Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico Inicial Tratamiento Inicial Derivar
Aspectos esenciales
- Se definen como una anormal adquisión, compresión o expresión del leguaje hablado o escrito.
- Tiene una prevalencia de 5-8% en preescolares y a un 4% en escolares.
- La conducta ante la sospecha es derivar a especialista
Caso clínico tipo
Niño de 4 años de edad que posterior a episodio de meningitis neumocócica presenta un retroceso en su nivel de lenguaje.
Definición
Los Trastornos específicos del lenguaje corresponden a una anormal adquisión, comprensión o expresión del lenguaje hablado o escrito.
– El Lenguaje es un complejo y dinámico sistema convencional de signos que es usado de varios modos para pensar y comunicar. Consta de dos vertientes: la vertiente comprensiva (aspecto receptivo) y la expresiva (aspecto efector).
– El Habla es un acto principalmente motor, que involucra la producción y secuencia de sonidos significativos para la transmisión del lenguaje. Está constituido por dos elementos principales: la articulación de los sonidos (fonética) y la fluidez de la expresión.
– La Voz es la expresión de sonidos a través de los órganos fono-articulatorios que incluyen tono, timbre y volumen.
Los TEL, pueden implicar a todos, uno o alguno de los componentes (fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático) del sistema lingüístico. Los cuadros se pueden agrupar en la vertiente expresiva, comprensiva o mixta.
Etiología-epidemiología-fisiopatología
– Prevalencia cercana al 5-8% en preescolares y a un 4% en escolares; y su mayor importancia radica en el hecho que alteran la capacidad de comunicación del niño con sus padres y pares, generando gran preocupación para.
– En la etapa escolar, los trastornos del habla y del lenguaje pueden asociarse a dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura, a un rendimiento escolar deficiente, y en forma secundaria a trastornos en la esfera conductual y emocional.
– En términos generales, estos trastornos suelen presentar un curso crónico; así, sin un diagnóstico y tratamiento adecuados, la patología persiste en el 40 – 60% de los casos.
Los TEL no tienen una base social/cultural clara, sino más bien un sustrato biológico anatómico, el cual puede verse influido, pero no determinado por condiciones como el nivel educacional y la estimulación parental.
Diagnóstico
Al enfrentarse a un niño que se comunica mal, el primer paso es determinar si éste presenta un trastorno del habla o un trastorno del lenguaje, o bien su problema es secundario a alteraciones a nivel fono-articulatorio o psicolingüístico.
– Retraso simple del lenguaje: adquisición del lenguaje se presenta cronológicamente retrasada, pero que evoluciona adecuadamente (cumple los hitos en forma adecuada) y que no compromete la comprensión. Se postula que su origen sería un discreto retraso a nivel madurativo.
– Disfasia o trastorno específico del lenguaje: adquisición se presenta cronológicamente retrasada, y evoluciona sin progresos. Los afectados muestran alteraciones persistentes en la comprensión, procesamiento y uso del lenguaje, y por tanto serias dificultades para comunicarse. Para plantear el diagnóstico se requiere indemnidad sensorial, motora e intelectual.
– Afasia: Alteración adquirida del lenguaje, en el cual se observa un desarrollo previo normal, y posteriormente alteraciones en la comprensión y/o expresión. Puede ser secundaria a una lesión cerebral traumática, tumoral, malformativa o infecciosa.
Tratamiento
En el caso del retraso simple del lenguaje, la conducta consiste en estimular el lenguaje, sin requerir derivación a especialista. En los siguientes casos se requiere derivación inmediata a especialistas (neurología infantil – fonoaudiología).
Seguimiento
Por especialista