Nivel de manejo del médico general: Realizar

Aspectos esenciales

  • Pie diabético Wagner 0 se debe manejar en nivel primario para prevenir ulceraciones e infecciones.

  • Lesiones Wagner I y II, se deben detectar a nivel primario y realizar curaciones, si no logran un adecuado control pese a su manejo optimizado en el nivel primario, para evaluación y eventual manejo especializado.

  • Lesiones Wagner III, IV y V se deben derivar a nivel secundario y terciario.

clasificacion-del-pie-diabetico-13-638.jpg

Indicaciones

Toda lesión el pie diabético que requiera curación. Curación básica se puede efectuar en pies con lesiones Wagner II o menor; desde Wagner III el manejo es hospitalizado. 

Contraindicaciones

No se debe efectuar curación básica, sino avanzada y hospitalizado en los siguientes casos:

  • Infecciones de alto riesgo que amenacen la integridad de la extremidad.
  • Infección en el paciente con circulación precaria por el peligro de gangrena.
  • Gran tumefacción y edema en los pies.
  • Celulitis ascendente.
  • Afectación de los espacios profundos del pie.
  • Osteomoelitis.
  • Complicaciones del estado general: sepsis, deshidratación, insuficiencia renal.
  • Descompensación diabética (hiperglucemia).
  • Falta de respuesta al tratamiento correcto en 4-5 días.
  • Paciente no colaborador. O no autosuficiente.
  • Imposibilidad de asistencia domiciliaria adecuada

Materiales

  • Equipo de curación.
  • Solución fisiológica o Ringer
  • Apósito tradicional o transparente adhesivo.
  • Cinta quirúrgica de plástico porosa.
  • Cinta de papel

Preparación

  • Comprobar que el material de curación esté limpio.
  • Aportar el material no habitual si fuese necesaria la utilización de éste.
  • Lavado de manos
  • Posicione al paciente. Retire el apósito.
  • Abrir equipo de curación con técnica aséptica
  • Colocar guantes estériles en extracción de puntos, sospecha de infección, herida infectada.

Procedimiento

  • Limpiar la herida con Solución Fisiológica o Suero Ringer, siempre desde el centro hacia el exterior, retirando restos orgánicos desde lo más limpio a lo más sucio.
  • Mantener la punta de la pinza hacia abajo para evitar contaminación.
  • Valorar las condiciones de la herida: observar suturas, coloración de la piel, palpación de la herida, integridad de la piel circundante, presencia de exudado, sangre.
  • Efectuar arrastre mecánico con tórulas empapadas con solución fisiológica con un solo movimiento.
  • Secar con gasas estériles si es necesario.
  • Colocar el apósito adecuado al tamaño de la herida: 2 a 3 centímetros más grande que el borde de ésta.
  • Fijar bien el apósito con tela adecuada a la piel del paciente.
  • Recoger el material utilizado, depositarlo en el área sucia luego de una ligera descontaminación antes de ser recogido por esterilización.
  • Lavarse las manos

Complicaciones

  • Sobreinfección: celulitis, gangrena
  • Extensión de la lesión
  • Hemorragia (en general de escasa cuantía, si no hay compromiso de vasos)
Compartir: