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Oftalmología

Dacriocistitis aguda

Aspectos esenciales

  • Patógenos comunes de vía aérea alta infectan un conducto nasolagrimal previamente obstruido.
  • Diagnóstico por hallazgos específicos al examen físico.
  • Tratamiento inicial con medidas destinadas a controlar el proceso infeccioso.
  • Tratamiento resolutivo es quirúrgico por especialista.

Caso clínico tipo

Paciente sexo femenino, 60 años, consulta por cuadro de 2 días de evolución caracterizado por aumento de volumen doloroso en canto medial de ojo derecho, asociado a epífora. Al examen físico se observa tumefacción eritematosa en el ángulo interno del ojo, dolorosa a la palpación. Al presionar saco lacrimal da salida a secreción purulenta. ¿Cuál es el diagnóstico más probable? a) Dacrioadenitis aguda b) Meibomitis aguda c) Dacriocistitis aguda d) Dacriocistitis crónica fistulizada e) Carcinoma basocelular infectado

Definición
Infección del saco lacrimal secundario a obstrucción del conducto nasolagrimal.

Etiología-epidemiología-fisiopatología
La obstrucción del conducto nasolagrimal condiciona el desarrollo de la dacriocistitis puede deberse a un proceso infeccioso, traumatismo, tumor, estenosis congénita, estenosis senil del conducto, sinusitis, conjuntivitis crónica y/o canaliculitis.

Se puede presentar a cualquier edad, pero es más frecuente en niños menores de 1 año (obstrucción congénita) y en mujeres mayores de 50 años (estenosis senil).

Agentes etiológicos: patógenos de vía aérea alta
– S. Aureus (más frecuente, S. β hemolítico Grupo A (S. pyogenes),  H. Influenzae y S. Pneumoniae

Diagnóstico
Es clínico, el cuadro agudo tiene duración de máximo 7 días.

– Cuadro de epifora unilateral de larga data, dada por la obstrucción del conducto nasolagrimal que propició la infección, asociado a aumento de volumen doloroso, tenso de inicio subagudo en el canto medial.
– Examen Físico: eritema y aumento de volumen doloroso en la región del saco lagrimal y párpado inferior, unilateral, asociado a descarga mucopurulenta al comprimir el saco lagrimal e hipersensibilidad en zona comprometida.
– Síntomas sistémicos no son frecuentes, sugieren complicaciones o cronicidad del cuadro; pasa a ser una dacriocistitis crónica (más de 14 días de duración), deja de ser doloroso.

Complicaciones:

1.- Celulitis preseptal

2.- Celulitis orbitaria, ésta de mayor gravedad con compromiso de la agudeza visual y los movimientos oculares. Mayor riesgo de complicaciones severas (absceso orbitario, trombosis del s. cavernoso)

Diagnóstico diferencial: orzuelo, celulitis, tumor de saco lagrimal y tumores palpebrales.

Tratamiento
Manejo médico inicial: aseo local con algodón humedecido en agua hervida fría o solución fisiológica, calor local, drenaje manual, y administración analgésicos (AINES) y ATB orales que cubran estafilococo (Cloxacilina o Flucloxacilina 1° opción, Amoxicilina/ácido clavulánico o cefalosporinas).

Derivar a especialista: para resolución quirúrgica una vez controlada la infección (dacriocistorrinostomía).

En caso de dacricistitis a repetición, dacriocistitis refractaria y aparición de complicaciones (HOSPITALIZAR).

Contusión ocular

Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico Específico Tratamiento Inicial Seguimiento Derivar

Aspectos esenciales

  • Trauma ocular cerrado generalmente causado por golpe con objeto romo.
  • Predominante en hombres jóvenes.
  • Siempre derivar a especialista, siendo urgencia o emergencia en caso de signos de alarma.

Caso clínico tipo

Paciente de sexo masculino 18 años que recibe sobre ojo derecho un pelotazo jugando partido de tenis, refiere diplopia y leve dolor ocular. Al examen físico destaca leve enoftalmo, edema palpebral, quemosis y no logra elevar ojo derecho.

Definición
Trauma ocular sobre el globo ocular cerrado y sus estructuras vecinas, ocasionando daño tisular de diverso grado desde una hemorragia subconjuntival hasta un estallido ocular.

