Skip to content Skip to main navigation Skip to footer

6) Problemas de salud mental frecuentes en la infancia

Es de primera importancia que los equipos que realizan la supervisión de salud puedan manejar algunos criterios de sospecha diagnóstica y herramientas de intervención ante problemas de salud mental infantil frecuentes en nuestra población

A continuación, se presenta la descripción, sospecha y manejo de los problemas de salud mental más frecuentes en la infancia.

Bullying o matonaje

El Bullying es una conducta sistemática de agresión física y/o psicológica, que infringe un alumno o un grupo de ellos hacia otro, en una relación asimétrica de poder, en donde el o los agresor(es) busca(n) causar sufrimiento y/o control en el otro.

Se expresa de manera diferente según la edad, género y cultura y puede ser de distintos tipos: físico (golpes, zancadillas, etc.), verbal, social (difusión de rumores, bromas desagradables, etc.), acoso psicológico, cibernético.

 

Banderas rojas: A ser observadas por profesores y equipo de salud

–          Rechazo a la escuela o evitación a ir.

–          Rasguños y moretones inexplicados.

–          Trastornos del sueño.

–          Aislamiento social.

–          Cambio conductual en el hogar, como irritabilidad y labilidad emocional aumentada, aparentemente sin causa.

–          Signos de tristeza, llanto o tensión antes o después de ir a la escuela.

–          Dolores de cabeza, abdominal o vómitos antes de ir al colegio.

–          Miedo de caminar a la escuela.

–          Ausentismo escolar injustificado.

–          Baja importante en el rendimiento escolar.

–          Pérdida o daño de pertenencias.

–          Negarse a conversar lo que sucede en la escuela

Tabla 31: Recomendaciones para los padres del niño/a víctima de Bullying.

 

Maltrato infantil

El maltrato Infantil constituye una forma de abuso de poder ejercido en el contexto de las relaciones de dependencia, que se dan en la familia (por madre, padre y/o cuidador principal) o en las instituciones sociales.

Existen distintos tipos de maltrato infantil: Maltrato físico, psicológico, abandono o negligencia y abuso sexual.

–          Maltrato físico: es cualquier acción que provoque daño físico o sea causal de enfermedad

–           Maltrato psicológico: es la hostilidad y/u hostigamiento habitual hacia el niño o niña, por medio de insultos, burlas, ridiculizaciones, desprecios, etc. El ser testigo de violencia entre la madre y/o padre es otra forma frecuente de abuso psicológico.

–          Negligencia y abandono: falta de protección y cuidado mínimo hacia el niño o niña.

 

Algunos factores que hacen más propenso al niño o la niña a sufrir maltrato como la existencia de agresión física entre los padres, consumo excesivo de alcohol en la familia.

Banderas Rojas, según tipo:

Maltrato Físico:

Signos físicos:

–           Lesiones localizadas en zonas poco habituales, en cabeza y rostro se encuentran: erosiones, equimosis y hematomas en el rostro. A nivel del cuerpo se encuentran: quemaduras, fracturas. Pueden observarse cicatrices, deformidades óseas, secuelas neurológicas o sensoriales, que pueden dar cuenta de maltrato infantil de larga data.

Comportamiento del niño o niña

–          Cautela ante contacto físico con adultos, conductas extremas (agresividad/rechazo), miedo aparente a sus padres o a volver a casa, trastornos del sueño o de alimentación.

Conducta del o los cuidadores

– El relato es cambiante, inconsistente y no concuerda con la intensidad o características de las lesiones observadas, utiliza medios disciplinarios severos, amenaza al niño o niña con lo que ocurrirá al llegar a la casa.

Maltrato Psicológico:

Signos físicos

– Retraso en el desarrollo físico, trastornos de la alimentación, sueño y regulación de los esfínteres.

Comportamiento del niño o niña

– Excesivamente complaciente, pasivo(a) o bien agresivo, muy exigente o rabioso, intentos de suicidio, agresividad o pasividad frente a otros niños.

Conducta del o los cuidadores

– Educación intimidadora, generan miedo intenso, desinterés por el niño, son fríos, rechazadores y niegan cariño, no poner ningún tipo de límites.

 

Negligencia y Abandono:

Signos físicos

– Descuido en el aseo, repetidos accidentes domésticos, inasistencia a controles de salud, tratamientos médicos son interrumpidos o abandonados, muestra signos de desnutrición.

Comportamiento del niño o niña

– Inasistencias a la escuela, cansancio o apatía permanente, señala que no hay nadie que lo cuide.

Conducta del o los cuidadores

– Abuso de drogas y alcohol, evidencia de apatía o inutilidad, enfermedad mental o bajo nivel intelectual, falta de interés por su hijo(a).

Recomendaciones

– Se recomienda tener en consideración en la entrevista no culparlo por lo sucedido, no poner en duda y mostrar interés en su relato, no interrumpirlo ni presionarlo, agradecer la confianza y darle seguridad.

– En una primera etapa se debe confirmar la situación de maltrato, a partir de la información entregada por la madre, padre, familiar, cuidadores(as) u otra persona que tiene relación con el niño o la niña.

