Definición
Son alteraciones del ritmo cardíaco, con aumento (taquiarritmia) o disminución (bradiarritmia) de la frecuencia normal, que si no son tratadas de manera adecuada y oportuna pueden comprometer la vida del paciente.
Etiología-epidemiología-fisiopatología
Las arritmias pueden comprometer la vida del paciente, al impedir que la bomba cardíaca pueda mantener eficazmente la perfusión propia y de los principales órganos (compromiso hemodinámico), creando isquemia e insuficiencia funcional de los mismos. Las condiciones que pueden llevar a esta son múltiples:
Taquiarritmias: FA, flutter auricular, taquicardia ventricular, fibrilación ventricular, taquicardia ventricular polimorfa (torsión de puntas), etc.
Bradiarritmias: Bloqueo AV, bradicardia, bloqueo y paro sinusal, enfermedad del nodo, entre otras.
Diagnóstico
La sospecha se debe de tener en todo paciente que presenta compromiso de conciencia (SÍncope) o que presenta un síndrome coronario agudo, edema pulmonar y otros signos de compromiso hemodinámico: Hipotensión, frialdad de piel y extremidades, oligo-anuria, compromiso de conciencia. Se confirma con un electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones, que evidencia bradicardia (< 60 lpm) o taquicardia (> 100 lpm) asociada a alteraciones propias de cada arritmia. También se considera cuando la FC no es la adecuada para la condición clínica.
Tratamiento
El manejo inicial en ambas consta de apoyo con oxígeno al 100% y/o ventilatorio (si lo requiere), establecer una vía venosa periférica, monitorización ECG y PA.
Bradiarritmia: La presencia de signos adversos (hipotensión significativa, FC < 40 lpm, arritmias ventriculares significativas, insuficiencia cardíaca aguda, deterioro del nivel de conciencia, síncopes de repetición en reposo), o un elevado riesgo de asistolia (bloqueo AV avanzado con presencia de QRS ancho por escape ventricular o trastornos de conducción intraventricular asociados, pausas ventriculares de > 3 seg) obligan a tomar una actitud agresiva y urgente, con el fin de restablecer una frecuencia cardíaca óptima y perfusión adecuada de los órganos principales.
Administrar Atropina (0,5 mg, c/3 min, hasta 3 mg) si no responde considerar marcapaso externo transitorio (transcutaneo o transvenoso).
Taquiarritimia: Nos podemos plantear 2 escenarios, que el complejo QRS sea ancho (regular o irregular) o angosto. Si presenta: hipotensión, compromiso de conciencia, shock, SCA, o Insuficiencia cardiaca aguda; se debe cardiovertir, a menos que presente ausencia de pulsos o paro cardiorrespiratorio que se debe desfibrilar. En las de complejo angosto (que no cumple lo anterior) se prefiere iniciar maniobras vagales en una primera instancia (Compresas frías en cabeza y cuello, maniobra de Valsalva). No se recomienda el masaje carotídeo, por riesgo de soltar un trombo a este nivel y producir un ACV. Si continua luego de las maniobras vagales, el fco. de elección es la adenosina, pueden utilizarse B bloqueo o bloqueadores de canales de calcio no DHP. En las de complejo ancho se debe dar infusión de antiarrítmico (amiodarona). En TV polimorfas: sulfato de magnesio. Evaluar constantemente aparición de PCR.
Seguimiento
Es por parte del especialista.
https://www.uptodate.com/contents/arrhythmia-management-for-the-primary-care-clinician?source=search_result&search=arritmias&selectedTitle=1~150