Etiología-epidemiología-fisiopatología
– 
Al 2009 se estima que  un 3% de las consultas de urgencia son debido a trauma ocular.
– Contusión ocular corresponde al tipo de traumatismo ocular más frecuente.
– Traumatismo ocular es la primera causa de pérdida de visión en individuos jóvenes.
– Predomina en pacientes jóvenes y de sexo masculino.

Etiología: entre las causas más frecuentes están los piedrazos, pelotazos, golpes con objetos contundentes o puño y accidentes de tránsito; mientras más pequeño el objeto mayor es la energía transmitida por lo que las lesiones suelen ser más graves.
(Recordar que los traumas causados por objetos cortantes deben considerarse de urgencia resolutiva por especialista sólo por el medio de trauma).

Diagnóstico
– El diagnóstico en el servicio de urgencia debe estar orientado a manejo según la clasificación de gravedad dada.

Realizar evaluación de agudeza visual, campos visuales confrontados, reflejos pupilares y movimientos oculares.

Además evaluar lesiones perioculares:  
– Hematomas, equimosis, edema, dificultad de apertura ocular.
– Observar párpados en especial los márgenes y puntos lacrimales.
– Palpar los bordes orbitarios, aducciones, versiones y presencia de diplopía.

Buscar fractura de paredes de la órbita (más frecuente pared medial, pero clínica más clásica fractura de piso), buscar asimetrías faciales, hematomas y enfisema subcutáneo. Recordar que en fractura de piso hay alteración de motilidad ocular ( se atrapa el recto inferior) y el paciente puede referir diplopia.

Si se sospecha fractura orbitaria tomar radiografía de órbita AP y lateral.


 

Consignar al ingreso la agudeza visual y si el paciente puede percibir luz y logra localizarla ya que implica pronóstico y valor médico-legal.


 

 Tratamiento
Evaluar signos de alarma, si no están presentes aplicar tratamiento de mantención y posterior derivación según corresponda.

alarma

Tratamiento mantención:
1.- Analgesia:

  • Niños ibuprofeno 4-10mg/kg.
  • Adultos ibuprofeno 400 mg cada 6 hrs o paracetamol 500mg cada 6 hrs.
  • Hielo local y reposo en primera horas.

2.- Aplicar parche para cubrir
     No colocar ungüentos ni colirios en ojo afectado.

3.- A todos derivar a especialidad dentro de próximas 24-48 horas. Si es emergencía derivación inmediata

Seguimiento
Por especialista.


1.- Diagnóstico y tratamiento de la Contusión Ocular y Orbitaria. México, Secretaría de salud 2010.

2.- Guía Clínica “Trauma Ocular Grave”. Santiago: MINSAL, 2009

Conjuntivits viral no complicada

Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico Sospecha Tratamiento Inicial Seguimiento Derivar

Aspectos esenciales

  • Cuadro de inyección conjuntival, epifora, secreción muco-serosa abundante y sensación de cuerpo extraño.
  • Cuadro altamente contagioso causado generalmente por Adenovirus.
  • Suele precederse de cuadro viral respiratorio, adenopatías, fiebre u odinofagia.
  • Ante evolución persistente: derivar.

Caso clínico tipo

Paciente de 35 años sin antecedentes mórbidos de relevancia, acude a consultorio por cuadro de 4 días de evolución de sensación de arenilla en los ojos, epifora y secreción mucosa. Su hijo tiene un cuadro similar. Al examen físico destaca inyección conjuntival y secreción serosa abundante, además adenopatía preauricular.

Definición
Inflamación conjuntival de etiología viral.

Etiología-epidemiología-fisiopatología
– Etiología viral es la más frecuente tanto en población pedíatrica como en adultos llegando a ser un 80% de las conjuntivitis
– Tasa de error diagnóstico del 50% debido a la dificultad que representa diferenciar de causa bacteriana.
– El agente más frecuente es el Adenovirus con múltiples serotipo (entre 65-90%).
– Herpes virus causa un 1.3% – 4,8% de los casos de conjuntivitis.

Diagnóstico
El cuadro clínico puede presentarse de forma aislada o en contexto de una infección viral sistémica, siendo muchas veces precedido de infección respiratoria alta, odinofagia, adenopatías, fiebre, diarrea y exantema.
Recordar es muy contagioso por lo cual usualmente presenta antecedente de contacto.

El examen ocular debe enfocarse en precisar agudeza visual, tipo de descarga, opacidad corneal, tipo y forma de la pupila, inflamación de parpados y proptosis. La presencia de adenopatías orienta a etiología viral

A.- Faringoconjuntivitis febril, se caracteriza por fiebre alta abrupta, faringitis, conjuntivitis bilateral y linfonodos preauriculares

B.- Queratoconjuntivitis epidémica: es más más severa, presenta descarga acuosa, hiperemia, quemosis y linfadenopatia bilaterales.

C.- Herpes Simple: usualmente unilateral, descarga acuosa leve y vesículas en el párpado.

D.- Herpes Zoster: Es sumamente contagioso vía secreciones, presenta cuadro característico en dermatomas y generalmente hay afectación bilateral. Puede complicarse por afectación corneal y uveítis por lo que requiere control por especialista. Evaluar Signo de Hutchinson: vesículas en la punta de la nariz se correlaciona con compromiso corneal.

 El diagnóstico se realiza mediante el antecedente epidemiológico y cuadro clínico. Las pruebas de diagnóstico viral no se realizan de rutina.

Tratamiento 
1.- Prevención de transmisión: lavado de manos, evitar piscinas, exposición con otros niños contagiados y uso de compartido de objetos personales.
2.- Sintomático: lágrimas artificiales, antihistamínicos tópicos y compresas frias.
3.- Si se presenta duda diagnóstica con cuadro bacteriano, se puede tratar de la misma manera pero no se recomienda el uso de antibióticos de rutina, no previenen sobreinfección.

– Herpes: administrar antivirales tópicos y orales para disminuir el curso.

·        Aciclovir tópico 1 gota 9 veces al día por 10 días.
·        Aciclovir oral 400 mg 5 veces al día por 7-10 días.
·        Valaciclovir 500 mg 3 veces al día por 7 – 10 días.

– Herpes zoster: Derivar para manejo por especialista.

 Seguimiento
En caso de complicación o si el cuadro no presenta mejoras luego de primera semana, se recomienda derivación a especialista.


Azari, A. A., & Barney, N. P. (2013). Conjunctivitis: A Systematic Review of Diagnosis and Treatment. JAMA : The Journal of the American Medical Association, 310(16), 1721–1729. http://doi.org/10.1001/jama.2013.280318

Ametropía

Aspectos esenciales

  • Ametropía: Defecto óptico del globo ocular.
  • Hipermetropía y presbicie se trata con lentes convergentes y la miopía con lentes divergentes.
  • Astigmatismo es la alteración más frecuente.
  • Presbicie ocurre por disminución de la capacidad acomodativa del cristalino.
  • El agujero estenopeico mejora la agudeza visual en vicios de refracción.

Caso clínico tipo

Paciente sexo masculino, 14 años, que refiere dificultad para leer el pizarrón durante las clases, asociado a cefalea ocasional. 2.- Paciente sexo femenino, 50 años, previamente sana, que acude a consultar por dificultad para ver de cerca.

Definición
La Ametropía o vicio de refracción se define como un defecto óptico por el cual la imagen de un objeto ubicado en el infinito no es proyectada de forma precisa en el plano retinal.

Etiología-epidemiología-fisiopatología
– Motivo de consulta oftalmológica más frecuente y principal causa de trastorno visual en la población general.
– La causa de la alteración puede residir en la córnea, el cristalino o la longitud anteroposterior del globo ocular, siendo este último el factor más frecuente.
– Los ojos amétropes mejoran su agudeza visual mirando a través del agujero estenopeico cuando se examina la agudeza visual.

Diagnóstico
Hipermetropía
 Los rayos se localizan detrás de la retina, bien porque el eje del globo ocular es demasiado corto o porque el poder de refracción del segmento anterior (cristalino-cornea) es menor de lo normal.
Clínica depende de la edad (a mayor edad, menor poder de acomodación) y del grado.
Clínica: Astenopias (visión borrosa, dolor ocular, cierre y frotamiento ocular), cefalea, cansancio visual y dificultad para visión de cerca.
Puede desencadenar un estrabismo convergente en niños cuando no es corregida y aumenta riesgo de glaucoma agudo en adulto.


Miopía
Los rayos se focalizan delante de la retina,globo ocular con mayor longitud anteroposterior o excesivo poder refractivo del segmento anterior.
Se manifiesta como mala visión de lejos y cuando es alta predispone a desprendimiento de retina.


Astigmatismo
Es el vicio de refracción más frecuente.
Existe una diferencia de potencia en dos o más meridianos del ojo lo que se traduce en que la imagen no es transmitida a un solo punto con respecto al plano retinal.
Clínica depende de la magnitud del astigmatismo, manifestándose como astenopias en casos leves, disminución de agudeza visual, fatiga ocular y cefalea en casos más severos.


Presbicie
Disminución de la capacidad acomodativa del cristalino, por pérdida de la elasticidad junto con menor fuerza contractil del músculo ciliar.
Se manifiesta a partir de los cuarenta años en individuos emétropes con incapacidad para enfocar los objetos cercanos.
Si esta sintomatología se presenta antes de los cuarenta años (presbicie precoz) hay que buscar una hipermetropía subyacente.
Si es de aparición tardía probablemente estaremos frente a un paciente con cierto grado de miopía.

Tratamiento
A. Hipermetropía y presbicie se tratan con lentes convexos (+) o convergentes
B. Miopía, con lentes cóncavos (–) o divergentes
C. Astigmatismo, con lentes cilíndricos o de contacto.
Se puede llevar a cabo la cirugía refractaria con técnica LASIK o intraocular. Presbicie: reemplazo cristalino por lente multifocal

Seguimiento
Se recomienda el control oftalmológico anual.

Tumores de la vía óptica

Tumores de la vía óptica

Diagnóstico Sospecha Tratamiento Inicial Seguimiento Deriviar

Aspectos esenciales

  • Tumores que pueden comprometer cualquier sección de la vía óptica.
  • Presentan alteración del campo visual y al fondo de ojo.

Caso clínico tipo

Paciente sexo masculino, 15 años, consulta por cuadro caracterizado por hemianopsia heterónima bitemporal. Refiere cuadros previos de escotomas y cuadrantopsias.

Definición

Tumores que comprometen vía óptica, es decir, nervios ópticos, quiasma, tracto o cintilla óptica, núcleo geniculado lateral, radiaciones ópticas y corteza occipital.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

La principal etiología son los gliomas, tumores de astrocitos. Se presentan principalmente en los niños. Tienen alta asociación con la neurofibromatosis tipo I. 

Funcionalmente la luz llega a los fotoreceptores donde se transforma en impulso nervioso, se dirige a las células bipolares (1° neurona) y seguidamente a las células ganglionares (2° neurona) que forman el nervio óptico. Su trayecto va desde el ojo hasta el quiasma óptico, donde se produce la decusación de las fibras de la retina nasal mientras que las fibras de la retina temporal siguen su trayecto ipsilateral. El impulso posteriormente continúa a través de la cintilla óptica hacia el cuerpo geniculado lateral (3° neurona) y radiaciones ópticas para finalmente sinaptar en la corteza cerebral occipital. Dependiendo el nivel donde se comprometa la vía óptica se producirá cierto compromiso del campo visual. 

Clasificación:

  • Vía prequiasmática: Alteraciones monoculares.
  • Quiasma: alteraciones Heterónimas bilaterales.
  • Vía retroquiasmática: Alteraciones homónimas bilaterales.

Diagnóstico

Fundamentalmente clínico. Presentan alteraciones del campo visual, del reflejo fotomotor y alteraciones del fondo de ojo. Además, pueden presentar alteraciones neurológicas por hipertensión intracraneana, alteraciones endocrinas y compromiso de otras funciones encefálicas. Dentro de las alteraciones del campo visual, se pueden manifestar escotomas (pérdida o disminución de la visión en un punto del campo visual), hemianopsia (defecto que compromete un hemicampo) o cuadrantopsia (defecto que abarca un cuadrante completo). 

Dependiendo de la región de la vía óptica afectada, pueden presentar sintomatología específica:

Retina: Defecto en el campo visual ipsilateral. 

