Definición

Síndrome producido por la compresión extrínseca de las cámaras cardíacas comprometiendo su llenado, secundario a un aumento excesivo en la presión intrapericárdica.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

La naturaleza fibroelástica del pericardio le permite adaptarse a los cambios en el volumen cardíaco y a la presencia de derrame pericárdico. No obstante, un derrame de gran magnitud y/o rápida instalación no darán tiempo a la adaptación, aumentando súbitamente la presión intrapericárdica y provocando el taponamiento.

De la misma manera, patologías que cursen con una disminución de la elasticidad del pericardio (por ejemplo, pericarditis constrictiva) determinarán una mayor probabilidad de sufrir taponamiento ante un derrame de menor cuantía. Cualquier pericarditis puede producir taponamiento, siendo más frecuente en la neoplásica, urémica y tuberculosa.

El hemopericardio traumático es también una causa importante de taponamiento agudo. En general, las causas médicas son derrames de lento crecimiento y por tanto el paciente se presenta con gran volumen de derrame pericárdico; las causas quirúrgicas son de rápida instalación y suelen tener menos cuantía de derrame (ejemplo: post esternotomía, post toracotomía, post traumática).

Diagnóstico

El diagnóstico es clínico, confirmándose la presencia y cuantía del derrame pericárdico mediante ecocardiograma, si la condición del paciente lo permite. Las manifestaciones clínicas características son: Ingurgitación yugular, que aumenta con la inspiración (signo de Kussmaul), pulso paradójico (disminución de la PAS de más 10 mmHg durante la inspiración), hipotensión, taquicardia, oliguria, matidez precordial y ruidos cardíacos apagados. Importante recalcar que la severidad de los síntomas dependerá en gran parte del tiempo de evolución del taponamiento, siendo muy sintomática en pacientes agudos (Trauma, post cirugía, ruptura aortica o como consecuencia de algún procedimiento invasivo).

El compromiso hemodinámico dependerá de la severidad del taponamiento y de la reserva fisiológica del paciente, pudiendo presentar disnea (por bajo débito pulmonar), fatigabilidad (por bajo débito muscular) e incluso shock (piel fría y palidez, llene capilar lento, oliguria y compromiso de conciencia).

Otros métodos de estudio con menor sensibilidad:

Radiografía de tórax, que mostrará cardiomegalia de bordes cardiofrénicos agudos y pedículos vasculares estrechos (imagen de cantimplora). Importante que para ser visible a nivel radiográfico la cuantia del derrame debe superar los 200 ml.

ECG, que puede mostrar disminución difusa del voltaje, o en algunos casos, alternancia eléctrica, con complejos QRS de pequeño voltaje intercalados con QRS normales (muy específico, pero poco sensible).

Tratamiento

La pericardiocentesis terapéutica, que debe hacerse permitirá un rápido alivio de los síntomas y permitirá el posterior diagnóstico etiológico del derrame pericárdico mediante el estudio del líquido obtenido en casos en los que la etiología no este clara.

Su realización urgente no está indicada en derrames pericárdicos severos sin taponamiento (es decir, sólo hallazgo ecocardiográfico). Los diuréticos para disminuir la presión venosa están contraindicados, dado que pueden contribuir al shock al disminuir el volumen circulante.

Seguimiento

Por especialista.

https://www.uptodate.com/contents/cardiac-tamponade?source=search_result&search=taponamiento%20pericardico&selectedTitle=1~150

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