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Daño hepático crónico

73. Daño hepático crónico

 Es la perpetuación del daño hepático, paulatina disminución de la masa hepatocelular y progresiva distorsión anatómica y funcional del mismo. Puede ser asintomático hasta manifestarse como cirrosis desde el punto de vista anatómico e insuficiencia hepática desde el punto de vista funcional.

La cirrosis hepática es un proceso crónico y progresivo caracterizado por la fibrosis del parénquima y producción de nódulos de regeneración que llevan a la distorsión de la arquitectura glandular, que se traduce en alteraciones de la circulación arterial y portal e insuficiencia funcional del hepatocito.

Manifestaciones
  1. Hipertensión portal: Aumento de presión en el territorio de la vena porta que se traduce en la trasudación de líquido hacia la cavidad abdominal (ascitis) y dilatación de los plexos venosos (várices esofágicas y eventual hemoptisis por rotura).
  2. Encefalopatía hepática: Se asocia a sustancias no metabolizadas en el hígado que acceden al SNC por circulación colateral. Es signo de gravedad.
  3. Insuficiencia hepática: Alteraciones en las funciones de metabolismo, síntesis y detoxificación.

  Respecto a su etiología, es relevante la ingesta de alcohol, sobre todo si es mayor a 80g diarios. La segunda causa es la hepatitis (B o C, la A se asocia a cuadro fulminante y no crónico) y enfermedad autoinmune. De acuerdo a su etiología, la cirrosis puede clasificarse en:

  1. Cirrosis alcohólica: Hígado graso que puede progresar a una hepatitis alcohólica (puede o no presentarse como estadio intermedio) y cirrosis.  En ellos, es relevante:
    1. Cantidad y consumo: aprox. 80g/día por 20 años, con variaciones por susceptibilidad individual.
    2. Sexo: Más frecuente en mujeres ante la misma cantidad de alcohol.
    3. Asociación a hepatitis B o C u otra hepatopatía.
    4. Estado nutricional deficiente.

Agregan alteraciones nutricionales, hipertrofia parotídea bilateral, anorexia y náuseas matutinas, entre otras.

b. Cirrosis poshepatítica: Posterior a presentación de hepatitis B o C.

c. Cirrosis biliar: Producida por colestasis. Se distinguen dos tipos:

    1. Primaria: Autoinmune que destruye los conductos biliares intrahepáticos. Asocia prurito por acumulación de sales biliares.
    2. Secundaria: Obstrucción crónica de las vías biliares.
Manifestaciones
  1. Cirrosis compensada: Puede ser asintomática y diagnosticarse de acuerdo a la morfología y biopsia.
  2. Cirrosis descompensada: Manifestaciones de hipertensión portal o insuficiencia hepática. Puede haber: astenia, febrícula, fetor hepático, ictericia progresiva, hiperpigmentación, xantelasmas y xantomas, epistaxis y esquimosis, vello ralo, angiomas en araña, eritema palmar y atrofia testicular. Hepatomegalia con aumento de consistencia, distensión abdominal por ascitis y circulación colateral. Pueden aparecer alteraciones circulatorias, pulmonares y renales.

Respecto a la evolución, si bien es difícil diferenciar etiologías, las cirrosis poshepáticas suelen evolucionar con insuficiencia hepática e hipertensión portal progresiva, las alcohólicas con insuficiencia hepatocelular y baja hipertensión portal. Por otra parte, las cirrosis biliares por obstrucción se caracterizan por mínima insuficiencia hepatocelular e hipertensión portal.

Hipertensión portal

Es el aumento de presión en el sistema de la vena porta casi siempre por aumento de la resistencia a causa de cirrosis. Se clasifica en pre o infrahepática, hepática y supra o poshepática.

