Conjuntivitis
Inflamación de la conjuntiva que puede o no ser infecciosa. Es la causa más frecuente de ojo rojo y es generalmente viral (aunque generalmente se usan antibióticos para evitar la sobreinfección). Presenta vasos dilatados que no llegan al iris (predominio periférico) ni tienen distribución radiada. Córnea y pupila son normales. Presenta además, secreción mucosa, mucopurulenta o fibrinosa, con ardor más que dolor.
Entre sus tipos se encuentran:
– Conjuntivitis viral: Se caracteriza por hipertermia conjuntival y edema. Secreción acuosa y comparativamente menor a la conjuntivitis bacteriana. Suele afectar un ojo primero y el otro a los pocos días. El ganglio preauricular palpable apoya el diagnóstico, aunque puede no estar presente. Es generalmente autolimitada, pero altamente contagiosa.
–Conjuntivitis bacteriana: De inicio abrupto y se extiende al ojo opuesto dentro de 48 horas. Tiene irritación y epifora desde el comienzo. Desarrolla secreción purulenta o mucopurulenta, con acumulación en la base de párpados, especialmente al despertar. Hay hipertermia bulbar o tarsal difusa, generalmente sin marcada adenopatía. Estudios de laboratorio se realizan para identificar el microorganismo. El tratamiento consiste en antibióticos. Existe una forma hiperaguda, generalmente asociada a infección gonocócica en pacientes sexualmente activos, que requiere tratamiento agresivo.