Tumores de la vía óptica

Diagnóstico Sospecha Tratamiento Inicial Seguimiento Deriviar

Aspectos esenciales

  • Tumores que pueden comprometer cualquier sección de la vía óptica.
  • Presentan alteración del campo visual y al fondo de ojo.

Caso clínico tipo

Paciente sexo masculino, 15 años, consulta por cuadro caracterizado por hemianopsia heterónima bitemporal. Refiere cuadros previos de escotomas y cuadrantopsias.

Definición

Tumores que comprometen vía óptica, es decir, nervios ópticos, quiasma, tracto o cintilla óptica, núcleo geniculado lateral, radiaciones ópticas y corteza occipital.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

La principal etiología son los gliomas, tumores de astrocitos. Se presentan principalmente en los niños. Tienen alta asociación con la neurofibromatosis tipo I. 

Funcionalmente la luz llega a los fotoreceptores donde se transforma en impulso nervioso, se dirige a las células bipolares (1° neurona) y seguidamente a las células ganglionares (2° neurona) que forman el nervio óptico. Su trayecto va desde el ojo hasta el quiasma óptico, donde se produce la decusación de las fibras de la retina nasal mientras que las fibras de la retina temporal siguen su trayecto ipsilateral. El impulso posteriormente continúa a través de la cintilla óptica hacia el cuerpo geniculado lateral (3° neurona) y radiaciones ópticas para finalmente sinaptar en la corteza cerebral occipital. Dependiendo el nivel donde se comprometa la vía óptica se producirá cierto compromiso del campo visual. 

Clasificación:

  • Vía prequiasmática: Alteraciones monoculares.
  • Quiasma: alteraciones Heterónimas bilaterales.
  • Vía retroquiasmática: Alteraciones homónimas bilaterales.

Diagnóstico

Fundamentalmente clínico. Presentan alteraciones del campo visual, del reflejo fotomotor y alteraciones del fondo de ojo. Además, pueden presentar alteraciones neurológicas por hipertensión intracraneana, alteraciones endocrinas y compromiso de otras funciones encefálicas. Dentro de las alteraciones del campo visual, se pueden manifestar escotomas (pérdida o disminución de la visión en un punto del campo visual), hemianopsia (defecto que compromete un hemicampo) o cuadrantopsia (defecto que abarca un cuadrante completo). 

Dependiendo de la región de la vía óptica afectada, pueden presentar sintomatología específica:

Retina: Defecto en el campo visual ipsilateral. 

Nervio óptico: Principalmente corresponden al glioma (afecta de preferencia a niños) y al meningioma de la vaina (tumor de adultos). La presentación clínica de un glioma de nervio óptico es la ptosis, pero a veces el tumor es tan grande que también daña la visión produciendo anopsia del lado comprometido. En el caso del meningioma cursa con síntomas similares, con neuropatía compresiva del nervio óptico generando pérdida progresiva de la visión sin dolor. Hemianopsia derecha o izquierda según lado comprometido. Al fondo de ojo se produce aumento de la excavación.

Quiasma: Desde escotomas y cuadrantopsias en cuadros iniciales, hasta la clásica hemianopsia heterónima bitemporal. La patología tumoral del quiasma corresponde principalmente a tumores de hipófisis, craneofaringiomas, meningiomas y gliomas. Puede ser traumática, vascular, otros tumores, etc. Rara vez, si se comprime por lateral, produce hemianopsia heterónima binasal. Puede haber también sintomatología hipofisiaria asociada (trastornos endocrinos).

Cintilla óptica: Hemianopsia homónima incongruente (se compromete más el campo temporal que el nasal). Aumento de la excavación en el fondo de ojo. 

Cuerpo geniculado lateral: Disminución de AV, SIN aumento de la excavación en el fondo de ojo. 

Radiaciones ópticas: Las fibras se abren en abanico, por lo que es raro que se comprometan totalmente. De ser así, se produce una hemianopsia homónima. Lo habitual es que no comprometa todas las fibras, produciendo cuadrantopsias, en general superiores. 

Corteza occipital: Defectos homónimos de máxima congruencia. En general, se respeta el área macular, dado que presenta doble irrigación.

*El estudio se realiza con TC, RNM y ecografía (especialmente en tumores de la órbita).

Tratamiento

No existe un tratamiento recomendado, la decisión de la terapéutica es labor del especialista.

Seguimiento

Se debe derivar precozmente a especialista.

Bibliografía

Guías Oftalmológicas. Dr. Marcelo Unda Ch. Universidad Santiago de Chile, Facultad de Ciencias Médicas, Escuela de Medicina.

Compartir: