1. Clasificación de establecimientos hospitalarios
Actualmente y según fuentes oficiales de información, el sistema público, se organiza en 29 Servi- cios de Salud, que a su vez, están formados por todos los establecimientos públicos de salud, dentro de los cuales se encuentra una red de 195 hospitales.

De acuerdo a la normativa vigente, los Establecimientos Hospitalarios, se clasifican de acuerdo a su calidad contractual y a su nivel de complejidad, según el siguente esquema:

Clasificación según nivel de complejidad:
Según Reglamento Orgánico de los Servicios de Salud (Decreto Nº 140 DEL 2004), en sus Artículos 44 y 45, indica:
“Todos los Hospitales, se clasificarán en establecimientos de alta, mediana o baja complejidad, de acuerdo a su capacidad resolutiva, determinada sobre la base del análisis en conjunto de los siguientes criterios:

• Función dentro de la Red Asistencial teniendo presente los distintos niveles de complejidad de la Red.
• Servicios de apoyo diagnóstico y terapéutico considerando su resolutividad, disponibilidad de recurso humano, equipamiento, horario de atención y procedimientos o exámenes que realiza.
• Grado de especialización de sus recursos humanos.

Complejidad de la atención
Si bien la complejidad puede considerarse un parámetr o subjetivo, dado que es dependiente del evaluador, podría definirse como “la dificultad en resolver una determinada situación en la que in- tervienen diversos factores (humanos, intelectuales, estructurales, entre otros).” Algunas características que presentan los establecimientos respecto a su nivel de complejidad en el ámbito de la atención cerrada, se presentan en la siguiente tabla:
Criterios de clasificación según nivel de complejidad de Establecimientos Hospitalarios

2. Categorización de usuarias (os) por dependencia y riesgo de cuidados (CUDYR)

Consiste en analizar las demandas de cuidados directos, categorizándolos según grado de dependencia y nivel de riesgo. Para categorizarlos se seleccionan los cuidados que implican riesgo y de- pendencia más útiles para la toma de decisiones y se agrupan en universales o básicos y terapéuti- cos, de acuerdo a las necesidades que satisfacen.

Consideraciones técnicas
En la Categorización del Riesgo y Dependencia de los usuarios (as), el valor de cada grupo de cuidados oscila entre cero y tres y está determinado por la complejidad de los cuidados a proporcionar, la diversidad y la frecuencia con que se realizan, y la intensidad en la vigilancia de éstos.

El grado de dependencia, se identifica a través de la valoración de las demandas de autocuidados universales preseleccionados, con las acciones programadas y proporcionadas. Se seleccionan tres grupos de autocuidados universales, para medir la dependencia de los usuarios: Prácticas de Confort, Alimentación y Eliminación.

El nivel de riesgo, se identifica a través de la valoración de cuidados terapéuticos preseleccionados, que se requieren en situación de desviación de salud. Se eligen tres grupos de cuidados terapéuticos, que permiten medir indirectamente el riesgo de los usuarios (as): Medición de Parámetros, Interven- ciones Profesionales Multidisciplinarias y Procedimientos de Enfermería.

Cruzando las variables dependencia y riesgo se reconocen doce categorías de usuarios:

3. Continuidad de la atención
El proceso de embarazo, parto y posparto, es un hito importante en la vida de una familia, sin embargo, no termina con el alta del Servicio de Obstetrica y Ginecología; la familia y su nuevo integrante se enfrentan a un proceso de adaptación entre sí y con el mundo que les rodea, el cual no está exento de incertidumbre y riesgos. El sistema de salud requiere una articulación coordinada, oportuna y efectiva para dar respuesta eficiente a las necesidades de esta nueva familia. Lo anterior implica disponer de los antecedentes que permitan acoger, orientar y resolver las necesidades, fundamen- talmente de la puérpera y su recién nacido.

Las vías de coordinación, deben ser los protocolos de referencia y contrarreferencia realizados por cada servicio de salud, de acuerdo a su propia red asistencial y cartera de servicios de cada uno de estos. Los crecientes avances en la informatización de los establecimientos permitirá establecer comunicaciones más fluidas y expeditas, de modo tal que cuando la mujer llegue al nivel de aten- ción primaria ya se cuente con todos los antecedentes de la hospitalización y con ello otorgarle un plan de atención personalizada.

Es responsabilidad del establecimiento en donde ocurra el parto, entregar la documentación completa del proceso acontecido y priorizar la coordinación de la información, estableciendo criterios de riesgo, tales como mortalidad perinatal, morbilidad materna, morbilidad neonatal y riesgo psico- social entre otros, consecuente con las estrategias nacionales de salud, especialmente su objetivo estratégico 4, enfocado a reducir la mortalidad, morbilidad y mejorar la salud de las personas a lo largo del ciclo vital.

Al momento del alta de puerperio, es relevante la entrega de Comprobante de atención de Parto y Licencia Posnatal cuando corresponda, documentos que les permitirán, acceder a los derechos que la ley les otorga.

4. Unidad de Puerperio y Recién Nacido
Se otorga una atención integral y de calidad a la tríada: madre, hijo/a, padre o persona significativa, incorpo- rando, los elementos de atención de salud, así como la entrega de información y educación en el autocuidado y herramientas para la crianza.

4.1 Objetivos generales:
• Proporcionar a la puérpera y su recién nacido el apoyo y cuidados psicobiológicos de calidad que les permitan enfrentar la etapa del puerperio inmediato y mediato en las mejores condiciones, promoviendo una relación adecuada y oportuna con su entorno más cercano.
• Ofrecer a la madre, hijo/a, padre y familia, un posparto que facilite el proceso de familiarización, desde su ingreso al centro hospitalario hasta el alta, estableciendo una derivación coordinada hacia el Nivel Primario de Atención o de especialidad si lo amerita, como una continuidad de la integración estableci- da durante el período antenatal.
• Fomentar una lactancia exitosa y efectiva. Detectar oportunamente patología en la madre y el recién nacido.
• Detectar factores de riesgo psicosocial en la pareja y familia que pudieran interferir el establecimiento de un vínculo seguro entre madre, hijo/a, padre y familia. Investigar síntomas menores de depresión a fin de derivar oportunamente a especialista.

4.2 Recomendaciones
• Todas las Unidades de un Servicio de Obstetricia – Ginecología y Neonatología, constituyen áreas de urgencia, por lo tanto deben cumplir con estándares de calidad respecto a equipamiento, recurso humano y condiciones físicas, que permitan entregar una atención segura, oportuna, continua y de acuerdo a las necesidades de las mujeres y sus familias.
• Los Servicios de Obstetricia y Ginecología de alta y mediana complejidad, deben contar con matrón/a de turno en forma exclusiva en el área de urgencia, no pueden abandonar esta área para pasar ronda en otras unidades del Servicio de Obstetricia y Ginecología.
• Los Hospitales de alta y mediana complejidad, que cuentan con Servicios de Obstetricia y Ginecología, deben mantener recurso matrón/a de turno 24 horas, en las unidades de puerperio y recién nacido.
• La condición de crianza del recién nacido mantiene vínculos biológicos interactivos entre la madre y su hijo. Se debe planificar la atención postnatal conjunta para racionalizar los recursos humanos que los cuidan, aprovechar todas las instancias para la promoción y el cuidado de la salud de ambos y disminuir la pérdida de oportunidades. Evitar las consultas por separado, implica reducir gastos de tiempo y de recursos económicos a las familias y al sistema de salud.
• Establecer la comunicación y coordinación continua entre las diferentes unidades del servicio de obs- tetricia, ginecología y neonatología y realizar un control de calidad para asegurar una óptima utilización de los recursos e igualdad de prestaciones.
• Elaborar un programa de mejora continua de calidad anual, por Servicio de Obstetricia, Ginecología y Neonatología y establecer estrategias para disminuir en forma gradual las brechas existentes, priorizando las áreas que presentan deficiencias, determinando compromisos de avances para superar estas brechas y evaluando su cumplimiento, con participación ampliada de los profesionales. Se recomienda entregar informe a la Dirección del Hospital, para incorporar estrategias, según corresponda.

5. Evaluación de la atención (3) en la Unidad de Puerperio y Recién Nacido (RN)

 

 

 

 

 

INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN

A. Puérpera de Parto Atendida
B. Recién Nacido Atendido

 

 

6. Indicadores de proceso

 

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