Nivel del manejo del médico general: Diagnóstico específico Tratamiento completo Seguimiento derivar

Aspectos esenciales

  • Por déficit o exceso de alimentación.

  • Ambas situaciones aumentan la morbimortalidad.

  • Se debe diagnosticar con anamnesis y examen físico.

  • Es importante el cambio del estilo de vida y los factores biopsicosociales asociados.

  • Uno de los problemas más frecuentes en el Adulto Mayor es la deshidratación.


Caso clínico tipo
Paciente de 84 años, sexo masculino, con IC capacidad funcional III, HTA, DM y DHC. Institucionalizado. Es hospitalizado por fractura de cadera. Presenta IMC 17,5.

 


Definición
Desbalance entre aportes y requerimientos de uno o varios nutrientes. Un déficit de nutrientes de corta duración sólo compromete las reservas del organismo, sin alteraciones funcionales importantes; en cambio, desnutrición de larga duración puede llegar a comprometer funciones vitales. Por el contrario, un exceso de alimentación aumenta el riesgo y morbimortalidad Cardiovascular. La desnutrición se determina por IMC < 18,5, y la obesidad por IMC ≥ 30.

Fisiopatología
El balance energético de un individuo depende de su ingesta de energía y gasto energético: un desbalance entre estos factores, producirá un aumento o pérdida de masa corporal, principalmente masa grasa.
La malnutrición puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles (obesidad, cáncer, diabetes, hipertensión arterial, etc.), o producir deficiencias.
La desnutrición es frecuente en los pacientes hospitalizados, alrededor de 30%, (frecuencia en geriatría y/u oncología de 50%), el principal problema es que en muchas ocasiones no es detectado. La desnutrición en pacientes hospitalizados se asocia con una disminución de la función respiratoria, inmune, muscular, alteraciones en la cicatrización y peor calidad de vida. Las consecuencias son una mayor morbi-mortalidad, estadía hospitalaria y costos económicos.
Según el déficit que predomine, existen 3 tipos de desnutrición; proteica, calórica o mixta. La obesidad es más prevalente en mujeres y personas de bajo nivel socioeconómico. La distribución de grasa de tipo androide, abdominal o central tiene mejor correlación con grasa visceral y mayor riesgo de presentar morbilidades asociadas a ella (hipertensión arterial, dislipidemias, etc). Dentro de los adultos mayores, uno de los problemas más frecuentes es la deshidratación.

Diagnóstico
A través de parámetros antropométricos y exámenes de laboratorio es posible evaluar el estado nutricional objetivamente. Medir IMC; Antropometría: pliegue tricipital, provee un índice de la grasa corporal, y, circunferencia media del brazo, que provee una medida de la masa muscular.
Evaluación Global Subjetiva (EGS); método clínico que reúne parámetros de antecedentes clínicos, síntomas, y examen físico. Hallazgos de la historia y el examen físico permiten clasificar a los pacientes en bien nutridos, levemente DN o severamente DN. Además se utilizan parámetros bioquímicos como albúmina (también prealbúmina), linfocitos transferrina y BUN. Solicitados en determinados casos (gastrectomizados): niveles de vitamina B12 y ác. Fólico.

Tratamiento
La recuperación del desnutrido crónico requiere de un enfrentamiento multiprofesional.
Debe corregirse los trastornos hidroelectrolíticos y ácido base. Es recomendable en un paciente muy depletado iniciar aportes cercanos a los requerimientos basales, y aumentarlos progresivamente de acuerdo a la tolerancia del paciente en base a fórmulas de fácil digestión, cuidando de suplementar simultáneamente vitaminas y minerales.
Debe evitarse el «síndrome de realimentación» en casos de desnutrición severa, esta condición es provocada principalmente por descenso brusco de los niveles plasmáticos de potasio y fosfato, al ingresar éstos al compartimento intracelular. La vía oral siempre es de elección, pero debe recurrirse a la alimentación enteral continua cuando la tolerancia oral o la digestiva son malas. La alimentación parenteral está indicada si no es posible utilizar la vía digestiva, o los aportes por esta vía no son suficientes.
Es importante suplementar la nutrición con multivitamínicos, folato, hierro y zinc durante la recuperación nutricional, ya que los requerimientos de estos nutrientes aumentan, y hay deficiencias preexistentes de ellos. Puede requerirse también suplementos de cobre, carnitina, calcio, fosfato y magnesio.
En los casos de obesidad se debe cambiar el estilo de vida, mejorar la alimentación e implementar ejercicio físico. En caso de obesidad mórbida o IMC ≥35 y morbilidad asociada, se indica cirugía bariátrica (si no presenta una enfermedad de riesgo vital en corto plazo o enfermedad psiquiátrica importante.

Seguimiento
Por especialista.

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