Manifestaciones
  1. Circulación venosa colateral: profunda, que forma várices esofágicas; o subcutánea que puede tomar el aspecto de “cabeza de medusa”.
  2. Ascitis: Acumulación de líquido en la cavidad abdominal que tiene las características de trasudado. También pueden haber alteraciones renales.
  3. Esplenomegalia: Es el agrandamiento del bazo que se traduce como una pancitopenia en la sangre periférica.
Anamnesis

Debe investigarse dirigidamente por consumo de alcohol, ingesta de fármacos hepatotóxicos, antecedentes epidemiológicos que orienten al contagio de hepatitis, antecedentes familiares de hepatopatías y otros síntomas inespecíficos como dolor en el hipocondrio derecho y anorexia.

Examen físico

En general se presenta desnutrición. A la palpación el hígado se encuentra duro nodular en estadios tempranos. Casi siempre hay esplenomegalia. La ascitis es evidente en el abdomen en batracio, signo de la ola y de matidez desplazable. Puede haber manifestaciones cutáneomucosas como ictericia, angiomas en araña y eritema palmar; manifestaciones hormonales como ginecomastia, disminución del vello corporal, atrofia testicular y amenorrea; y alteraciones neurológicas en estadios avanzados, donde la más grave es la encefalopatía hepática.

Exámenes complementarios

Se realiza hepatograma para verificar la necrosis hepática (↑GOT y ↑ GPT), colestasis (↑bilirrubina y otras) y la función hepática (↓tiempo de protrombina, hipoalbulinemia y otros).

Respecto a los estudios de imágenes, la ecografía abdominal revela forma y estructura del hígado y el bazo y permite detectar ascitis. La biopsia permite el diagnóstico histológico.

Insuficiencia hepática aguda

                Es infrecuente. Se puede definir como la aparición de encefalopatía dentro de los 6 meses de una afección hepática en un paciente previamente sano. Es fulminante si la encefalopatía se presenta a las 8 semanas de la afección y de comienzo tardío si ocurre entre las 8 y 24 semanas. Sus manifestaciones clínicas pueden dividirse en dos grandes grupos: de la lesión hepática propiamente dicha y de las alteraciones metabólicas.

Manifestaciones

De lesión hepática: Comprenden ictericia de aparición temprana, disminución del tamaño del hígado, aumento de transaminasas, disminución de factores de coagulación y albúmina.

Alteraciones metabólicas: Incluyen encefalopatía (que se clasifica de 1 a 4 según su gravedad y compromiso neurológico), hipertensión endocraneana por edema cerebral (cambios de las respuestas pupilares, bradicardia, hipertensión e hiperventilación, así como modificaciones del tono muscular, paro respiratorio y daño cerebral irreversible), infecciones, coagulopatía, alteraciones hemodinámicas y otras alteraciones metabólicas como aliento hepático, hipoglucemia, alcalosis, hiponatremia, hipopotasemia e hipomagnesemia.

Examen físico

Paciente gravemente enfermo, generalmente ictérico. En general no se palpa el hígado o se palpa doloroso.

Encefalopatía por grado:

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Insuficiencia hepática crónica

  La encefalopatía hepática crónica es un complejo síndrome neuropsiquiátrico caracterizado por un conjunto de alteraciones funcionales del sistema nervioso que pueden ser reversibles y que se presentan en las afecciones hepáticas que evolucionan con insuficiencia hepatocelular y aumento de la circulación portosistémica. Se clasifica bajo 4 formas clínicas.

Manifestaciones

Alteraciones mentales: alteraciones de conciencia, de la personalidad, delirio intelectual.

Alteraciones neuromusculares: temblor alternante, signos extrapiramidales, convulsiones y otros como trastornos de la marcha, temblor, ataxia, coreoatetosis y Babinski.

Examen físico

Paciente con encefalopatía en el que deben buscarse manifestaciones de insuficiencia hepática crónica y de hipertensión portal.

Exámenes complementarios Orientados a evaluar la función hepática y la hipertensión portal. 
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