Definición del examen
Examen imagenológico que permite evaluar la presencia y normalidad del embrión-feto y de los diversos órganos fetales. Permite la estimación de la talla y peso fetal, cantidad de líquido amniótico, características e implantación del cordón umbilical, ubicación y aspecto de la placenta, entre otros. Es el examen de elección durante el embarazo, pues como es sabido, no emite radiación que pudiese afectar al feto y por tanto es el método más seguro para conocer el estado general del embarazo.
Forma de realización del examen
Durante el primer trimestre la exploración ecográfica se realiza por vía transvaginal, posteriormente se realiza mayoritariamente vía abdominal, si bien es cierto que puede ser necesario valorar algunas estructuras anatómicas tanto maternas como fetales por vía transvaginal.
En el caso de ser transvaginal la vejiga debe estar vacía. Si es abdominal se recomienda que la madre toma agua 1 hora antes del examen para tener la vejiga llena y por tanto lograr una mejor imagen.
Cuáles son las indicaciones del examen
El número de ecografías a realizar para el control de un embarazo dependerá de varios factores, el principal de ellos es la definición del embarazo, si es de alto o bajo riesgo, lo que debería aclararse durante la primera consulta de la paciente y podría uno de bajo riesgo cambiar a alto riesgo obstétrico durante la evolución. Es el ginecólogo quién debe indicar cuántas ecografías serán necesarias y en qué momento deben realizarse.
En general, el control ecográfico de un embarazo de evolución normal en Chile implica 3 ecografías:
- Ecografía del primer trimestre (6-12 semanas): Al principio de la gestación se realizará una ecografía para confirmar viabilidad fetal, averiguar el número de embriones, establecer, con la máxima seguridad, la edad gestacional (FUR operacional) y el riesgo de aneuploidias según algunos parámetros como la translucencia nucal.
- Ecografía morfológica del segundo trimestre (20-22 semanas): En esta ecografía se lleva a cabo una valoración completa y exhaustiva de todos los órganos del feto con el fin de intentar descartar la presencia de anomalías estructurales. Asimismo, se valoran ciertos parámetros del útero y la placenta para poder obtener información sobre la evolución del embarazo (Ecografía doppler arterias uterinas). Es también en esta ecografía donde se puede determinar con gran probabilidad el sexo del feto.
- Ecografía del tercer trimestre (30-34 semanas): Ecografía destinada fundamentalmente a valoración del crecimiento fetal. Asimismo, se valora la cantidad de líquido amniótico y la posible aparición de algún tipo de patología fetal evolutiva.
En el caso de gestaciones de alto riesgo, embarazos gemelares y otras circunstancias personales de la paciente, el número de ecografías necesarias para controlar la evolución del embarazo puede verse incrementado.
Otros síntomas o signos que requieren la realización de una ecografía son:
- Sospecha de embarazo ectópico (retraso menstrual, sangrado genital, dolor pelviano, de forma tardía tumor anexial)
- Sospecha de embarazo molar (crecimiento uterino acelerado, sangrado, hiperémesis, hipertensión)
- Síntomas de aborto (contracciones uterinas + sangrado genital)
- Posterior a un aborto en evolución para determinar si fue completo o incompleto.
Contraindicaciones del examen
No existen contraindicaciones para la realización de este examen.
Informe que entrega el especialista que realiza el examen
El informe indicará diferentes hallazgos según el momento de realización, es así como:
Primer trimestre:
– –La viabilidad fetal consiste en el hallazgo de LCF a los 7mm o antes.
– –Diagnóstico de huevo anembrionado (saco gestacional de 25mm o más sin embrión)
– – Determinar el número de fetos y la corionicidad si el embarazo es gemelar. En este último caso (embarazo gemelar), se informa hallazgo del signo lamba cuando es Bicorial o T cuando es Monocorial.
– –Establecer la edad gestacional según Longitud Céfalo-Nalga (LCN)
– –Predecir riesgo de aneuploidías: Translucencia Nucal (se define por un valor >p95) o con otros marcadores (Huesos nasales, insuficiencia tricuspidea, velocimetría del ductus venoso)
Segundo trimestre:
– –Biometría.