Nervio óptico: Principalmente corresponden al glioma (afecta de preferencia a niños) y al meningioma de la vaina (tumor de adultos). La presentación clínica de un glioma de nervio óptico es la ptosis, pero a veces el tumor es tan grande que también daña la visión produciendo anopsia del lado comprometido. En el caso del meningioma cursa con síntomas similares, con neuropatía compresiva del nervio óptico generando pérdida progresiva de la visión sin dolor. Hemianopsia derecha o izquierda según lado comprometido. Al fondo de ojo se produce aumento de la excavación.

Quiasma: Desde escotomas y cuadrantopsias en cuadros iniciales, hasta la clásica hemianopsia heterónima bitemporal. La patología tumoral del quiasma corresponde principalmente a tumores de hipófisis, craneofaringiomas, meningiomas y gliomas. Puede ser traumática, vascular, otros tumores, etc. Rara vez, si se comprime por lateral, produce hemianopsia heterónima binasal. Puede haber también sintomatología hipofisiaria asociada (trastornos endocrinos).

Cintilla óptica: Hemianopsia homónima incongruente (se compromete más el campo temporal que el nasal). Aumento de la excavación en el fondo de ojo. 

Cuerpo geniculado lateral: Disminución de AV, SIN aumento de la excavación en el fondo de ojo. 

Radiaciones ópticas: Las fibras se abren en abanico, por lo que es raro que se comprometan totalmente. De ser así, se produce una hemianopsia homónima. Lo habitual es que no comprometa todas las fibras, produciendo cuadrantopsias, en general superiores. 

Corteza occipital: Defectos homónimos de máxima congruencia. En general, se respeta el área macular, dado que presenta doble irrigación.

*El estudio se realiza con TC, RNM y ecografía (especialmente en tumores de la órbita).

Tratamiento

No existe un tratamiento recomendado, la decisión de la terapéutica es labor del especialista.

Seguimiento

Se debe derivar precozmente a especialista.

Bibliografía

Guías Oftalmológicas. Dr. Marcelo Unda Ch. Universidad Santiago de Chile, Facultad de Ciencias Médicas, Escuela de Medicina.

Heridas de párpados

Nivel de manejo por médico general: Diagnóstico: Específico. Tratamiento: Inicial. Seguimiento: Derivar.

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Asociado a trauma ocular.
  • Historia clínica con detalle en el mecanismo del daño. 
  • Tratamiento en el servicio de urgencias.
  • Derivar a Oftalmólogo ante signos de daño ocular, compromiso del borde palpebral y de vía lagrimal.

CASO CLÍNICO TIPO:

Varón de 35 años, sin antecedentes mórbidos. Consulta en el servicio de urgencias por trauma ocular mientras trabajaba cortando barras de metal con un disco de corte sin protección ocular. Ingresa por dolor en párpado derecho, con aumento de volumen y hemorragia de poca cuantía.

DEFINICIÓN:

Solución de continuidad del tejido palpebral.

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

Son un importante subtipo de trauma facial. En niños normalmente se dan por mordidas de animales y colisiones con objetos punzantes al correr. En adolescentes y adultos es más común por trauma contuso (colisión en vehículos, peleas o deportes con balón). Se da más en hombres que en mujeres.

Las heridas pueden presentarse aisladas (1/3 de los casos) o asociadas a lesiones del globo ocular (en 2/3 de los casos). Las aisladas a su vez pueden comprometer el borde palpebral o la vía lagrimal.

Se clasifican en:

  • Heridas contusas: En traumas violentos, con desgarros de la zona más débil (conjunción de tarso y ligamento cantal interno). Suele producir alteraciones de los canalículos lagrimales. Rara vez se desgarra el canto externo.
  • Heridas punzantes: De especial gravedad si presentan daño a nivel de globo ocular, órbitas o paredes orbitarias. 
  • Heridas cortantes: Pueden estar a cualquier nivel, normalmente tienen dirección oblicua por la protección que otorga el reborde orbitario. 

DIAGNÓSTICO:

Diagnóstico clínico en el servicio de urgencias. 

Historia clínica: es importante consignar cómo se produjo la lesión y en qué contexto.