– Evaluar factores de vulnerabilidad infantil, por ejemplo edad del niño o niña, acceso del perpetrador de maltrato hacia él o ella, capacidad del niño o niña para protegerse.

– Evaluar características del cuidador, tales como su capacidad física, intelectual y emocional,

– Evaluar el soporte social y redes de apoyo informales de la familia.

– En caso de existir sospecha de maltrato psicológico y/o físico leves, se recomienda derivar a consulta de salud mental y activar la red local de prevención y atención de maltrato y/o, SENAME Regional, Oficinas de Protección de Derechos de SENAME, etc.

– En caso de existir sospecha fundada o confirmarse un maltrato grave, que comprometa la vida e integridad física del niño o niña, se debe hospitalizar de inmediato y denunciar los hechos a las Policías y/o al Ministerio Público o ante Tribunales de Garantía.

 

Abuso sexual infantil 

El abuso sexual a niños o niñas es una forma de maltrato infantil, este ocurre como parte de un proceso en el que una persona, al menos 3 años mayor, ejerce poder sobre un niño o niña menor de 15 años, de manera asimétrica, mediante manipulación psicológica, chantaje, engaño, fuerza o basándose en un vínculo de dependencia . Las actividades sexuales involucradas en el abuso sexual infantil se pueden consistir en:

–           Contacto físico sexual en forma de penetración, el  tocamiento intencionado de los genitales o partes íntimas, alentar, forzar que toque de manera inapropiada las partes íntimas del perpetrador, realizar el acto sexual intencionadamente en la presencia de un menor de edad, auto-masturbación en la presencia de un niño, niña o adolescente.

Banderas rojas: A ser observadas por profesores y equipo de salud

– Que el niño o la niña presente lesiones anales o vaginales, embarazo no deseado, infecciones de transmisión sexual, en preescolares, los síntomas más comunes son la ansiedad, pesadillas, inhibición,  conductas sexuales inapropiadas y trastornos somáticos como la enuresis, en escolares, los síntomas más sobresalientes son el miedo, agresividad, conducta regresiva.

 

Recomendaciones

– La exploración de la sospecha de abuso sexual deberá ser respetuosa y prudente. Si es que el niño o niña se encuentra con su tutor es posible realizar un examen genitoanal, de lo contrario no se podrá desvestir al niño o la niña.

– Si no hay hallazgos, dar indicaciones de observación de conductas y citar a seguimiento en control en dos semanas.

– Si hay hallazgos positivos del examen físico o de la zona ano genital, indagar y evaluar con mayor profundidad con el adulto acompañante, entrevistar y gatillar una primera respuesta si es necesario.

– Se recomienda evaluar conciencia de problema del adulto acompañante o “no abusador” de la situación y cómo es la relación de esta persona con el abusador.

– Dependiendo del riesgo del caso el equipo deberá gestionar la denuncia con Carabineros, PDI o Ministerio Público.

– En caso que no haya sido denunciada la situación pero el niño o la niña presente poco riesgo de ser víctima nuevamente abuso sexual, se recomienda derivar asistidamente a psiquiatra o psicólogo según disponibilidad local.

– Se deben solicitar exámenes para descartar enfermedades de trasmisión sexual o embarazo

Dentro de las acciones sugeridas como primera respuesta se encuentran:

– Acciones de protección, dentro de las cuales se encuentran identificar al adulto protector,  establecer medidas de protección con el niño o niña, establecer contacto con las redes para desarrollar una estrategia de intervención-protección del niño o niña (disminuyendo la victimización secundaria), solicitar medidas de protección a la justicia.

– Intervención familiar. Es importante distinguir si el abuso es intra o extrafamiliar.

– Derivación asistida a especialista, tanto para el tratamiento como para completar estudio. Seguimiento de la derivación.

– Denunciar a las policías (Carabineros de Chile y Policía de Investigaciones de Chile)

y/o tribunales competentes.

 

Trastorno hipercinético o trastorno de la atención (THA)

Constituye un cuadro clínico que se identifica cuando se presentan déficit de la atención, hiperactividad o impulsividad, en forma persistente, y en más de un ambiente. Estos trastornos tienen un comienzo temprano, por lo general, durante los cinco primeros años de la vida, en muchos de los afectados se produce, con el paso de los años, una mejoría gradual de la hiperactividad y del déficit de la atención.  Hay un considerable solapamiento entre la hipercinesia y otras formas de comportamiento anormal como el trastorno disocial en niños no socializados.

 

Banderas rojas o síntomas

De acuerdo a los criterios diagnósticos del CIE-10, los síntomas a observar son:

Déficit de la atención

–          incapacidad para mantener y prestar atención a los detalles, junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades, con incapacidad para completar tareas asignadas.

–          A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice.

–          Incapacidad frecuente para organizar tareas y actividades.

–          A menudo evita tareas que requieran un esfuerzo mental sostenido.

–          A menudo pierde objetos necesarios para determinadas tareas o actividades tales como material escolar, libros, lápices, juguetes o herramientas.

Hiperactividad

–          Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies

–          Abandona el asiento en clase o en otras situaciones

–          A menudo corre o trepa en exceso en situaciones inapropiadas.

–          Es por lo general, inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas.

–          Exhibe permanentemente un patrón de actividad motora excesiva que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social.

Impulsividad

–          Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas completas.

–          A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de los demás, incapaz de guardar un turno en las colas o en otras situaciones

–          Con frecuencia habla en exceso, sin una respuesta adecuada a las normativas sociales.

 

Recomendaciones

–          La combinación de déficit de atención e hiperactividad deben estar presentes tanto en el hogar como en el colegio u otros ambientes

–          Se recomienda la aplicación del test de Conners abreviado para padres y profesores, como herramienta de tamizaje.

–          Una vez detectado el caso a través del test de Conners abreviado alterado, como de la identificación de síntomas y la presencia de estos en distintos ambientes, derivar a consulta médica para confirmación diagnóstica y posterior diagnóstico y tratamiento integral.

 

Trastorno disocial desafiante y oposicionista

Trastorno disocial que es característico de niños y niñas con edades por debajo de los 9 o 10 años. Definido por la presencia de un comportamiento marcadamente desafiante, desobediente y provocador y la ausencia de otros actos disociales o agresivos más graves.

La diferencia clave con otros tipos de trastornos disociales es la ausencia de violación de las leyes o de los derechos fundamentales de los demás.

 

Síntomas

De acuerdo a los criterios diagnósticos del CIE-10 los síntomas a observar son:

–          Comportamiento persistentemente negativista, hostil, desafiante, provocador y subversivo, que está fuera de los límites normales.

–          Tendencia a oponerse activamente a las peticiones o reglas de los adultos y a molestar deliberadamente a otras personas.

–          Tendencia a sentirse enojados, resentidos y fácilmente irritados por aquellas personas que les culpan por sus propios errores o dificultades.

–          Desafíos en forma de provocaciones que dan lugar a enfrentamientos.

–          Niveles excesivos de grosería, falta de colaboración, resistencia a la autoridad.

 

Recomendaciones

Si bien es importante realizar la confirmación diagnóstica de este trastorno, los padres necesitan apoyo y comprensión, algunas de las recomendaciones son:

–          Dar refuerzo positivo cuando muestra flexibilidad o cooperación.

–          Apoye a su hijo si decide tomarse un tiempo de espera para evitar exaltarse.

–          Establezca límites razonables y apropiados de edad, con consecuencias que pueden ser aplicadas consistentemente.

–          Maneje su propio estrés con opciones de vida saludables.

–           En caso de pesquisar este trastorno, derivar a consulta de salud mental para su confirmación.

 

Trastorno de ansiedad de separación en la infancia

Es habitual que los niños y niñas experimenten ansiedad de separación durante la infancia, no obstante adopta el carácter de trastorno cuando es excesiva, su persistencia va más allá de la edad habitual y está asociada a problemas significativos del funcionamiento social.

Síntomas

De acuerdo a los criterios diagnósticos del CIE-10, los síntomas a observar son:

–          Preocupación injustificada y persistente por posibles daños o acontecimiento fatal que pudieran acaecer a personas significativas.

–           Desagrado o rechazo persistente a ir al colegio por el temor a la separación.

–          Temor inadecuado y persistente a estar solo, o sin la persona significativa, durante el día.

–          Síntomas somáticos reiterados en situaciones que implican la separación de una persona significativa

 

Recomendaciones

–          En caso de sospecha de Ansiedad de Separación, derivar a consulta de salud mental para confirmación diagnóstica.

 

Trastorno de ansiedad generalizada de la infancia

El Trastorno de Ansiedad Generalizada se caracteriza porque el niño o la niña tiene una excesiva preocupación o ansiedad ante diversas situaciones de la vida diaria o actividades habituales.

Banderas rojas o síntomas

De acuerdo a los criterios diagnósticos del CIE-10, los síntomas son:

–          El niño o la niña presenta una marcada ansiedad y preocupación, referida a varios acontecimientos o actividades y encuentra difícil controlar las preocupaciones.

–          Se observan en el niño o niña síntomas tales como: inquietud y sentimientos de estar al “límite”, sensación de cansancio y agotamiento a causa de la preocupación o la ansiedad.

–          La ansiedad, preocupación o síntomas físicos causan un malestar clínicamente significativo o una alteración de la vida social o de otras áreas vitales importantes.

 

Recomendaciones

– En caso de sospecha de trastorno de ansiedad generalizada en la infancia, derivar a consulta de salud mental para confirmación diagnóstica.

Editor del Artículo
Revisor(a):

Validador del Artículo
Validador(a):

Fecha Ultima Modificacin del Artículo
Última Modificación:
Artículo no ha tenido modificaciones

¡Gracias por visitar Síntesis de Conocimientos! Para seguir debes iniciar sesión. Crear una cuenta es totalmente gratis y te dará acceso completo a todo el sitio, por siempre.