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Etiqueta: Tratamiento: Inicial

Queratitis

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Corresponde a la inflamación de la córnea de diversas etiologías
  • Se caracteriza por: ojo rojo profundo con dolor ocular, epífora, fotofobia, disminución de la transparencia localizada o generalizada de la córnea y eventualmente pérdida de agudeza visual.
  • Importancia del diagnóstico diferencial del ojo rojo: queratitis, uveítis anterior y glaucoma agudo.
  • Frente a la sospecha: ocluir el ojo y derivar a especialista para estudio etiológico.

CASO CLÍNICO TIPO:

Paciente consulta en SAPU por cuadro caracterizado por dolor ocular intenso de pocas horas de evolución acompañado de fotofobia y epífora. Al examen físico se constata ojo rojo profundo y disminución de la agudeza visual en ese ojo.

DEFINICIÓN:

Es la inflamación de la córnea, por lo que está en el contexto de un “ojo rojo grave” (profundo), característico de las patologías que afectan la cámara anterior del ojo (queratitis, uveítis anterior y glaucoma agudo).

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

En EEUU se estima que hay aproximadamente un millón de visitas anuales al servicio de urgencias por queratitis. Es importante saber que responde a una gran variedad de patologías, y según su causa se puede clasificar en infecciosas y no infecciosas:

Infecciosas:

  • Bacterianas: también llamados abscesos corneales, son principalmente causados por S. aureus, neumococos, estreptococos, Haemofilus sp. y menos frecuentemente Pseudomonas sp.  Aparecen en lesiones previas, siendo un cuadro grave que puede presentar pérdida importante de agudeza visual, hipopión, eventualmente perforarse y dar panoftalmitis. Se relacionan a uso de lentes de contacto, queratopatía de exposición, DM2 y edad avanzada.
  • Virales: pueden ser por adenovirus o herpéticas: 95% VHS (generalmente el tipo 1) y el 5% restante por VVZ. Presentan similar clínica a las bacterianas pero pueden agregar síntomas constitucionales (fiebre, infección respiratoria alta, neuralgia, fotofobia, dependiendo del tipo de virus). Característicamente, la queratitis herpética genera lesiones vesiculares en párpado y de tipo arboriforme en la córnea, visible a la tinción con fluoresceína.
  • Micóticas: causadas principalmente por Aspergillus, secundario a un trauma vegetal. Existe menos dolor y menos reacción inflamatoria.
  • Acanthamoeba: especialmente en usuarios de lentes de contacto. Es causa grave de queratitis y conjuntivitis papilar.

No infecciosas:

  • Traumáticas: abrasión o erosión simple, quemadura, cuerpo extraño, etc.
  • Químicas: sustancias tóxicas.
  • Actínica: lesión por exposición a radiaciones UV.
  • Sicca: por defecto en la lubricación del ojo la córnea queda expuesta a irritantes ambientales.
  • Otras: por exposición corneal (debido al lagoftalmo) de causa neurogénica (parálisis facial) o miogénica.

En general una córnea sana se defiende bien de las infecciones, por lo que es importante buscar factores predisponentes que favorezcan la penetración de microorganismos: lesión corneal, cirugía ocular, uso de lentes de contacto, corticoides tópicos o sistémicos, disfunción lagrimal, mala oclusión de los párpados y enfermedades sistémicas (DM, desnutrición y neoplasias entre otras).

DIAGNÓSTICO:

Es clínico, con un cuadro que se caracteriza por la presencia de ojo rojo profundo, dolor ocular, disminución de la agudeza visual (variable, dado por la pérdida de las estructuras transparentes), fotofobia, epífora y blefaroespamo. La tríada clásica es: dolor ocular + inyección ciliar o periquerática + pérdida de la agudeza visual.

Queratitis bacteriana: presenta exudado mucopurulento, infiltrado estromal en la córnea y edema de bordes de aspecto grisáceo y sucio. Tinción fluoresceína (+). Proceso puede cronificarse y curar con una cicatriz (leucoma).

Queratitis herpética: cuadro sistémico asociado a queratitis. Lesiones vesiculosas en párpados, nariz y/o área peribucal hacen sospechar en VVZ.

TRATAMIENTO:

El tratamiento por parte del médico general es ocluir el ojo y derivar, ya que estamos en presencia de un paciente con ojo rojo profundo que requiere un diagnóstico específico y tratamiento particular. Es por esto la importancia del diagnóstico diferencial con patologías de la cámara anterior.

Nunca dar anestésicos locales ni menos corticoides tópicos, ya que deshidratan más la córnea y pueden agravar las lesiones en caso de que sean por herpes. Usar anestésico local solo en la evaluación médica.

SEGUIMIENTO:

Por especialista.

BIBLIOGRAFÍA:

1. Deborah S Jacobs, MD (2017), Evaluation of the red eye. Disponible en: https://www.uptodate.com/contents/evaluation-of-the-red-eye?source=search_result&search=queratitis&selectedTitle=1~150#H10

Cardiopatías congénitas

Aspectos esenciales

  • Las cardiopatías congénitas son la 2° causa de muerte específica en menores de 1 año en Chile (Guía Perinatal 2015).
  • Se clasifican en Cardiopatías cianóticas y acianóticas.
  • La más frecuente es la Comunicación Interventricular.
  • Son de manejo del especialista.

Caso clínico tipo

Niña nacida de 34 semanas con Síndrome de Down quien presenta respiración rápida y jadeante, irritabilidad, pérdida de estímulo y una piel pálida que aparece húmeda y fría al tacto. Madre de 45 años sin antecedentes patológicos previos y sin controles de embarazo.

Definición

Aquella alteración del corazón presente desde el nacimiento que se origina durante la etapa del desarrollo embrionario entre la 2° y 8° semana de gestación.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Son las malformaciones congénitas mayores más frecuentes, con una incidencia de alrededor de 4-12 por 1000 RNV (recién nacidos vivos), según distintos autores, siendo mucho más alta en los nacidos muertos.

En Chile, las anomalías congénitas cardíacas constituyen la segunda causa de muerte en los menores de 1 año y son responsables de un 32% de las defunciones en este grupo de edad (Guía GES 2010).

La mortalidad por cardiopatía congénita en niños menores de 1 año supone algo más de 1/3 de las muertes por anomalías congénitas y alrededor de 1/10 de todas las muertes en ese periodo de la vida.

En la mayoría de las ocasiones la etiología se desconoce. Alrededor de un 10% de los casos se asocian a anomalías cromosómicas y un 30 % a otras malformaciones, visibles con técnicas convencionales. De los pacientes con CC, 1/3 enfermará críticamente y fallecerá en el primer año de vida, a menos que reciba tratamiento quirúrgico, por lo que el diagnóstico debe ser precoz y la derivación a un centro especializado oportuno y en condiciones adecuadas.

Clasificación:

Cianóticas:

Tienen por característica la hipoxemia por presencia de un cortocircuito derecho-izquierdo. Su principal clínica es la cianosis central (en mucosa oral y lengua).

Entre ellas están:

  • Tetralogía de Fallot: (la más frecuente cianótica en el lactante)
    • componentes: 
      • CIV. 
      • Dextroposición y cabalgamiento aórtico.
      • Obstrucción del tracto de salida del ventrículo derecho.
      • Hipertrofia del ventrículo derecho.
      • +/- CIA o estenosis valvular pulmonar.
  • Transposición de Grandes Arterias: (5% CC la más frecuente en el recién nacido).
  • Drenaje Venoso Pulmonar Anómalo Total.
  • Atresia Pulmonar.
  • Atresia Tricuspídea con o sin estenosis pulmonar.
  • Tronco Arterioso.
  • Hipoplasia de Ventrículo Izquierdo.
  • Aurícula Única.
  • Anomalía de Ebstein
    • Implantación baja de la válvula tricuspídea, dilatándose la aurícula derecha.

No Cianóticas:

Según la fisiopatología: Hiperemia pulmonar (por un cortocircuito de izquierda-derecha, cardiopatías obstructivas y cardiopatías con regurgitación valvular se clasifican en:

  • Comunicación Interauricular: (la que más llega a la vida adulta)
    • Generalmente asintomática durante la infancia.
    • Clínica: pulso parvo, soplo sistólico eyectivo pulmonar irradiado a dorso, desdoblamiento R2.
    • Se clasifica según el defecto del tabique interauricular.
  • Comunicación Interventricular: (la más frecuente de las cardiopatías congénitas en general y de las no cianóticas)
    • Compromiso nutricional.
    • Soplo pansistólico en 3º-4º EIC izquierdo con irradiación al ápex, puede estar acompañado de frémito.
  • Canal Auriculoventricular:
    • Frecuente en Sd. de Down, sin embargo, en ellos es más frecuente CIV.
  • Ductus Arterioso Persistente:
    • Clínica: pulso céller, soplo diastólico irradiado a dorso y precordio, soplo en maquinaria, frémito.
  • Drenaje Venoso Anómalo Pulmonar Parcial.
  • Coartación Aórtica:
    • Pulso femoral pequeño o nulo, HTA en extremidades superiores + pulso fuerte.
  • Aorta bicúspide.
  • Estenosis aórtica:
    • Clínica: pulso parvo-tardo, frémito sistólico.
  • Estenosis mitral.
  • Estenosis pulmonar:
    • Clínica: soplo sistólico eyectivo en foco pulmonar, con 2° ruido desdoblado.