Examen físico: Inspección pasiva y meticulosa, sin hacer presión sobre el ojo (por posibilidad de herida perforante del globo ocular). Apertura manual de los párpados para observar lesiones, si existe edema no forzar apertura. Evaluar indemnidad sensorial y motora.

TRATAMIENTO:

  • Irrigar profusamente con suero. Si existe sospecha de herida penetrante ocular no irrigar con suero, aplicar parche estéril y referir inmediatamente al oftalmólogo con antibióticos sistémicos.
  • Las heridas que no comprometen el borde palpebral ni la vía lagrimal pueden ser suturadas por el médico del servicio de urgencia con material 6-0 (seda, nylon). Aplicar antibiótico tópico y cubrir de forma estéril. Si el riesgo de infección es alto se deben usar antibióticos sistémicos como Cloxacilina o Cefalexina. La sutura del tarso es clave para la buena recuperación estética y funcional del párpado. Una vez hecho esto deberá referirse a oftalmólogo.
  • Las heridas palpebrales que comprometen borde palpebral y vía lagrimal (ángulo interno de ojo) deben ser manejadas por oftalmólogo.
  • Profilaxis para el tétano y vacuna antirrábica si corresponde. 

SEGUIMIENTO:

Por especialista.

 

BIBLIOGRAFÍA:

1. Matthew F Gardiner, MDCarolyn E Kloek, MD (2017), Eyelid lacerations. Disponible en: https://www.uptodate.com/contents/eyelid-lacerations?source=search_result&search=herida%20PARPADO&selectedTitle=1~13#topicContent

Leucoma corneal

Nivel de manejo por médico general: Diagnóstico: Sospecha. Tratamiento: Inicial. Seguimiento: Derivar.

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Opacificación de la córnea
  • Habitualmente secundario a traumatismos oculares o infecciones severas.
  • Genera disminución de la agudeza visual.
  • Tratamiento es trasplante de córnea.

CASO CLÍNICO TIPO:

Mujer de 76 años, consulta por baja visión en el ojo derecho. Manifiesta que hace unos días se vio en el espejo una especie de mancha en el mismo ojo. Al interrogatorio dirigido refiere hace 7 años haber recibido por accidente unas gotas de agua caliente en la cara.

DEFINICIÓN:

Es la opacificación de la córnea.

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

Se produce generalmente por la cicatrización de heridas, quemaduras, úlceras e infecciones severas, pero también puede presentarse en forma secundaria a una patología primaria de la córnea (raras) y al momento del nacimiento (leucoma congénito). Puede estar asociada a una sinequia iridocorneal y otras malformaciones oculares, sobre todo si es congénita.

La córnea es un tejido transparente y avascular que continúa a la esclera en el segmento anterior del ojo. Esta cubre el iris, pupila y cámara anterior y es responsable de 2/3 partes de la potencia refractiva del ojo. En el leucoma se forma tejido cicatricial estromal que es beneficioso para la conservación del ojo pero perjudicial para la visión, ya que genera pérdida de transparencia de la córnea.

DIAGNÓSTICO:

‘Clínico, siendo lo clásico un cuadro de disminución de la agudeza visual más o menos severa asociado a opacificación de la córnea al examen oftalmológico. Importante interrogar acerca de infecciones o traumas oculares previos.

TRATAMIENTO:

Derivar a especialista, pues el único tratamiento es el trasplante (o injerto) de córnea, siendo que los lentes no tienen utilidad alguna y no existe ningún medicamento que restituya la transparencia de los tejidos opacificados.

El injerto de córnea es el trasplante homólogo más exitoso, puesto que la córnea es un tejido avascular inmunológicamente privilegiado, lo que previene el rechazo del injerto. El éxito del procedimiento dependerá del tipo de patología de base.

SEGUIMIENTO:

Por especialista.

 

BIBLIOGRAFÍA:

1.http://salud.discapnet.es/Castellano/Salud/Enfermedades/EnfermedadesDiscapacitantes/L/Leucoma%20Corneal/Paginas/cover%20leucoma%20corneal.aspx

Herida penetrante o perforante ocular

Nivel de manejo por médico general: Diagnóstico: Inicial. Tratamiento: Inicial. Seguimiento: Derivar.

