ASPECTOS ESENCIALES:
- Se da en respuesta al estrés.
- Se presenta en menos de 3 meses de ocurrido el evento.
- Puede prolongarse y ser indistinguible de episodio depresivo (ej: si el estresor se vuelve crónico o van apareciendo estresores seguidos en el tiempo).
- Ayuda la intervención en crisis.
- El uso de fármacos es controvertido.
CASO CLÍNICO TIPO:
Paciente de 17 años, estudiante de primer año de universidad hace dos meses. Vive en una pensión en una ciudad lejana a la de su familia. Refiere que hace un mes se siente ansiosa cuando vuelve a la pensión, le cuesta concentrarse y ha perdido clases porque se siente desmotivada. Llora con facilidad. Cuenta que extraña a su familia.
DEFINICIÓN:
Reacciones mal adaptativas y transitorias a estresores psicosociales identificables, de intensidad leve a moderada, que aparecen en un período menor a 3 meses de presentado el estresor y con una duración menor a 6 meses. Aparecen síntomas emocionales o del comportamiento que causan malestar desproporcionado al estresor o producen alteración en la funcionalidad. Los síntomas son similares a otros trastornos de ansiedad, pero es frecuente la mezcla de humor depresivo, ansiedad, dificultad para planificar el futuro y agobio psíquico, pudiendo llegar a ser intensamente disfuncionales. Los adolescentes pueden manifestar conductas antisociales, y en los niños hay conductas regresivas como enuresis o encopresis, succión del pulgar o lenguaje infantilizado.
ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:
Es uno de los cuadros de gran frecuencia en APS y en pacientes hospitalizados. Se estima que el 5 al 20% de pacientes que consultan en policlínicos externos, consultorios de APS y centros de salud mental comunitaria presentan un trastorno de adaptación.
Prevalencia 2-8% de la población, siendo la edad promedio de presentación de 25 años y su mayor frecuencia es en mujeres.
La susceptibilidad individual a estos trastornos puede ser afectada por ciertos factores biográficos, genéticos y de rasgos de personalidad, además de factores ambientales. Las personas que se enfrentan a determinados agentes estresantes, como problemas médicos o que viven en entornos desafiantes, pueden correr mayor riesgo. El estresante mismo también puede interferir con la red de apoyo de un individuo.
Ciertos antecedentes familiares en la infancia temprana parecen contribuir a las probabilidades de que un individuo pueda sufrir de un trastorno de adaptación en el futuro. Éstos incluyen:
- Experiencias de abuso o maltrato en la infancia.
- Disfunción familiar.
- Exposición previa a un trauma extremo (como situaciones violentas) sin haber desarrollado previamente, ya sea, un trastorno de adaptación o un trastorno de estrés postraumático (PTSD).
Con frecuencia, las personas con mayor riesgo de sufrir trastornos de adaptación también presentan otras afecciones, como trastornos de ansiedad, depresión, trastorno bipolar o trastornos de la alimentación.
DIAGNÓSTICO:
Debe identificarse el factor estresante.
Según DSM V:
- Estos síntomas o comportamientos son clínicamente significativos, como se pone de manifiesto por 1 ó 2 características siguientes:
- Malestar intenso, desproporcionado a la gravedad o intensidad del factor de estrés, teniendo en cuenta el contexto externo y los factores culturales que podrían influir en la gravedad y la presentación de los síntomas.
- Deterioro significativos en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
- La alteración relacionada con el estrés no cumple los criterios para otro trastorno mental y no es simplemente una exacerbación de un trastorno mental preexistente.
- Los síntomas no representan el duelo normal.
- Una vez que el factor de estrés o sus consecuencias han terminado, los síntomas no se mantienen durante más de otros seis meses.
- Especificar si:
- Con estado de ánimo deprimido: Predomina el estado de ánimo bajo, las ganas de llorar o el sentimiento de desesperanza.
- Con ansiedad: Predomina el nerviosismo, la preocupación, la agitación o la ansiedad de separación.
- Con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido: Predomina una combinación de depresión y ansiedad.
- Con alteración de la conducta: Predomina la alteración de la conducta.
- Con alteración mixta de las emociones o la conducta: Predominan los síntomas emocionales (p. ej., depresión, ansiedad) y una alteración de la conducta.
- Sin especificar: Para las reacciones de mala adaptación que no se pueden clasificar como uno de los subtipos específicos del trastorno de adaptación.
TRATAMIENTO:
Puede ser realizado por el médico general. Consiste en psicoeducación, intervención en crisis, consejería interpersonal y apoyo psicosocial. La psicoterapia breve individual es el tratamiento de elección. El objetivo principal del tratamiento es aliviar los síntomas y devolverle al individuo su nivel normal de funcionamiento; es importante para que el trastorno no se convierta en una enfermedad mayor, como una depresión.
El uso de fármacos es controvertido. La medicación es necesaria de acuerdo al tipo de trastorno adaptativo e intensidad de los síntomas. Las benzodiazepinas están indicadas cuando hay síntomas muy intensos e insomnio. Se recomienda Diazepam 5 a 20 mg diarios o equivalente en períodos de 1 a 4 semanas, con suspensión lenta. Si en el trastorno adaptativo predominan síntomas depresivos, se debe considerar recibir antidepresivos.
SEGUIMIENTO:
Según necesidad, se realiza por el médico general o especialista.
BIBLIOGRAFÍA:
1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5), American Psychiatric Association, Arlington, VA 2013.
2. http://www.psiquiatraadultos.cl/trastornos-de-adaptacion.htm