Diagnóstico

Cerca de la mitad de los niños presentarán síntomas dentro del 1er año de vida. La sospecha diagnóstica de las Cardiopatías Congénitas se puede realizar a nivel:

  • Pre natal: Ecocardiografía Obstétrica dirigida (screening: 22-30 sem EG).
  • Post-natal:
    • Historia Clínica: Anamnesis completa y exhaustiva. Resulta de mucha importancia los antecedentes obstétricos y hereditarios.
    • Examen Físico completo.
    • Exámenes complementarios: Ecocardiografia Doppler Color.

Tratamiento

La auscultación de soplo cardíaco, asociada a signología de insuficiencia cardíaca o alteración de los pulsos periféricos, hace necesario el traslado para evaluación en centros terciarios.

El tratamiento es Quirúrgico (Requieren cirugía en forma inmediata (GES)):

  • RN: Drenaje venoso anómalo pulmonar obstructivo, Transposición de Grandes Arterias (emergencia en RN).
  • Obstrucción de tracto de salida izq. (ej: Estenosis Ao, Coartación Ao críticas)
  • Obstrucción de tracto de salida der. (ej: Atresia pulmonar, Tetralogía de Fallot extenso, Estenosis pulmonar crítica, etc)

Paciente con sospecha de CC ductus dependiente: utilizar prostaglandinas y derivar. PGE1: Dosis de inicio: 0,025-0,1 μg/kg/min, en infusión i.v. continua, dosis de mantenimiento: 0,01-0,025 μg/kg/min, en infusión i.v. continua.

Seguimiento

El pronóstico de las cardiopatías en el período neonatal está influido por las condiciones en las cuales el paciente llega a la Cirugía y por la presencia de malformaciones asociadas. Los pacientes que hayan recibido cirugía cardíaca serán controlados por especialista Cardiólogo infantil y/o Cardiocirujano infantil, con un ECG y/o Ecocardiografía Doppler Color según indicación.

Retinopatía del prematuro (ROP)

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Potencial causa de ceguera infantil si no se pesquisa y trata a tiempo
  • Todo RN prematuro (<32 semanas y/o <1500 gr) se debe realizar fondo de ojo y ser evaluado por oftalmólogo desde las 4 semanas de vida.
  • Otros factores de riesgo para desarrollar ROP: oxigenoterapia, ventilación mecánica, inestabilidad clínica las primeras semanas, RCIU.
  • Tratamiento de primera elección: fotocoagulación con láser.

CASO CLÍNICO TIPO:

Recién nacido de pre-término de 32 semanas. Actualmente 4 semanas de vida, es derivado al oftalmólogo para realización de fondo de ojo como parte del programa preventivo GES. Al interrogatorio dirigido la madre refiere que pesó 1350 gr al nacer y que requirió de oxigenoterapia durante la primera semana de vida. Se pesquisa al examen la presencia de desprendimiento de retina subtotal.

DEFINICIÓN:

Enfermedad proliferativa de los vasos sanguíneos de la retina que afecta esencialmente a los niños prematuros (<32 semanas y/o < 1500 gr) y que puede conducir a la ceguera si no se pesquisa y se trata a tiempo.

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

Una de las principales causas de ceguera infantil en Chile. Entre un 30 a 45% de los RN <1.500 gr presentan algún grado de ROP, y de ellos el 5% un alto riesgo de ceguera. La retina es avascular hasta las 16 semanas de gestación y la proliferación de la red arteriovenosa se completa hacia las 40-44 semanas. Cuando se produce un nacimiento prematuro este proceso de vasculogénesis puede alterarse, dado que cambia el ambiente intrauterino de relativa hipoxia y niveles fisiológicos del factor de crecimiento de endotelio vascular (VEGF). Esto se presenta es dos fases:

  1. Fase aguda (I): Entre las 22 y 30 semanas. Se interrumpe la vasculogénesis normal y se observa respuesta retiniana a una lesión. Se presenta como una zona demarcada entre la retina vascular y avascular.
  2. Fase crónica (II): Entre las 31 y 45 semanas. Se estimula la angiogénesis y con eso la vascularización anormal de la retina. Hay proliferación de membranas hacia el vítreo (desprendimientos traccionales de retina, ectopia y cicatrización de la mácula), lo que lleva a una pérdida considerable de visión, pudiendo llegar a la pérdida total de esta.

Entre la Fase I y II puede evolucionar hacia la retinopatía o mejoría. Factores de riesgo: prematurez (PN <1500 gr y/o <32 semanas), oxigenoterapia prolongada, inestabilidad ventilatoria (episodios de apnea con bradicardia e hipercapnia), necesidad de ventilación mecánica, restricción del crecimiento e inestabilidad clínica durante las primeras semanas de vida (sepsis, transfusiones sanguíneas repetidas, etc). 

Clasificación según 3 aspectos:

1. Etapas Clínicas:

  • Etapa 1: Se puede observar una línea de demarcación entre el área de la retina vascularizada y la zona avascular de esta.
  • Etapa 2: aparece un lomo o “ridge” que se extiende por fuera del plano de la retina.
  • Etapa 3: proliferación fibrovascular a partir del ridge.
  • Etapa 4: desprendimiento de retina subtotal. 4A: Sin compromiso foveal. 4B con compromiso foveal
  • Etapa 5: desprendimiento total de retina. Tiene muy mal pronóstico visual.

2. Zonas comprometidas: I a III, de centro a periferia.

3. Extensión de la enfermedad: Se refiere al área de la retina comprometida, para lo cual se divide el ojo en forma horaria por sectores.

DIAGNÓSTICO:

Por especialista, mediante realización de fondo de ojo. 

Pesquisa: primer fondo de ojo a las 4 semanas de edad cronológica a: 

  1. RN prematuros: < 1.500 gr de PN y/o de 32 semanas de EG
  2. RN entre 1.500 y 2.000 gr de PN, con curso clínico inestable o con factores de riesgo asociados.

Puede repetirse el examen de fondo de ojo de forma seriada hasta las 39-41 semanas de vida.

TRATAMIENTO:

Por especialista, por lo que se debe realizar derivación a centro de referencia nacional, donde se confirma diagnóstico y evalúa tratamiento.

Fotocoagulación láser como primera elección al 100% de los niños que lo requieran (detiene la proliferación de los vasos anormales antes que causen el desprendimiento de la retina). Cirugía vitreoretinal al 100% de los niños en que, habiéndose realizado tratamiento con láser o crioterapia, no se obtuvo el resultado deseado.

SEGUIMIENTO:

Por especialista.

BIBLIOGRAFÍA:

1. David K Coats, MD (2017), Retinopathy of prematurity: Pathogenesis, epidemiology, classification, and screening. Disponible en: https://www.uptodate.com/contents/retinopathy-of-prematurity-pathogenesis-epidemiology-classification-and-screening?source=search_result&search=retinopatia%20prematuro&selectedTitle=2~150#topicContent

Ántrax o carbunco

Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico: Sospecha. Tratamiento: Inicial. Seguimiento: Derivar.

Aspectos esenciales

  • Antecedente de contacto con animales herbívoros
  • Lesión cutánea inicialmente papular que al cabo de una semana se escara
  • Distress respiratorio con fiebre, mialgias, tos, expectoración hemoptoica y ensanchamiento mediastínico

Caso clínico tipo

Hombre de 64 años, proveniente de Haití hace 10 días, sin antecedentes mórbidos, presenta hace 8 días decaimiento, fatiga fácil, sensación febril intermitente y cefalea con aumento de volumen de la cara, en especial en la región peri orbitaria derecha, con secreción amarillenta que se intensificó hace dos días que le imposibilita abrir los parpados y dificultad con la visión del ojo derecho.

 

Definición

Infección aguda producida por Bacillus Anthracis. Existen tres formas de presentación de ántrax: cutáneo, pulmonar e intestinal.

Etiología-epidemiología-fisiopatología

  • Es una enfermedad infrecuente en Chile
  • Bacillus anthracis, gram positivo, encapsulado, formador de esporas.
  • Reservorio: herbívoros que expulsan los bacilos en hemorragias. Al exponerse al aire, las formas vegetativas esporulan permaneciendo viables en suelos contaminados por muchos años, ya que estas esporas resisten la desinfección y situaciones ambientales adversas.
  • Transmisión: contacto con tejidos de animales que han muerto por la enfermedad (cuero, lana, pelo) exposición laboral de ganaderos. No se transmite de persona a persona.

Diagnóstico

  • Ántrax cutáneo: Forma más frecuente, 95% de los casos. El periodo de incubación es de 1 a 12 días. Prurito en la piel expuesta, seguido por una lesión papular que se vuelve vesicular y en dos a seis días termina evolucionando a una escara necrótica rodeada de edema con un halo violáceo. Los sitios más frecuentemente comprometidos son la cabeza, antebrazos y manos. En algunos casos se encuentran linfoadenopatías y fiebre. El curso natural de la enfermedad es a la remisión con cicatrización de la lesión. Sin tratamiento, la tasa de letalidad es de 5% a 20% de los infectados.
  • Ántrax pulmonar: Los síntomas asemejan un cuadro tipo influenza. Periodo de incubación de 2 -43 días. En 2 a 4 días evolución a síndrome de distress respiratorio agudo. Con hemorragia pulmonar, mediatinitis y linfadenitis edematonecróticas. Letalidad de un 100% para los casos infectados.
  • Ántrax intestinal: Síntomas inespecíficos. Periodo de incubación de 1 a 6 días. Malestar abdominal y fiebre. Letalidad de un 25-60%

El diagnóstico de ántrax se realiza con un cuadro clínico compatible y cultivo (sangre, lesiones o secreciones) que demuestre B. anthracis en el paciente, o 2 métodos distintos del cultivo (PCR, inmunohistoquímica o detección por ELISA de IgG anti antígeno protector) 

Tratamiento

En compromiso localizado usar ciprofloxacino vo o doxiciclina vo. Frente a la presencia de compromiso sistémico uso de ciprofloxacino ev o doxiciclina ev y si existe susceptibilidad antimicrobiana usar penicilina G 8-12 millones de unidades.

Seguimiento 

Por especialista. Recordar que es ENO (enfermedad de notificación obligatoria).

Bibliografía

Carbunco (Ántrax). 2015. http://web.minsal.cl/carbunco/

Dacriocistitis aguda

Aspectos esenciales

  • Patógenos comunes de vía aérea alta infectan un conducto nasolagrimal previamente obstruido.
  • Diagnóstico por hallazgos específicos al examen físico.
  • Tratamiento inicial con medidas destinadas a controlar el proceso infeccioso.
  • Tratamiento resolutivo es quirúrgico por especialista.

Caso clínico tipo

Paciente sexo femenino, 60 años, consulta por cuadro de 2 días de evolución caracterizado por aumento de volumen doloroso en canto medial de ojo derecho, asociado a epífora. Al examen físico se observa tumefacción eritematosa en el ángulo interno del ojo, dolorosa a la palpación. Al presionar saco lacrimal da salida a secreción purulenta. ¿Cuál es el diagnóstico más probable? a) Dacrioadenitis aguda b) Meibomitis aguda c) Dacriocistitis aguda d) Dacriocistitis crónica fistulizada e) Carcinoma basocelular infectado

Definición
Infección del saco lacrimal secundario a obstrucción del conducto nasolagrimal.

Etiología-epidemiología-fisiopatología
La obstrucción del conducto nasolagrimal condiciona el desarrollo de la dacriocistitis puede deberse a un proceso infeccioso, traumatismo, tumor, estenosis congénita, estenosis senil del conducto, sinusitis, conjuntivitis crónica y/o canaliculitis.

Se puede presentar a cualquier edad, pero es más frecuente en niños menores de 1 año (obstrucción congénita) y en mujeres mayores de 50 años (estenosis senil).

Agentes etiológicos: patógenos de vía aérea alta
– S. Aureus (más frecuente, S. β hemolítico Grupo A (S. pyogenes),  H. Influenzae y S. Pneumoniae

Diagnóstico
Es clínico, el cuadro agudo tiene duración de máximo 7 días.

– Cuadro de epifora unilateral de larga data, dada por la obstrucción del conducto nasolagrimal que propició la infección, asociado a aumento de volumen doloroso, tenso de inicio subagudo en el canto medial.
– Examen Físico: eritema y aumento de volumen doloroso en la región del saco lagrimal y párpado inferior, unilateral, asociado a descarga mucopurulenta al comprimir el saco lagrimal e hipersensibilidad en zona comprometida.
– Síntomas sistémicos no son frecuentes, sugieren complicaciones o cronicidad del cuadro; pasa a ser una dacriocistitis crónica (más de 14 días de duración), deja de ser doloroso.

Complicaciones:

1.- Celulitis preseptal

2.- Celulitis orbitaria, ésta de mayor gravedad con compromiso de la agudeza visual y los movimientos oculares. Mayor riesgo de complicaciones severas (absceso orbitario, trombosis del s. cavernoso)

Diagnóstico diferencial: orzuelo, celulitis, tumor de saco lagrimal y tumores palpebrales.

Tratamiento
Manejo médico inicial: aseo local con algodón humedecido en agua hervida fría o solución fisiológica, calor local, drenaje manual, y administración analgésicos (AINES) y ATB orales que cubran estafilococo (Cloxacilina o Flucloxacilina 1° opción, Amoxicilina/ácido clavulánico o cefalosporinas).

Derivar a especialista: para resolución quirúrgica una vez controlada la infección (dacriocistorrinostomía).

En caso de dacricistitis a repetición, dacriocistitis refractaria y aparición de complicaciones (HOSPITALIZAR).

Ametropía

Aspectos esenciales

  • Ametropía: Defecto óptico del globo ocular.
  • Hipermetropía y presbicie se trata con lentes convergentes y la miopía con lentes divergentes.
  • Astigmatismo es la alteración más frecuente.
  • Presbicie ocurre por disminución de la capacidad acomodativa del cristalino.
  • El agujero estenopeico mejora la agudeza visual en vicios de refracción.

Caso clínico tipo

Paciente sexo masculino, 14 años, que refiere dificultad para leer el pizarrón durante las clases, asociado a cefalea ocasional. 2.- Paciente sexo femenino, 50 años, previamente sana, que acude a consultar por dificultad para ver de cerca.

Definición
La Ametropía o vicio de refracción se define como un defecto óptico por el cual la imagen de un objeto ubicado en el infinito no es proyectada de forma precisa en el plano retinal.

Etiología-epidemiología-fisiopatología
– Motivo de consulta oftalmológica más frecuente y principal causa de trastorno visual en la población general.
– La causa de la alteración puede residir en la córnea, el cristalino o la longitud anteroposterior del globo ocular, siendo este último el factor más frecuente.
– Los ojos amétropes mejoran su agudeza visual mirando a través del agujero estenopeico cuando se examina la agudeza visual.

Diagnóstico
Hipermetropía
 Los rayos se localizan detrás de la retina, bien porque el eje del globo ocular es demasiado corto o porque el poder de refracción del segmento anterior (cristalino-cornea) es menor de lo normal.
Clínica depende de la edad (a mayor edad, menor poder de acomodación) y del grado.
Clínica: Astenopias (visión borrosa, dolor ocular, cierre y frotamiento ocular), cefalea, cansancio visual y dificultad para visión de cerca.
Puede desencadenar un estrabismo convergente en niños cuando no es corregida y aumenta riesgo de glaucoma agudo en adulto.


Miopía
Los rayos se focalizan delante de la retina,globo ocular con mayor longitud anteroposterior o excesivo poder refractivo del segmento anterior.
Se manifiesta como mala visión de lejos y cuando es alta predispone a desprendimiento de retina.


Astigmatismo
Es el vicio de refracción más frecuente.
Existe una diferencia de potencia en dos o más meridianos del ojo lo que se traduce en que la imagen no es transmitida a un solo punto con respecto al plano retinal.
Clínica depende de la magnitud del astigmatismo, manifestándose como astenopias en casos leves, disminución de agudeza visual, fatiga ocular y cefalea en casos más severos.


Presbicie
Disminución de la capacidad acomodativa del cristalino, por pérdida de la elasticidad junto con menor fuerza contractil del músculo ciliar.
Se manifiesta a partir de los cuarenta años en individuos emétropes con incapacidad para enfocar los objetos cercanos.
Si esta sintomatología se presenta antes de los cuarenta años (presbicie precoz) hay que buscar una hipermetropía subyacente.
Si es de aparición tardía probablemente estaremos frente a un paciente con cierto grado de miopía.

Tratamiento
A. Hipermetropía y presbicie se tratan con lentes convexos (+) o convergentes
B. Miopía, con lentes cóncavos (–) o divergentes
C. Astigmatismo, con lentes cilíndricos o de contacto.
Se puede llevar a cabo la cirugía refractaria con técnica LASIK o intraocular. Presbicie: reemplazo cristalino por lente multifocal

Seguimiento
Se recomienda el control oftalmológico anual.

Acné

Diagnóstico: Específico Tratamiento: Completo Seguimiento: Derivar

Acné

Contenido

Resumen

Código ASOFAMECH 2.01.1.104 Diagnóstico Específico TratamientoCompleto SeguimientoDerivar

Aspectos esenciales

  • Condición inflamatoria crónica de etiología multifactorial.
  • Afecta entre el 80 al 85% de las personas entre 12 a 25 años de edad.
  • Diferenciar entre acné inflamatorio, no inflamatorio y formas especiales.
  • Derivar: Acné inflamatorio severo, acné conglobata, acné fulminans y acné que no responde a tratamiento.

Caso clínico tipo

Paciente femenino de 14 años. Presenta comedones en zona maxilar bilateral, junto con la presencia de un par de lesiones papulopustulosas en misma zona.

Definición

Enfermedad inflamatoria crónica que afecta a los folículos sebáceos, ocurre principalmente en la adolescencia, bajo un efecto genético y hormonal (andrógenos).

Etiología-epidemiología-fisiopatología

Etiología multifactorial, afecta al 80-85% de las personas entre 12 a 25 años de edad. La edad de inicio es entre los 12 y 13 años (un poco antes en mujeres) y el 93% de los casos se resuelve antes de los 25 años. El peak de severidad es entre los 17 y 21 años. Hay antecedentes familiares en el 40% de los casos.

Acné neonatal: leve, de tipo papulopustular en mejillas y desaparece espontáneamente en 2 a 3 semanas, producido por sobreestimulación de glándulas sebáceas por hormonas maternas durante el embarazo.

Acné del lactante o infantil: ocurre entre los 3 a 18 meses, de tipo comedociano, por hiperandrogenemia.

Acné preescolar: ocurre entre los 18 meses y los 7 años. Obliga a excluir una hiperandrogenemia y descartar tumores gonadales o suprarrenales.

Acné prepuberal: 8 a 10 años, puede deberse a adrenarquia temprana (alzas plasmáticas de DHEA-sulfato o Testosterona libre).

