7. Nariz
A la inspección, es posible advertir que existe gran variedad de formas. Ciertas deformaciones, como la nariz en silla de montar, se relaciona con sífilis. En el mongolismo es corta, chica y redondeada. La rosácea deforma la nariz, que aparece eritematosa, con telangectasias, pápulas y pústulas que se extienden. El rinofima, provoca hipertrofia de glándulas sebáceas y aspecto afrutillado.
El color también orienta a ciertas afecciones, como en el alcohólico, enrojecida, tumefacta y con telangectasias. En el lupus eritematoso se presenta con mácula eritematoescamosa extendida a las mejillas. Los forúnculos son frecuentes.
Una dificultad funcional puede evidentemente, provocar alteraciones, como el aleteo nasal en disnea.
La parte anterior de las fosas puede examinarse a la inclinación de cabeza. Afecciones de las vías respiratorias altas a menudo modifican la mucosa. Los polipos, por otra parte, suelen ubicarse en el meato medio y son gelatinosos, blandos, móviles y grisáceos.
Pueden haber desviaciones del tabique o perforaciones del mismo en granuloma mediofacial, inhalación de cocaína y traumatismos.
Los senos paranasales deben ser explorados por palpación, con los pulgares en la frente sobre el extremo nasal de las cejas y en las regiones infraorbitarias. A la transluminación por debajo de la ceja sobre el ángulo interno, un seno frontal normal se ilumina como semicírculo superciliar interno (ausencia puede ser sinusitis). En tanto, el seno maxilar se translumina con la boca abierta y cabeza atrás. Con aireación normal, en el paladar óseo se observa un lado rojizo.