecteplase 100mg a pasar en 2 horas) acompañado de heparina. Y realizar luego sin premura el AngioTAC para confirmar la sospecha, sin embargo, está en discusión.

Seguimiento

Debe ser por especialista, decidir por cuánto tiempo mantener ACO (INR 2-3) y evaluar la necesidad de buscar algún factor protrombótico (por ejemplo neoplasia oculta o trombofilia).

Bibliografia

1. M. Sabatine. «Tromboembolia venosa (TEV)», pág. 65-68. Medicina de Bolsillo, 5° edición. Wolters Kluwer Health, 2014.

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3. Konstantinides S, Meyer G, Becattini C, Bueno H, Geersing G, Harjola V, et al.;Grupo de Trabajo de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) para el diagnóstico y tratamiento de la tromboembolia pulmonar aguda. Guía ESC 2019 para el diagnóstico y tratamiento de la embolia pulmonar aguda. Rev Esp Cardiol. 2020;73(6):497.11-497.e58. [ Links ]

4. Essien E, Rali P, Mathai S. Pulmonary embolism. Med Clin N Am. 2019;103(3):549-64. [ Links ]4. Fields J, Davis J, Girson L, Au A, Potts J, Morgan C, et al. Transthoracic echocardiography for diagnosing pulmonary embolism:A systematic review and meta-analysis. J Am Soc Echocardiogr. 2017;30(7):714-23.e4. [ Links ]

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