Fisiopatología multifactorial: Factor epidérmico: hiperqueratosis folicular. Los queratinocitos proliferan y se adhieren más al infundíbulo, obstruyendo la salida del sebo, propiciando la aparición de comedones. Factor bacteriano: Importancia de la microbiota cutánea folicular. Propionibacterium acnes está aumentado en pacientes con acné. Produce mediadores inflamatorios, y está involucrado en etapas más tardías del comedón. Factor Inmune: Infiltración linfocítica y activación del complemento en lesiones tempranas e infiltración neutrofílica en lesiones más tardías. Factor Hormonal: participación de los andrógenos. Testosterona y dihidrotestosterona (DHT), inducen una hipertrofia de la glándula sebácea y un aumento en la producción de sebo. Factor dietético: Existe poca evidencia sobre la relación del acné con dieta rica en grasas o leche de vaca. Medicamentos: Existen medicamentos como los antipsicóticos o antidepresivos que aumentan la producción de sebo en la piel. Estrés puede incrementar el acné.

Diagnóstico

Clínico, se deben buscar las lesiones clínicas del acné para dividirlo en: No Inflamatorio, Inflamatorio o cicatricial y graduarlo en leve, moderado o severo.

  • No inflamatorio: Micro-macrocomedones, comedones abiertos y cerrados. Los comedones son una dilatación de un folículo sebáceo por acumulación de corneocitos descamados en forma anormal.
  • Inflamatorio: Buscar: lesiones superficiales (Pápulas y pústulas) y lesiones profundas (Nódulos y tractos sinuosos).
  • Cicatricial: Lesiones en pica hielo (cicatrices atróficas), y cicatrices hipertróficas.

Tratamiento

– Medidas generales (pelo corto, cosméticos no grasos, dieta que el paciente perciba como no inductora de lesiones, apoyo psicológico si lo amerita, lavarse la cara máximo dos veces al día con agua tibia sin jabones astringentes). Enfatizar adherencia, respuesta terapéutica lenta (+ – 3 meses). Mujeres se pueden beneficiar de ACO.

  • No inflamatorio: retinoides tópicos. Todo tratamiento acompañar de protector solar.
  • Inflamatorio:
    • Leve a moderado: Retinoides tópicos -> Ac. Retinoico 0,01-01%. Antibióticos tópicos: Eritromicina, Clindamicina. Pueden combinarse poco tiempo con Peróxido de benzoilo.
    • Severo se debe derivar (Isotretinoína oral). Se pueden utilizar también tetraciclinas.
    • Acné conglobata: Derivar (Isotretinoína oral)
    • Acné fulminans: Derivar (Isotretinoína oral + corticoides).

Seguimiento

Control en 1 mes. Si no revierte parcialmente, derivar a especialista (no se debe esperar la remisión absoluta al mes, ya que el tratamiento es por meses).

Glaucoma Agudo

Aspectos esenciales

  • Es una situación clínica de urgencia por posible perdida de visión.
  • Tratamiento debe ser inmediato con hipotensores, corticoides y mióticos para romper el bloqueo.
  • Es necesario realizar una iridotomía con láser YAG para disminuir el riesgo de recurrencia.
  • Son factores de riesgo la hipermetropía, edad superior a 50 años y la presencia de cristalino.

Caso clínico tipo

Mujer de 56 años, llega al SU por presentar gran dolor ocular, visión con halos de colores y ojo rojo, acompañados de cefalea y náuseas. Al examen, hay disminución de la agudeza visual y dureza pétrea del globo ocular.

Definición
Neuropatía óptica que se acompaña de pérdida del campo visual progresivo, debido a estrechamiento o cierre del ángulo de la cámara anterior.

Etiología-epidemiología-fisiopatología
No existe una etiología clara, se presenta por lo general en personas con una predisposición anatómica:

– Antecedentes familiares.
– Mayores de 50 años.
– Hipermétropes. 
– Ascendencia Asiáticos.
– Sexo femenino.
– Medicamentos; especialmente los dilatadores oculares, descongestionantes, medicamentos para el mareo, agentes adrenérgicos, antipsicóticos, antidepresivos y agentes anticolinérgicos.

– En chile se estima 1,9% de la población >17 años declaró episodio de glaucoma (no especificado).
– Es la segunda causa de ceguera en el mundo después de la catarata.

El humor acuoso es producido por el cuerpo ciliar, fluye a través de la pupila, alcanza el ángulo de la cámara anterior y sale del ojo. El equilibrio entre la producción y el drenaje de fluido determina la presión intraocular (ver anexo).
– Bloqueo pupilar; adhesión del cristalino a la pupila.
– Bloqueo por inserción del iris por inserción anatómica anormal.
Estos factores por si solo o juntos producen drenaje insuficiente del humor acuoso, con aumento de la presión intraocular (PIO) y  daño progresivo al nervio óptico.

Diagnóstico:
Los síntomas son progresivos según el nivel de presión intraocular.
PIO Normal es entre
 8 a 21 mm Hg. En glaucoma agudo a menudo es ≥30 mmHg. Si supera los 80-90 mmHg, se colapsa la arteria central de la retina, provocándose isquemia retiniana generando daño irreversible con posterior atrofia retiniana.

Clínica:

Síntomas
Mucho dolor.
Compromiso  del estado general.
Gran sensación de malestar.
Cefalea intensa hemicránea.
Síntomas vegetativos (náuseas y vómitos).
Visión con halos de colores.
Dolor territorio trigémino.
Signos
Edema corneal.
Ojo rojo  de tipo profundo.
Gran dolor a la palpación del ojo afectado.
Dureza pétrea globo ocular.
Midriasis media arreactiva.
Presión intraocular elevada.
Disminución de agudeza visual.

Al momento de diagnóstico precisar inicio, duración y severidad de síntomas, posible embarazo, medicamentos en uso y alergias.
*Un defecto pupilar aferente puede significar glaucoma asimétrico de moderado a avanzado*.

Tratamiento:
Inmediato, es siempre médico.
Sistémico Acetazolamida 500 mg oral + Manitol IV 10% – 20% + Gotas oftálmicas:
– Tetracaína 0.5%
– Fluoresceína 1 % – Tropicamida 0.5%
– Pilocarpina 2% o 4%
– Atropina 0.1 – 0.5 – 1%
– Prednisolona 0.5% – 1 %
– Timolol 0.25% o 0.5% Latanoprost 50µg/mL.
Derivar para posteriormente realizar una iridotomía bilateral profiláctica.
Si no se trata pueden resolverse espontáneamente pero con remisión.

No usar análogos de las prostaglandinas porque aumentan la inflamación. Tampoco α-adrenérgicos no selectivos pueden aumentar aún más el bloqueo por midriasis.

Seguimiento:

Derivar.


Guías del Consejo Internacional de Oftalmología (ICO) para el Glaucoma.Febrero del 2016. http://www.icoph.org/downloads/ICOGlaucomaGuidelines-Spanish.pdf

Anexo:

retina

Bronquiectasias

Introducción:

Las Bronquiectasias constituyen una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por la inflamación e infección persistentes de la vía aérea que se manifiesta por alteraciones funcionales y clínicas, destacando la tos y la expectoración mucopurulenta crónicas.

El diagnóstico se realiza mediante una tomografía axial computarizada de alta resolución (TACAR) de tórax que muestra vías aéreas dilatadas y de paredes engrosadas.

Esta condición ha sido definida por criterios morfológicos como las dilataciones anormales y permanentes de bronquios de tamaño mediano, asociadas a varias condiciones, congénitas y adquiridas, sistémicas y respiratorias, tratables o incurables. Sin embargo, la sola presencia de bronquiectasias puede considerarse como una enfermedad, ya que, independiente de sus causas, se asocian a inflamación e infección crónicas. Independiente de esta disquisición, se debe considerar a las bronquiectasias como una entidad clínica con relevancia propia, crónica y progresiva, que causa deterioro de la calidad de vida de quien la padece.

Epidemiología:

Se desconoce la real incidencia de las bronquiectasias, por falta de registros; sin embargo, se la considera una entidad poco frecuente. La población susceptible predominante es aquella con un menor acceso a atención de salud y un tratamiento tardío de las infecciones respiratorias. Por esto, son infrecuentes en países desarrollados y algo más frecuentes en países en vías de desarrollo de Sudamérica, África y Asia.

Se estima que la frecuencia de las bronquiectasias ha ido disminuyendo, sobre todo en los países desarrollados, gracias a la mejoría de las condiciones nutricionales y sanitarias de la población, la disponibilidad de planes de inmunización, los programas de control de la tuberculosis y el mejor manejo antibiótico de las infecciones respiratorias. Sin embargo, en contraposición, es de notar que la disponibilidad de TACAR de tórax ha aumentado la sensibilidad diagnóstica.

Varios estudios poblacionales han mostrado que las bronquiectasias son más frecuentes en edades medias y avanzadas de la vida, así como en las mujeres respecto de los hombres.

Etiología:

Hay muchas condiciones asociadas al desarrollo de bronquiectasias (ver Tabla 1). Sin embargo, los estudios etiológicos, incluso con amplia disponibilidad de recursos, no logran determinar su origen en la mayoría de los casos (origen idiopático en un 50%).

Se dice que las infecciones broncopulmonares son la causa más frecuente de bronquiectasias, lo que es particularmente evidente en países “en vías de desarrollo”. En países desarrollados, destacan otras causas, como son la Fibrosis quística y los trastornos inmunitarios, entre otros.

Tabla 1: Condiciones asociadas con el desarrollo de bronquiectasias
Infecciones

Niños: sarampión, bronconeumonia por adenovirus, coqueluche (Bordetella pertussis), virus respiratorio sincicial, tuberculosis.
Adulto: neumonia por Staphylococcus aureus, Haemophillus influenzae, Klebsiella sp; hongos endémicos, aspiraciones recurrentes, tuberculosis.

