Nivel de manejo del médico general: Diagnóstico: Sospecha. Tratamiento: Inicial. Seguimiento: Derivar.
ASPECTOS ESENCIALES:
- Todos los pacientes en atención primaria debieran tener tamizaje anual respecto al uso perjudicial de sustancias.
- Los suplementos nicotínicos, el bupropion y verenicilina (agonista parcial de receptores nicotínicos) están aprobados para el tratamiento de la dependencia a nicotina.
CASO CLÍNICO TIPO:
Mujer de 24 años, soltera, sin hijos, cursando estudios superiores. Ingresa al servicio de urgencias por taquicardia y palpitaciones, pidiendo fármacos para controlar los síntomas. Se aprecia una buena presentación personal, consciente, orientada, en continuo movimiento durante la entrevista, lenguaje coherente pero con verborrea, pensamiento acelerado, con ideas sobrevaloradas, sin alteraciones sensoperceptivas. Atribuye su sintomatología al consumo de drogas, pero dice tener un consumo controlado. Al interrogatorio dirigido refiere actualmente consumir cocaína y marihuana, refiriendo un aumento en el último tiempo respecto al consumo de cocaína (cantidades crecientes durante los últimos 5 años), pues se ha acrecentado su exigencia académica y se siente ansiosa si no lleva con ella una mínima cantidad en su cartera.
DEFINICIÓN:
Droga: toda sustancia farmacológicamente activa sobre el SNC que puede llegar a producir alteraciones de la conducta, estado ánimo y/o sensopercepción.
El consumo de drogas ilícitas se asocia a una mayor frecuencia de traumatismos intencionales y no intencionales, pérdidas económicas, sufrimiento y empobrecimiento familiar y social, delitos, sexo inseguro y otras circunstancias que afectan a terceros y a la sociedad en general. Según la OMS se define drogo dependencia como un estado físico y psíquico resultante de la interacción de una droga en el organismo, caracterizado por una conducta que incluye la tendencia a consumir sustancias para experimentar sus efectos o para evitar la sensación desagradable que produce su falta.
ETIOLOGÍA – EPIDEMIOLOGÍA – FISIOPATOLOGÍA:
Según el “Decimo Primer Estudio Nacional de Drogas en Población General, 2014) se observa un cambio en la prevalencia de consumo en Chile. En el caso de la marihuana es independiente del sexo, edad y nivel socioeconómico, pasando de un 7,1% en 2012 a un 11,3% en 2014. La diferencia observada entre hombres y mujeres es estadísticamente significativa para este estudio (los hombres consumen más), al igual que la diferencia entre adolescentes (12 a 18 años)/jóvenes (19 a 25 años) respecto a los otros tramos de edad (entre 12-18 años son más vulnerables al iniciar el consumo tempranamente). Para cocaína, el aumento en la prevalencia año se explica por un aumento significativo en hombres (1,3% a 2,2%) y en niveles socioeconómicos medios (0,6% a 1,3%). Por otro lado, la prevalencia de consumo de pasta base se mantiene en un 0,5% variando sólo 0,1 puntos porcentuales respecto a 2012.
La pasta base es la sustancia que genera mayor dependencia, con cerca del 55% de los consumidores recientes. La cocaína, por su parte, mantiene tasas de dependencia cercanas al 25%.
El desarrollo de fármaco dependencia es multifactorial: factores sociales, familiares, individuales del sujeto, ambientales, e intrínsecos de la droga. En la fisiopatología existe un proceso de neuroplasticidad inducido por la sustancia psicoactiva, al perturbar los circuitos de recompensa.
DIAGNÓSTICO:
Patrón desadaptativo de consumo de la sustancia, expresado por tres o más de los siguientes síntomas en un periodo continuo de 12 meses: tolerancia, abstinencia, la sustancia es consumida en cantidades mayores o por un periodo más largo de lo pretendido, deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar el consumo, se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la sustancia, reducción de importantes actividades sociales o laborales, se continúa consumiendo la sustancia a pesar de tener conciencia de los problemas que esto conlleva.
Para una evaluación integral se debe indagar en los siguientes puntos: relación con la sustancia y su consumo: sustancia(s) consumida(s), posible policonsumo, edad de inicio, frecuencia, intensidad del consumo, contexto de uso, vía de administración, consecuencias del consumo, intentos por realizar cese. Es importante buscar dirigidamente riesgos asociados al consumo: accidentes, sobredosis, autolesiones, conducta sexual de riesgo y otras relacionadas con las vías de administración específicas (uso de inyectables, métodos de uso no habituales como la inhalación de alcohol). Situación contextual de los adolescentes y jóvenes.
Exámenes de laboratorio: test de drogas en orina o en plasma, VCM (aumentado en el caso de consumo crónico de alcohol), GGT (aumentada en caso de consumo agudo de alcohol). También podrían pedirse otros, como parte de la evaluación médica que amerite el caso, ej: triglicéridos (elevados en caso de consumo crónico de alcohol), ECG (en consumo de cocaína).
TRATAMIENTO:
El tratamiento debe ser multimodal, incluyendo las diversas intervenciones que responden a la evaluación integral, de carácter psicosocial y farmacológica (cuando sea requerido), además de ser a nivel individual, familiar, grupal y comunitario.
Inicialmente se debe realizar una intervención motivacional como plan individual de tratamiento y evaluar los logros a los 3 meses .Si ocurre que no se logran progresos, hay intensificación del problema o se desarrolla uno nuevo, u otra modalidad de tratamiento es requerida, se debe realizar una derivación a otro dispositivo de seguimiento de mayor complejidad psiquiátrica (corta estadía, plan residencial, tratamiento especializado de comorbilidad, etc.).
SEGUIMIENTO:
Intervenciones de seguimiento efectivas son las técnicas derivadas del manejo de contingencias y la prevención de recaídas e intervenciones presenciales por equipo multidisciplinario.
BIBLIOGRAFÍA:
1. SENDA, Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Observatorio Chileno de Drogas (2015), “Décimo Primer Estudio Nacional de Drogas en Población General: Resultados Principales.”