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Es un traumatismo ocular grave considerado una emergencia oftalmológica.
  • Baja incidencia, más frecuente en jóvenes entre los 10-20 años.
  • La atalamia es muy sugerente de la patología.
  • Se debe derivar rápidamente al especialista sin tocar ni colocar nada sobre el ojo. Administrar antibióticos endovenosos y mantener en ayunas.

CASO CLÍNICO TIPO:

Paciente sexo masculino de 17 años, sin antecedentes. Al ingreso se observa que presenta hifema y atalamia; refiere trauma mientras utilizaba una pistola a balines.

DEFINICIÓN:

Corresponde al traumatismo ocular grave con rotura del globo ocular, existiendo una herida en el espesor total de la córnea y/o esclera. Puede comprometer la cámara anterior o posterior del ojo.

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

Patología de baja incidencia, ocurre más frecuentemente en jóvenes de sexo masculino de 10 a 20 años. Se denomina penetración solo a la entrada, perforación a la entrada y salida y estallido al compromiso de 3 o más paredes. El uso de protectores oculares previene el trauma.

DIAGNÓSTICO:

El paciente puede presentar: disminución de la agudeza visual, hemorragia subconjuntival, hifema,  midriasis, discoria, disminución de la presión intraocular, cámara anterior anormalmente profunda o plana, prolapso de úvea u otra estructura interna, y signo de Seidel (fluorescencia desde el sitio de lesión). Un signo muy importante a la hora de pesquisar esta situación es la atalamia o desaparición de la cámara anterior del ojo. 

TRATAMIENTO:

  • El manejo inicial considera un agresivo manejo del dolor (analgesia endovenosa como morfina o fentanyl, evitar AINEs) y control de las náuseas y/o vómitos.
  • No se debe tocar ni colocar nada sobre el ojo, pero se puede realizar un sello ocular estéril  no compresivo bilateral.
  • Está indicado el uso de antibióticos sistémicos de amplio espectro y mantener al paciente en ayunas, preparándolo para el tratamiento definitivo que es la cirugía de urgencia.

SEGUIMIENTO:

Debe ser derivado rápidamente a un centro especializado.

 

BIBLIOGRAFÍA:

1. Christopher M Andreoli, MDMatthew F Gardiner, MD (2017), Open globe injuries: Emergent evaluation and initial management. Disponible en: https://www.uptodate.com/contents/open-globe-injuries-emergent-evaluation-and-initial-management?source=search_result&search=herida%20ocular&selectedTitle=3~150#topicContent

Hemorragia vítrea

Nivel de manejo por médico general: Diagnóstico: Inicial. Tratamiento: Inicial. Seguimiento: Derivar.

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Patología con diversas etiologías.
  • Se presenta como una pérdida de visión súbita.
  • Se debe derivar al oftalmólogo para tratamiento.

CASO CLÍNICO TIPO:

Paciente varón de 67 años con antecedentes de DM II. Refiere pérdida de visión súbita con entopsias en ojo derecho.

DEFINICIÓN:

Corresponde a la presencia de sangre en la cámara vítrea (posterior).

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

Presenta diversas etiologías: desprendimiento vítreo posterior, desgarro retinal, retinopatía diabética proliferativa, trombosis de rama venosa con neovascularización, trauma contuso, perforante o penetrante.

Es importante tener en consideración que la hemorragia vítrea traumática está relacionada con trauma craneal en casos de abuso infantil, además de asociarse a hemorragia subaracnoídea o subdural en pacientes con importante traumatismo.

DIAGNÓSTICO:

El cuadro clínico se caracteriza por la pérdida de visión súbita con la aparición de entopsias. Al examen físico desaparece el rojo pupilar, y en la oftalmoscopia se confirma la presencia de sangre en el vítreo.

Tiene indicación de TAC en pacientes con traumatismo craneal.

TRATAMIENTO:

Se requiere una derivación urgente a oftalmólogo para pruebas diagnósticas adicionales para lograr identificar la herida y proveer tratamiento definitivo.

SEGUIMIENTO:

Por especialista.