Fibrosis quística

Disfunción ciliar

Discinesia ciliar primaria
Síndrome de Kartagener (situs inversus, sinusitis a repetición y bronquiectasias)

Aspergilosis broncopulmonar alérgica

Inmunodeficiencias

Déficit de inmunoglobulinas (Hipogamaglobulinemias primarias y secundarias) Déficit de complemento
Enfermedad granulomatosa crónica

Obstrucción focal

Cuerpo extraño
Tumores endobronquiales Síndrome del lóbulo medio

Deficiencia de alfa 1 anti tripsina

Reflujo gastroesofágico severo con aspiración

Enfermedades autoinmunes

Artritis reumatoidea

Síndrome de Sjögren

Enfermedad pulmonar difusa

Sarcoidosis
Fibrosis pulmonar idiopática

Post-transplante

Corazón

Corazón-pulmón

Displasia broncopulmonar

Daño por inhalación

Humo de tabaco, Dióxido de nitrogeno, amonio

Paraquat, talco, silicatos

Misceláneas

Síndrome de Young (rinosinusitis, bronquiectasis y azoospermia obstructiva con espermatogénesis normal)
Síndrome de Swyer-James (pulmón hiperlúcido unilateral)
Síndrome de Mounier-Kuhn (tráqueo-broncomegalia )

Síndrome de Williams-Campbell (déficit de cartílago bronquial)
Síndrome de las uñas amarillas (alteraciones ungueales, linfedema y enfermedad sinusal y pleuropulmonar)
Secuestro pulmonar
Panbronquiolitis crónica

Fibrosis Quística (FQ):

Enfermedad hereditaria letal más frecuente en raza blanca y se caracteriza por bronquiectasias severas y progresivas. La enfermedad pulmonar como forma de presentación primaria de la enfermedad ocurre en aproximadamente un 40% de los casos de FQ. Los síntomas respiratorios de la enfermedad comienzan habitualmente en etapas tempranas de la vida, aunque la mitad de los casos ocurre hasta la segunda o tercera década de la vida.

El test del sudor con pilocarpina es el gold estándar para el diagnóstico de FQ, siendo positivo cuando se encuentran valores superiores a 60 mEq/l de cloro en el sudor.

Tabla 2: Manifestaciones de Fibrosis quística en adolescentes y adultos
−  Bronquiectasias

−  Hipocratismo digital

−  Dolor abdominal recurrente

−  Pancreatitis crónica

−  Síndrome de obstrucción intestinal distal

−  Cirrosis hepática e hipertensión portal

−  Retardo del crecimiento

−  Esterilidad masculina con azoospermia

−  Disminución de la fertilidad en mujeres.

Disquinesia Ciliar Primaria:

Trastorno congénito que se manifiesta por defectos en su ultraestructura y que desencadena alteraciones en la función de barrido ciliar, con o sin situs inversus. Es un trastorno infrecuente, aparentemente con un patrón de herencia autosómico recesivo. La alteración de la función ciliar produce una alteración del aclaramiento mucoso sinusal y bronquial que llevan a infección e inflamación crónicas con otitis y sinusitis a repetición y bronquiectasias. Un 50% de los varones afectados tiene, además, esterilidad. La asociación de dextrocardia o situs inversus completa el cuadro que se observa en algo menos de la mitad de los pacientes con discinesia ciliar. La gravedad de las manifestaciones clínicas en estos casos es variable, si bien la mayoría de los pacientes no muestra compromiso intenso, siendo de buen pronóstico a largo plazo.

Aspergilosis Broncopulmonar Alérgica (ABPA):

Enfermedad infrecuente, si bien es la causa reconocida más común de micosis broncopulmonar alérgica. Se caracteriza por una respuesta inmunológica exagerada, predominantemente de hipersensibilidad inmediata o por formación de complejos inmunes, a la colonización de la vía aérea por alguna especie de Aspergillus (generalmente A. fumigatus).

Debe sospecharse ABPA en pacientes atópicos, asmáticos o con FQ y que se presentan con cuadros de neumonia en los que la radiografía de tórax muestra infiltrados pulmonares en los lóbulos superiores y el hemograma, eosinofilia.

Si bien no hay un examen diagnóstico por sí mismo, hay criterios (clínicos, de laboratorio e imagenológicos) para establecer el diagnóstico de ABPA (Tabla 3). La evolución natural de esta enfermedad se asocia a una disminución acelerada de la función pulmonar. Las bronquiectasias se consideran una complicación de la evolución progresiva y sin tratamiento de esta enfermedad.

En general se suele diagnosticar en adultos jóvenes, con antecedentes de atopia (rinitis, eccema, sensibilización a alimentos, inhalantes). Los casos leves pueden confundirse con asma bronquial extrínseco mientras que los crónicos pueden presentar síntomas más compatibles con bronquiectasias.

En el tratamiento, los corticoesteroides sistémicos en altas dosis son de elección, si bien los beneficios a largo plazo no son claros y se asocian a numerosos efectos secundarios.

Tabla 3: Elementos diagnósticos de Aspergilosis broncopulmonar alérgica
Primarios:

−  Obstrucción bronquial episódica (asma)

−  Eosinofilia en sangre periférica

−  Reactividad cutánea inmediata frente a los antígenos de Aspergillus fumigatus

−  Precipitinas contra los antígenos de Aspergillus fumigatus

−  Aumento de la IgE sérica total

− Antecedentes de infiltrados radiológicos pulmonares (generalmente bilaterales y en lóbulos superiores)

−  Bronquiectasias proximales (centrales)

Secundarios:

−  Aspergillus fumigatus en cultivo de expectoración

−  Antecedentes de expectoración de tapones mucosos

−  Reactividad cutánea tardía frente a los antígenos de Aspergillus fumigatus

 Para el diagnóstico, se exige que el paciente presente al menos los primeros seis signos primarios.

Patología:

Las bronquiectasias se han definido como un concepto anátomo-patológico: dilataciones anormales y permanentes de bronquios > 2 mm a consecuencia de la destrucción de sus capas elástica y muscular. Así, se pueden considerar como “cicatrices bronquiales con forma dilatada”, siendo signos de otras enfermedades, de variada naturaleza, pero con potencial destructivo bronquial. Generalmente son difusas, aunque en un 30% pueden ser localizadas.

El evento inicial es la inflamación de la pared bronquial. Las alteraciones estructurales de las bronquiectasias facilitan la infección bronquial, con la consiguiente progresión del daño tanto del bronquio como del parénquima pulmonar adyacente y perpetuación del proceso inflamatorio.

Una infección broncopulmonar aguda grave, intensa o prolongada, o por un patógeno agresivo, puede ser el evento inicial. En presencia de un déficit de los mecanismos defensivos, por disfunción ciliar o hipogamaglobulinemia, o acumulación de secreciones por obstrucción al drenaje o aumento de la viscosidad de las mucosidades, se facilita el desarrollo de infección e inflamación bronquial.

Una minoría de los pacientes que tienen enfermedades que producen bronquiectasias. Se ha postulado una predisposición o un déficit sub-clínico de los mecanismos de defensa que permiten la persistencia de la infección y la perpetuación del proceso inflamatorio.

Los mediadores inflamatorios liberados dañan la pared bronquial, aumentan su producción de mucus y deterioran la función mucociliar.

Independiente de su origen, las bronquiectasias son colonizadas por bacterias, lo que genera un círculo vicioso, al repetirse el ciclo infección-inflamación.

Es así como la inflamación crónica, generalmente acompañada de infección bacteriana, juega un rol clave no sólo en la patogénesis sino también en la progresión de las bronquiectasias. Hay una gran migración de neutrófilos en respuesta a péptidos quimiotáticos (IL-8). Los gránulos de los neutrófilos contienen elastasa que destruyen las fibras elásticas del parénquima pulmonar, fijan complemento e inmunoglobulinas, estimulando la inflamación; y, estimulan la producción y secreción de mucus. La capacidad antielastasa de las secreciones de las vías aéreas (inhibidor de la secreción de leucoproteasas y alfa1 antiproteasa) es superada completamente.

Generalmente, un mayor grado de neutrófilos y de sus constituyentes granulares se correlaciona con la progresión de la apariencia de las secreciones: mucosas, mucopurulentas, purulentas.

A la histopatología se describe, ectasia de la vía aérea cartilaginosa proximal con obliteración de las periféricas, por proceso inflamatorio peribronquiolar. Generalmente no se observa bronquiolitis obliterativa ni destrucción de bronquiolos. Las vías aéreas (VA) comprometidas se hacen tortuosas, parcialmente rellenas y obstruidas por secreciones viscosas y purulentas. Las VA se dilatan a altas presiones transpulmonares (PTP) y se estrechan durante la espiración forzada y la tos. A PTP normales, las VA proximales se dilatan por la pérdida de las estructuras elásticas, la que es en parches y no uniforme a lo largo de las paredes bronquiales. Dado que las VA tienden al colapso, hay una gran caída de presión a lo largo de las VA con paredes débiles, con lo que las secreciones purulentas e infectadas tienden a permanecer en la periferia, dilatando el lumen en forma de sacos.

Acompañando el desarrollo de las bronquiectasias hay alteraciones importantes de la circulación sanguínea de las vías aéreas. Hay que tener presente que la circulación bronquial es de origen sistémico (aorta y arterias intercostales) y que, a diferencia de circulación pulmonar, sus células endoteliales conservan la posibilidad de angiogénesis. Por esto, en asociación a las bronquiectasias hay una extensa angiogénesis, con congestión y engrosamiento de las paredes bronquiales, exudación y edema, con un alto tráfico de células, especialmente migración de células inflamatorias.

El flujo sanguíneo puede llegar a ser un porcentaje alto del gasto cardiaco (desde un valor normal de < 1% hasta cerca del 35%). Este aumento del flujo suele retornar mayoritariamente a las cavidades cardiacas izquierdas. El aumento de las presiones bronquiales puede mover a error: al monitorizar la presión capilar pulmonar con un catéter (falsa elevación de la presión) o al realizar una angiografía pulmonar (falsa imagen de embolia pulmonar).

Como consecuencia de las alteraciones patológicas de la arquitectura bronquial, las pruebas de función pulmonar revelan generalmente un aumento de la resistencia al flujo aéreo causado por el estrechamiento periférico de las vías aéreas y, en menor grado, las vías más proximales, distorsionadas, dilatadas y llenas de mucus.

Clasificación:

Hay varias clasificaciones de bronquiectasias basadas en hallazgos anatómicos y radiológicos. La utilidad de estas es bastante limitada en la práctica clínica, porque los cambios patológicos bronquiales correlacionan poco con los hechos epidemiológicos y clínicos.

Las bronquiectasias se clasifican, según Reid en:

  1. Cilíndricas: dilatación uniforma hasta que el lumen adquiere su diámetro transversal normal bruscamente.
  2. Quísticas o saculares: las dilataciones aumentan hacia la periferia, terminando en un fondo de saco ciego. Las divisiones bronquiales se reducen hasta en un 25% de lo normal. Son las más graves.
  3. Varicosas: patrón de dilatación irregular, con alternancia de estrecheces.

En un mismo paciente pueden coexistir estas tres formas.

Cuadro clínico: .

El cuadro clínico probablemente más representativo y frecuente es de evolución crónica y generalmente progresiva, caracterizado por la tos y la expectoración, con frecuentes exacerbaciones que demandan de tratamiento antibiótico y, a veces, hospitalización.

La progresión de este síndrome es prácticamente de regla: el mayor compromiso tanto anatómico como funcional y clínico deriva en un deterioro de la calidad de vida, con desarrollo de importantes limitaciones: disnea progresiva de esfuerzos, desnutrición, insuficiencia respiratoria y cor pulmonale.

Entre los síntomas más típicos se incluyen:

          Tos crónica con expectoración purulenta.

          Fiebre.

          Compromiso del estado general (astenia, adinamia, anorexia, fatigabilidad fácil).

          Baja de peso.

Cuando las bronquiectasias son avanzadas o se asocia enfisema puede haber disnea. La hemoptisis es frecuente, generalmente leve o como expectoración hemoptoica y puede ser cuantiosa con riesgo vital (Tabla 4).

Se destaca el concepto clásico de broncorrea que es la expectoración cuantiosa, eliminada en el curso de un día (la vómica, es la eliminación de una sola vez). En contexto de cuadro clínico crónico es sugerente de bronquiectasias. La broncorrea aguda es sugerente de absceso pulmonar.

En ciertas causas, como son la FQ, el déficit de inmunoglobulinas y las alteraciones ciliares, hay, además, frecuentemente, compromiso de las cavidades paranasales, lo que conlleva a manifestaciones de congestión de la vía aérea superior (rinorrea, descarga posterior, cefalea).

La asociación de compromiso nasosinusal, en forma de rinosinusitis, y bronquial en forma de bronquiectasias, se puede observar en la FQ, la discinesia ciliar primaria, el déficit de alfa-1-antitripsina y, en el infrecuente síndrome de Young.

Tabla 4: Manifestaciones clínicas de bronquiectasias
De las bronquiectasias propiamente tales:

−  Tos crónica

−  Expectoración o broncorrea crónicas

−  Compromiso del estado general

−  Baja de peso

−  Hemoptisis, expectoración hemoptoica

−  Disnea de esfuerzo progresiva

−  Disnea de reposo

−  Fiebre

−  Dolor torácico: asociado al esfuerzo de la tos o dolor pleurítico

−  Hipocratismo digital: uñas en vidrio de reloj y acropaquia

−  Alteraciones de la auscultación pulmonar: crepitaciones, roncus y/o sibilancias,

estertores

De sus causas

−  Infecciones a repetición

−  Manifestaciones de enfermedad rinosinusal o pancreática

−  Situs inversus, esterilidad

De sus complicaciones

   Agudas:

          Neumonía, que puede ser recurrente

          Neumotórax

          Absceso pulmonar

          Empiema pleural

   Crónicas:

          Anemia de enfermedad crónica

          Desnutrición

          Manifestaciones de insuficiencia respiratoria aguda o crónica

          Poliglobulia

          Cor pulmonale

          Insuficiencia cardiaca o renal

La exacerbación aguda de las bronquiectasias se puede presentar clínicamente como un cuadro sugerente de neumonía o de descompensación de una enfermedad respiratoria crónica. Eventualmente puede ser a través de una hemoptisis con riesgo vital (Tabla 5).

Tabla 5: Manifestaciones de la exacerbación aguda de las bronquectasias
Clínicos:

−  Aumento de la tos

−  Aumento del volumen yo la purulencia de la expectoración

−  Aparición o aumento de disnea

−  Hemoptisis

−  Compromiso del estado general

−  Fiebre

−  Polipnea, taquicardia

−  Cambios en la auscultación pulmonar: ruidos obstructivos, húmedos o secos

−  Manifestaciones de apremio respiratorio: uso de musculatura accesoria, respiración paradojal

−  Manifestaciones de insuficiencia respiratoria: cianosis, compromiso neurológico, cardiovascular, etc.

Exámenes complementarios:

−  Radiografía de tórax con infiltrados pulmonares nuevos

−  Deterioro de la pruebas de función pulmonar: gases arteriales, espirometría

Diagnóstico:

La clave es una historia clínica completa y cuidadosa, con énfasis en las manifestaciones clínicas sugerentes. Se debe pensar dirigidamente en bronquiectasias en pacientes con neumonías de evolución recurrente, cuando la expectoración sea particularmente viscosa y/o abundante (broncorrea) y en pacientes con limitación crónica del flujo aéreo de difícil manejo.

La asociación de expectoración purulenta abundante y crepitaciones, de evolución prolongadas, sin insuficiencia cardiaca ni enfermedad pulmonar intersticial difusa, es sugerente de bronquiectasias, más aún si se asocia hipocratismo digital.

El hallazgo en cultivo de expectoración de Haemophilus spp, Staphylococcus aureus, o un bacilo gram negativo aeróbico (Pseudomona aeruginosa), también debe hacer pensar en bronquiectasias, si bien, pueden encontrarse en otras enfermedades con bronquitis crónica.

La radiografía de tórax puede mostrar imágenes sugerentes de bronquiectasias y, menos frecuentemente, alteraciones sugerentes de causas específicas (secuelas de TBC, situs inversus).

El diagnóstico es clínico-imagenológico, siendo la TACAR de tórax el gold estándar. Históricamente, la broncografía fue el examen de elección para el diagnóstico, pero la TACAR la ha desplazado por su mayor sensibilidad, especificidad y menos riesgos. Además, permite diagnosticar la presencia de bronquiectasias, evaluar su ubicación y extensión, así como estimar su progresión, complicaciones anatómicas y respuesta a tratamiento. Las bronquiectasias cilíndricas se observan como “anillos de sello”, “riel de tranvía”; las quísticas como “racimos”; y, las varicosas, como “cuentas de rosario”.

La distribución de las lesiones hace sospechas ciertas causas:

  1. Lóbulos superiores, lóbulo medio y língula: postinfecciosas
  2. Predominantes de los lóbulos superiores: tuberculosis, FQ, ABPA.
  3. “Centrales” (generalizadas y grandes): propio del compromiso de las vías aéreas proximales, sugerente de aspergilosis broncopulmonar alérgica.
  4. Localizadas: sugerente de alguna forma de obstrucción de la vía aérea, especialmente si el compromiso es del lóbulo medio.

La espirometría suele ser inicialmente normal. Al progresar la enfermedad suele mostrar una alteración ventilatoria obstructiva que, eventualmente, puede llegar a ser severa y que, generalmente no se modifica significativamente con aerosol broncodilatador.

En el estudio de gases arteriales, el gradiente alvéolo arterial de oxígeno suele estar aumentado. En las exacerbaciones agudas y con la progresión de la enfermedad se desarrolla hipoxemia.

Se recomienda que todo paciente con bronquiectasias se estudie con Baciloscopía, Cultivo de Koch Tinción de Gram y cultivo corriente de expectoración. En nuestro medio, las bacterias más frecuentemente aisladas son Haemophillus influenzae, Streptococcus pneumoniae y Psdeudomona aeruginosa. Estos agentes son los responsables de las exacerbaciones frecuentes en pacientes con bronquiectasias. La infección con Pseudomona aeruginosa se correlaciona con cambios bronquiales más severos al TACAR, peor funcionalidad espirométrica y mayor deterioro de la calidad de vida.

La radiografía de cavidades paranasales puede mostrar engrosamiento mucoso, velamiento o niveles hidroaéreos. Una mejor evaluación de las cavidades paranasales se logra con Tomografía axial computarizada.

Si bien no se logra determinar la causa de las bronquiectasias en un porcentaje importante de los casos, se recomienda plantear siempre el estudio etiológico:

  1. En pacientes con bronqueictasias difusas de origen no post-infeccioso deben descartarse en primer lugar FQ, aspergilosis broncopulmonar alérgica y alteraciones ciliares.
  2. De segunda línea se deben explorar deficiencias de inmunoglobulinas.
  3. En el caso de bronquiectasias focales es recomendable realizar una fibrobroncoscopía para descartar una lesión obstructiva endobronquial.

Los exámenes a realizar dependen de la sospecha diagnóstica:

Tabla 6: Pruebas diagnósticas en pacientes con bronquiectasias
Nivel Tipos de exámenes
En sangre De imágenes Otros
Básico Hemograma completo Radiografía de tórax

TACAR de tórax

Espirometría Cultivo corriente, baciloscopía y cultivo de Koch de expectoración
Dirigido Cuantificación de inmunoglobulinas (Ig G, Ig A, Ig M).

Factor reumatoideo .

Niveles de Ig E.

Precipitinas para Aspergillus.

Niveles de subclases de IgG.

Niveles de alfa1 antitripsina.

TAC de cavidades paranasales Fibrobroncoscopía y biopsia bronquial.

Test del sudor.

Diagnóstico diferencial:

Debe hacerse con otras enfermedades respiratorias, crónicas o de evolución prolongada, caracterizadas clínicamente por tos, expectoración con o sin disnea, tales como, EPOC, bronquitis crónica, asma bronquial y Tuberculosis (TBC) pulmonar activa o sus secuelas sobreinfectadas.

EPOC: es uno de los más importantes diagnósticos diferenciales, dadas las similitudes entre ambas patologías (Tabla 7). Hay que tener presente las diferencias entre ambas respecto de la etiología, la mayor probabilidad de broncorrea y hemoptisis en las bronquiectasias y la frecuente infección bronquial con Pseudomona en ésta última. La diferenciación en etapas avanzadas puede ser más difícil dado que el cuadro clínico y las alteraciones funcionales (espirometría y gases arteriales) se deterioran de forma similar. La imagenología de tórax es útil en el diagnóstico diferencial, especialmente la TAC de tórax: si bien es posible observar algunos signos de fibrosis y bronquiectasias en EPOC, los elementos predominantes son otros, fundamentalmente enfisema.

Tabla 7: Comparación entre bronquiectasias y Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Variables Bronquiectasias EPOC
Causa Post infecciosa

FQ

Déficit inmune

Obstrucción bronquial localizada

ABPA

Tabaco
Déficit de
α1 antitripsina
Manifestaciones clínicas Tos y expectoración crónicas

Broncorrea

Hemoptisis
Disnea de esfuerzo

Tos y expectoración crónicas.
Disnea de esfuerzo
Características de la expectoración Mucopurulenta, purulenta Hemoptoica, hemoptisis Mucosa
Rol de la infección Causa Exacerbación Exacerbación
Microorganismo predominatemente asociado (cultivo de esputo) Haemophillus influenzae, Streptococccus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Pseudomona aeruginosa Streptococccus pneumoniae, Haemophillus influenzae
Obstrucción al flujo aéreo Sí Sí
Imágenes torácicas (radiografía, TAC) Dilatación de vías aéreas, engrosamiento de paredes bronquiales Hiperinsuflación, dilatación de vía aérea

Bronquitis crónica: Diagnóstico diferencial a considerar. Más frecuente y más indolente, frecuentemente asociada al hábito tabáquico y, a veces, a EPOC, puede ser fácilmente confundida con el cuadro clínico de un paciente con bronquiectasias localizadas o de poca extensión. La forma de progresión, la broncorrea y la hemoptisis debe poner una señal de alerta a favor de éstas últimas. En un paciente con bronquitis crónica que desarrolla disnea de esfuerzo se debe plantear el diagnóstico de EPOC y, considerar, la posibilidad de progresión en un paciente con bronquiectasis. La presencia de alteraciones radiológicas es importante en estos casos.

Asma bronquial: A veces se plantea el diagnóstico diferencial en pacientes que se presentan con tos crónica; crisis respiratorias agudas a repetición (crisis asmáticas vs exacerbaciones de bronquiectasias); o bien, disnea de esfuerzo progresiva (asma bronquial con remodelación de la vía aérea vs bronquiectasias extensas). La mayor frecuencia del asma y su variabilidad, la calidad de la expectoración en las bronquiectasias, los antecedentes de riesgo de uno y otro, permiten una rápida orientación diagnóstica.

TBC pulmonar activa: Tos y expectoración de evolución prolongadas el compromiso del estado general y la baja de peso, asociada eventualmente a fiebre. El estudio radiológico y, especialmente, microbiológico son esenciales en el diagnóstico. El paciente con antecedentes de una TBC pulmonar antigua, curado con tratamiento o espontáneamente, y que se presenta con síntomas respiratorios, plantea considerar un nuevo episodio de TBC activa, una nueva infección, o bien, la presencia de secuelas fibróticas que incluyan bronquiectasias y que ahora están sobreinfectadas.

Neumonía: El paciente que consulta por un cuadro agudo de tos y expectoración, eventualmente con fiebre, este diagnóstico de debe ser la primera posibilidad. Además, debe considerarse la posibilidad de exacerbación aguda de bronquiectasias si el paciente presenta un cuadro prolongado (semanas), recurrente (“varias neumonías” en poco tiempo) o de evolución tórpida, a pesar de tratamiento adecuado. Los antecedentes clínicos, las características de la expectoración y los hallazgos microbiológicos y/o radiológicos deben poner sobre la pista de bronquiectasias. En la neumonía es posible observar dilataciones bronquiales agudas en la TAC. Éstas son de curso transitorio y no deben confundirse con las bronquiectasias que, por definición, son permanentes.

Además, se debe considerar el diagnóstico de bronquiectasias en todo paciente con hemoptisis, obstrucción bronquial localizada, hipocratismo digital e insuficiencia respiratoria crónica. En casos de supuración crónica, las bronquiectasias pueden asociarse a desnutrición, anemia de enfermedades crónicas (arregenerativa normocítica o microcítica, normocrómica o hipocrómica), y la infrecuente amiloidosis secundaria.

Manejo:

Prevenir el desarrollo de bronquiectasias mediante:

  1. Programa efectivo de vacunación en la infancia (sarampión, coqueluche, tuberculosis.
  2. Diagnóstico y tratamiento oportuno de las infecciones pulmonares.
  3. Detección y tratamiento precoz de FQ, inmunodeficiencias, discinesia ciliar y aspergilosis broncopulmonar alérgica.

Dado que los fenómenos destructivos anatómicos son irreversibles, los objetivos del tratamiento son controlar las exacerbaciones, disminuir los síntomas en la fase estable y reducir la incidencia de complicaciones y la mortalidad. Hay varios trabajos que demuestran que si las bronquiectasias se manejan en forma agresiva, se mejoran tanto la calidad de vida como la sobrevida del paciente.

Tradicionalmente, los esquemas de manejo del paciente con bronquiectasias han incluido:

  1. Medidas generales: evitar el hábito tabáquico, prevenir y manejar el reflujo gastroesofágico, prevenir infecciones respiratorias.
  2. Tratamiento de la causa: esquemas especializados de manejo de la FQ y las deficiencias inmunitarias específicas. Corticoesteroides en ABPA. Resolución de la obstrucción bronquial localizada.
  3. Manejo de las secreciones bronquiales: mejorar su eliminación por medio de drenaje postural, kinesiterapia respiratoria y broncodilatadores.
  4. Control de la infección bronquial: disminuir y/o erradicar la carga bacteriana, fundamentalmente con el uso de antibacterianos e, idealmente, en base a estudios microbiológicos. Se han usado en las exacerbaciones y en la fase estable, ya sea en forma continua o rotatoria. Se recomienda en las exacerbaciones, el uso prolongado de antibióticos (10 a 14 días) que cubran los gérmenes aislados o más frecuentemente involucrados en estos casos (generalmente son útiles Aminopenicilinas, Aminopenicilinas con inhibidores de betalactamasas, quinolonas, cloramfenicol). En el caso de infecciones con Pseudomona aeruginosa, se recomienda un tratamiento agresivo, si bien, no hay claridad respecto del mejor esquema (asociación de antibióticos, uso crónico de macrólidos, aerosolterapia con tobramicina intermitente o mantenida, corticoesteroides inhalatorios).
  5. Manejo de la obstrucción bronquial: terapia broncodilatadora, especialmente si hay respuesta clínica o espirométrica objetivada.
  6. Manejo de las complicaciones: antibioterapia en las neumonías, abscesos y empiema. Drenaje en el absceso, empiema y neumotórax. Oxígenoterapia y ventilación asistida en la insuficiencia respiratoria. Embolización aretrial selectiva o cirugía en la hemoptisis con riesgo vital.
  7. Evaluación y apoyo nutricional
  8. Cirugía: resección pulmonar en pacientes con bronquiectasias localizadas o hemoptisis con riesgo vital. Trasplante pulmonar en enfermedad terminal.

Los nuevos tratamientos buscan curar o disminuir la infección y la inflamación. Las terapias inhalatorias crónicas pueden ser efectivas en controlar los síntomas, disminuir las exacerbaciones y mejorar la calidad de vida. En el futuro se espera disponer de inhibidores de la elastasa de los neutrófilos, antibióticos inhalatorios y agentes protectores del epitelio bronquial.

Caso Clínico:

Paciente varón, 58 años con antecedentes de TBC pulmonar tratada hace 30 años. Fumador activo, 20 paquete-año. Presenta hace años “resfríos frecuentes”, caracterizados por tos y expectoración mucopurulenta, que lo obligan a quedarse en su domicilio (por la intensidad de la tos y la cuantía de la expectoración), de dos a tres semanas de duración y que ceden con el uso de antibióticos (amoxicilina, cloranfenicol). En dos oportunidades ha sido hospitalizado con el diagnóstico de neumonía en el último año. Consulta por disnea de esfuerzo que le limita su actividad laboral. Tiene tos y expectoraciones “habituales”, que si bien parecen intensas, al paciente no le preocupan mayormente. Al examen físico destacan algunas sibilancias bilaterales y crepitaciones extensas en el campo pulmonar derecho. Parece tener uñas en vidrio de reloj.