– –Examen anatómico del feto: Cabeza, macizo facial, cuello, tórax, corazón y número de cámaras, arterias y venas, abdomen, genitales (sexo), columna, extremidades.
– –Placenta: establecer si hay placenta previa según su relación al OCI.
– –Medición de la longitud cervical uterina (desde el OCI al OCE).
– –Velocimetría doppler de las arterias uterinas: mide la resistencia de las arterias uterinas, mediante el índice de pulsatilidad (IP).
Tercer trimestre:
– –Evaluación del crecimiento fetal (peso fetal, percentiles), presentación fetal.
– –Evaluación condición hemodinámica (índice Líquido amniótico).
– –Evaluación de la unidad feto-placentaria (placenta previa, acretismo).
Interpretación del informe que entrega el examen
Primer trimestre:
– –Si el feto mide más de 7mm y no se encuentran latidos se catalogará como no viable (aborto) y se debe proceder a inducir el trabajo de aborto o realizar legrado uterino según corresponda.
– –En caso de huevo anembrionado, la conducta es similar al caso anterior.
– –La determinación de embarazo único o gemelar y en este último caso, la corionicidad, es fundamental para catalogar como bajo o alto riesgo obstétrico el embarazo. Embarazo gemelar debe ser derivado a nivel secundario.
– –En caso de FUR no segura o confiable, una eco precoz es fundamental para la determinación con menor rango de error de la edad gestacional, obteniendo así la FUR operacional. Si esta última varía en 5 o más días de la FUR se calculará la edad gestacional según la operacional.
– –La transluscencia nucal aumentada se relaciona a: Aneuploidías (Trisomía 21, 18, 13, X0), Anomalías fetales mayores, Síndromes genéticos (Noonan, Di George, Zellweger), Anomalías anatómicas (Acrania, Encefalocele, Malformación Dandy-Walker, Espina Bifida, Hernia diafragmática, etc)
Segundo trimestre:
– –Permite derivar embarazos a medicina fetal, y hacer algunas intervenciones al nacimiento e incluso intervención prenatal.
– –Aunque no existe consenso sobre la definición de “cuello corto uterino”, se deriva a alto riesgo obstétrico y se da profilaxis con progesterona a todas las embarazadas con cuello <20mm.
– – Un IP >p95 (>1,5) se correlaciona a un mayor riesgo de evolucionar con preeclampsia y/o Restricción del crecimiento intrauterino, por lo que se deriva a ARO y se agrega un control ecográfico a las 26-30 semanas.
– –En caso de placenta previa, la mayoría de estas serán normales en la tercera ecografía por tanto la conducta debe ser expectante (en caso de ser asintomática)
Tercer trimestre:
– – Fetos con RCIU deben ser derivados a alto riesgo obstétrico para su evaluación.
– –Oligohidroamnios debe ser derivado a alto riesgo.
– –Placenta previa, acretismo deben ser derivados a alto riego obstétrico.
– –Presentaciones distócicas (podálica, tronco, hombro) deben ser derivadas a nivel secundario en la semana 36 de gestación.
Signos de alarma:
– Ausencia de latidos cardiofetales en un embrión de 7mm o más
– Presencia de saco gestacional de 25mm o más sin embrión.
– Hallazgo de signo T en embarazo gemelar.
– Translucencia nucal >p95
– Hallazgo de alteraciones anatómicas graves.
– Cuello corto uterino
– Índice de pulsatilidad >p95
– RCIU
– Oligohidroamnios
– Placenta previa en tercer trimestre.
– Acretismo placentario
Riesgos del examen
El paso de los ultrasonidos a través de los tejidos puede liberar calor, por efecto térmico, pero la cantidad liberada en los equipos médicos es insignificante, de tal modo que hasta la fecha no se ha podido detectar ningún efecto adverso por su uso, ni en la madre ni en el feto.
Bibliografía
Guía Perinatal, MINSAL, 2015
Manual Ginecología y Obstetricia Pontificia Universidad Catolica 2015.