 

BIBLIOGRAFÍA:

1. Matthew F Gardiner, MD (2017), Overview of eye injuries in the emergency department. Disponible en: https://www.uptodate.com/contents/overview-of-eye-injuries-in-the-emergency-department?source=search_result&search=hemorragia%20vitrea&selectedTitle=2~61#H1905437

Tumores de conjuntiva

Diagnóstico Específico Tratamiento Inicial Seguimiento Derivar

Aspectos esenciales

  • Se clasifican en benignos, precancerosos o malignos.
  • Presentan en general mejor pronóstico que otros tumores oftalmológicos.
  • El tratamiento es la resección en lesiones benignas generalmente por indicación estética.
  • Los tumores malignos requieren enucleación o exanteración cuando son de gran tamaño.

Caso clínico tipo

Paciente sexo femenino, 56 años, consulta por “lunar en ojo derecho”. Al examen físico presenta lesión pigmentada, blanda en la carúncula del ojo derecho.

Definición

Corresponde a la proliferación anormal de los distintos tipos celulares de la conjuntiva. Pueden ser lesiones benignas, precancerosas o malignas.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Los tumores de la conjuntiva son uno de los más frecuentes del ojo. Abarcan un amplio espectro desde lesiones. Se clasifican en:

  • Tumores benignos: Nevus (perilímbicos o en la carúncula), angiomas, dermoides (tumores congénitos que corresponden a anomalías del desarrollo) y granulomas (por reacción inflamatoria).
  • Lesiones precancerosas: Melanosis precancerosa (puede evolucionar a un verdadero melanoma).
  • Tumores malignos: Espinocelular, carcinoma in situ (mejor pronóstico) y melanoma maligno.

Diagnóstico

Por especialista. Fundamentalmente clínico. Confirmación diagnóstica mediante biopsia. Sospecha de lesión maligna: edad avanzada, lesión de aparición reciente, de crecimiento rápido, con márgenes irregulares, indurada y/o ulcerada. 

Tumores benignos:

  • Nevus: Tumores pigmentados, blandos y, a veces, con quistes, perilímbicos o en la carúncula. Rara vez malignizan.
  • Angiomas: Pueden presentarse como telangectasias difusas, hemangiomas capilares o hemangiomas cavernosos. 
  • Dermoides: Son tumores lisos, redondos, amarillos y elevados, de los que suelen sobresalir pelos. En esta clasificación se incluyen los dermoides, lipodermoides, epidermoides y teratomas.
  • Granulomas: Se manifiestan como reacciones inflamatorias a agresiones externas, de crecimiento lento. 

Lesiones precancerosas:

  • Melanosis: Lesión pigmentada y plana de presentación brusca en el adulto. 

Tumores malignos:

  • Carcinoma espinocelular: Poco frecuente. Formación opaca muy vascularizada de aspecto gelatinoso y de rápido crecimiento en el limbo esclerocorneal y en la unión mucocutánea del borde palpebral y la carúncula. Da metástasis linfáticas.
  • Carcinoma in situ: Tiene un aspecto y localización similar al carcinoma espinocelular, aunque más limitado (y de mejor pronóstico). Recurren con frecuencia.
  • Melanoma maligno: Es menos maligno que los palpebrales y se presentan con una pigmentación variable. A veces se originan sobre nevus preexistente o sobre melanosis adquirida. Poseen vasos aferentes gruesos. Es radiorresistente; en muchos casos, se precisa la enucleación. Hay que hacer el diagnóstico diferencial con el nevus conjuntival – El nevus posee, en muchas ocasiones, quistes y puede movilizarse sin problemas. El melanoma tiene un aspecto más sólido y suele estar adherido a planos profundos. 

Tratamiento

Por especialista. Presentan mejor pronóstico que otros tumores oftalmológicos. Tratamiento extirpación, enucleación (extirpación del globo ocular), exanteración (extirpación de todo el contenido orbitario) o radioterapia. Las lesiones benignas pueden ser extirpadas por indicación estética, o si es necesario, realizar enucleación. Los nevus y la melanosis deben ser estudiados por diagnóstico diferencial y progresión a melanoma. Las lesiones malignas requieren extirpación mediante cirugía si son de pequeño tamaño. Cuando son de gran tamaño, se recomienda enucleación o exanteración. Es más habitual que el carcinoma in situ recurra sin tratamiento. En general, son resistentes a radioterapia.

Seguimiento

Por especialista. Derivar.

Bibliografía

Manual CTO Oftalmología. 8va Edición.