Con estos datos se puede plantear el diagnóstico de:

  1. Tuberculosis pulmonar reactivada
  2. Bronquiectasias postTBC
  3. Bronquiectasias en Aspergilosis broncopulmonar alérgica
  4. Fibrosis quística avanzada
  5. Síndrome de discinesia ciliar.

El examen diagnóstico de elección en este caso debe ser:

  1. Gram, cultivo corriente, Baciloscopía y cultivo de Koch de expectoración
  2. Broncografía
  3. Test del sudor para FQ
  4. TACAR de tórax
  5. Fibrobroncoscopía con biopsia bronquial

Trastorno de estrés postraumático

ASPECTOS ESENCIALES:

  • Trastorno del comportamiento a causa de la exposición a un evento traumático, con respuestas somáticas, cognitivas y afectivas de al menos un mes de duración.
  • Diagnóstico es clínico.
  • Tratamiento con terapia cognitivo-conductual como primera línea y se puede considerar el uso de ISRS como monoterapia o combinado.
  • Es de curso crónico, por lo que debe ser derivado.

CASO CLÍNICO TIPO:

Paciente de 54 años consulta por ansiedad, insomnio, irritabilidad y baja concentración. Historia de un accidente de tránsito hace 4 meses en el cual el salió ileso, pero su acompañante murió. Presenta sueños del evento y evita pasar cerca de la calle del accidente.

DEFINICIÓN:

Se ha descrito como los efectos complejos somáticos, cognitivos, afectivos y de comportamiento debido a un trauma psicológico. Se caracteriza por presentar pensamientos intrusivos, pesadillas y flashbacks de eventos traumáticos del pasado, evitación de recuerdos del trauma, hipervigilancia y trastornos del sueño, todo lo que conduce a una importante disfunción social, laboral e interpersonal. 

ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:

La prevalencia de vida del trastorno por estrés postraumático (TEPT) oscila entre 6.8 y 12.3% en la población general adulta de Estados Unidos, con tasas de prevalencia anual de 3.5 a 6%.

Los factores personales y sociales pueden afectar tanto la probabilidad de desarrollar TEPT, después de un evento traumático, como su presentación clínica.

Los factores de riesgo son:

  • Mujeres tienen 4 veces más riesgo de desarrollar el trastorno que los hombres
  • Edad en que ocurre el trauma
  • Educación
  • Nivel socioeconómico bajo
  • Trauma previo
  • Adversidad en la infancia
  • Antecedentes psiquiátricos personales y familiares
  • Escasa red de apoyo
  • Severidad inicial  de la reacción al evento traumático.

Los eventos traumáticos más asociados son:

  • Violación
  • Conflictos y desplazamientos de masas (guerras, torturas, etc.)
  • Combate bélico (posterior a lesiones traumáticas, sobre todo cerebrales)
  • Hospitalización en UCI
  • Infarto al miocardio

Se ha asociado el TEPT a condiciones médicas, es así que el TEPT se asoció con mayor riesgo de angina de pecho, insuficiencia cardiaca, bronquitis, asma y enfermedad arterial periférica.

Gran parte de la fisiopatología del TEPT es incierta. En estudios de imagen se ha encontrado disminución del volumen del hipocampo, la amígdala izquierda y corteza cingulada anterior. Otros informes muestran un aumento de los niveles centrales de norepinefrina, disminución crónica de los niveles de glucocorticoides. Se sospecha que la genética puede contribuir a la susceptibilidad de un individuo a través de una interacción con factores ambientales, lo que todavía se encuentra en estudio. La exposición previa a un trauma sería un factor relevante, pero se desconocen los mecanismos que generan esta sensibilización.

DIAGNÓSTICO:

El diagnóstico es clínico y considera anamnesis, examen físico, neurológico y psiquiátrico completo. La interrogación debe ser con sensibilidad siempre indagando sobre ideación e intento suicida.  El diagnóstico diferencial más importante es el TAE, para lo cual el factor tiempo es la principal diferencia.

Criterios diagnósticos DSM V para TEPT: 

A. Exposición a amenaza de o muerte real, lesiones graves o violencia sexual en una o más de las siguientes maneras:

  1. Experiencia directa con el evento traumático.
  2. Ser testigo en persona del evento traumático que le ocurrió a otros.
  3. Aprendido del evento que le ocurrió a un familiar o amigo cercano (en este caso el evento debe haber sido violento o accidental).
  4. Experimentar exposición repetida  o extrema a los detalles más graves del evento traumático (no se aplica  a exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o imágenes).

B. Presencia de uno o más de los siguientes síntomas de intrusión asociados con el evento traumático, una vez ocurrido el evento:

  1. Recuerdos intrusos recurrentes e involuntarios del evento traumático que provocan malestar.
  2. Sueños recurrentes y angustiosos relacionados con el evento que generan alteraciones del sueño.
  3. Reacciones disociativas en las que el individuo se siente o actúa como si el evento traumático se repitiera (la manifestación más extrema es la pérdida completa de conciencia).
  4. Malestar psicológico intenso o prolongado en respuesta a estímulos externos o internos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.
  5. Reacciones fisiológicas marcadas en respuesta a estímulos externos o internos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.

C. Evitación persistente de estímulos asociados con el evento traumático, comenzando después de ocurrido el evento con una o más de las siguientes:

  1. Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos angustiosos, pensamientos o sentimientos sobre o estrechamente relacionados con el evento traumático.
  2. Evitar o esfuerzos para evitar recordatorios externos que despiertan recuerdos angustiosos, pensamientos o sentimientos sobre o muy relacionados con el evento traumático.

D. Alteraciones negativas en las cogniciones y en el estado de ánimo asociados con el evento traumático, a partir del ocurrido el evento, lo que se demuestra con dos o más de los siguientes:

  1. Incapacidad para recordar un aspecto importante del evento traumático (excluyendo lesiones cerebrales, uso de alcohol o drogas).
  2. Creencias persistentes y exageradas o expectativas negativas de sí mismo, los demás o el mundo.
  3. Cogniciones distorsionadas persistentes acerca de la causa o consecuencia del evento que conducen al individuo a culparse a sí mismo o a los demás.
  4. Estado emocional negativo persistente.
  5. Marcada disminución del interés o de la participación en actividades significativas.
  6. Sentimientos de desapego o distanciamiento de los demás.
  7. Incapacidad permanente de experimentar emociones positivas.

E. Alteraciones  marcadas en la reactividad asociada con el evento traumático, que comienza o empeora una vez ocurrido el evento traumático, como lo muestran dos o más de los siguientes:

  1. Comportamiento irritable y ataques de ira con poca o ninguna provocación expresándose típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos.
  2. Un comportamiento imprudente o autodestructivo.
  3. Hipervigilancia
  4. Respuesta de sobresalto exagerada.
  5. Problemas en la concentración.
  6. Trastornos del sueño.

F. Duración de más de un mes. 

G. La alteración provoca malestar clínicamente significativo o deterioro en las áreas social, laboral o de otras áreas importantes del funcionamiento. 

H. La alteración no es atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia u otra condición médica como lesión traumática cerebral. Se deben especificar subtipos: con síntomas disociativos (despersonalización, desrealización). 

La comorbilidad  psiquiátrica es alta, se estima que el 16% tiene un trastorno psiquiátrico concomitante, el 17% dos y el 50% tres o más, entre ellos destacan: trastornos depresivos, de  ansiedad, abuso de sustancias y trastorno de  somatización.

TRATAMIENTO:

Debe ser inicial para el médico general, pero siempre se debe derivar a especialista. La psicoterapia sería de primera línea, el enfoque indicado es el de la terapia cognitivo-conductual (TCC) centrada en el trauma, que como monoterapia presenta una leve superioridad sobre los fármacos,

A nivel farmacológico, la primera línea son los ISRS, que deben ser utilizados por un mínimo de 6-8 semanas para decir que se fracasó en la terapia, se debe iniciar con dosis bajas y aumentar progresivamente según RAM. A modo de ejemplo, la Paroxetina se inicia con dosis de 5-10 mg al día, siendo la dosis terapéutica de 20-60 mg al día. En el caso de la Sertralina los valores son 12.5-25 mg y 50-200 mg al día respectivamente. Para la Fluoxetina los valores son 5 y 20-60 mg al día respectivamente.

De segunda línea es la Venlafaxina de liberación prolongada. En algunos pacientes que resultan resistentes a estos medicamentos se puede utilizar como adyuvante un antipsicótico (Risperidona 0.5 mg al día, aumentando dosis después de 5-7 días, con dosis de respuesta hasta 4 mg al día). El tratamiento debe mantenerse por al menos 6 meses a un año.

SEGUIMIENTO:

El TEPT es una patología crónica, por lo que el seguimiento y ajuste de tratamiento debe realizarse por el especialista.

BIBLIOGRAFÍA:

1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5), American Psychiatric Association, Arlington, VA 2013.

2. Jitender Sareen, MD, FRCPC (2017), Posttraumatic stress disorder in adults: Epidemiology, pathophysiology, clinical manifestations, course, assessment, and diagnosis. Disponible en: https://www.uptodate.com/contents/posttraumatic-stress-disorder-in-adults-epidemiology-pathophysiology-clinical-manifestations-course-assessment-and-diagnosis?source=search_result&search=post%20traumatic&selectedTitle=3~150#topicContent