EXAMEN FÍSICO DE CUELLO

Con el paciente sentado o de pie, tórax desnudo y buena iluminación. En la inspección, puede advertirse agenesia, que se refiere al acortamiento de un músculo que es visible al evaluar la simetría, acantosis nigricans que traduce resistencia a la insulina, piel estirada en esclerodermia, por ejemplo. Debe auscultarse la carótida en busca de soplos, sobretodo cuando hay antecedentes de ateroesclerosis.

  • Examen de la Glándula Tiroides – Argente 300 – 303

Se inspeccionan los planos anterior, posterior y laterales. En ella pueden advertirse nódulos (en la línea media corresponde a restos embrionarios del conducto tirogloso) si existe asimetría. Por anterior puede comprobarse la posición de la tráquea (centrada o lateralizada) colocando un dedo en el hueco supraesternal. Los planos laterales permiten verificar la existencia de adenopatías u otras masas. Los bocios cervicotorácicos pueden llegar a ser muy voluminosos, ocluyendo parcialmente el estrecho superior del tórax, provocando ingurgitación yugular, rubor y disnea que se agrava después de la elevación de los miembros superiores (signo de Pemberton). Una hiperfunción tiroidea podría provocar latidos visibles.

La palpación se inicia deslizando el pulpejo de los dedos sobre la superficie cutánea, para detectar anomalías, sobreelevaciones y sensibilidad de la piel. El médico se sitúa por detrás del paciente y abraza el cuello por delante, reconociendo el cartílago tiroides y por debajo el cricoides, prosigue la palpación del istmo (bajo el cricoides) tiroideo y ambos lóbulos. Para ello, se emplean los dedos índices y mayores. Se reconoce así los límites, consistencia, movilidad, sensibilidad y frémitos, así como se verifica el ascenso de las estructuras con la deglución. Los quistes tiroglosos, móviles, son relativamente frecuentes y se localizan usualmente en la línea media.

  • Adenopatías Cervicales – Argente 193

En el cuello, se distinguen los siguientes grupos ganglionares, cuya palpación podría indicar compromiso de los sitios de drenaje.

– Yugulares o cervicales anteriores: A lo largo del borde anterior del ECM, desde el ángulo maxilar inferior hasta la clavícula. Reciben aferencias de los 2/3 posteriores de la lengua, las amígdalas, el pabellón auricular y la parótida.

– Cervicales posteriores: A lo largo del borde posterior del ECM y delante del trapecio; reciben aferencias del cuero cabelludo y el cuello, de los ganglios axilares, de los miembros superiores y la región pectoral.

Supraclaviculares: Detrás de las inserciones claviculares del ECM; reciben aferencias de la cabeza, miembro superior, pared torácica y mama, la cavidad torácica y abdominal.

Este grupo tienen gran importancia por su asociación con cánceres intratorácicos o intraabdominales, siendo el 90% de las adenopatías de origen neoplásico. El ganglio centinela o signo de Virchow – Trossier, corresponde a la metástasis de un adenocarcinoma de ovario o gastrointestinal en el ganglio supraclavicular izquierdo.

– Cervicales profundos: Bajo el ECM, siguiendo la vena yugular interna.

Compartir: