Nivel de manejo de médico general: Diagnóstico: Específico Tratamiento: Completo Seguimiento: Completo
Aspectos esenciales
Factor de riesgo importante para arritmias ventriculares y auriculares.
Exámenes: niveles de K plasmático y ECG.
Tratamiento de hipokalemia grave se realiza por vía IV. Si K+ ≥ 3mEq/L reposición por VO. Si K+ entre 2,5 y 3 mEq/L, sin signos de gravedad ni tratamiento digitálico, reposición VO.
Corregir hipomagnesemia asociada.
Caso clínico tipo
Mujer de 17 años concurre a SU por cuadro agudo de palpitaciones que se agrega a debilidad y calambres de varios días de evolución. Refiere que hace 6 meses está en tratamiento por obesidad con dieta y preparado magistral cuyos componentes desconoce. Al ingreso ansiosa, disneica, PA: 100/70 mmHg, FC: 110x’ con pulso irregular.
Definición
Se define hipokalemia como valores de K+ sérico < 3,5mEq/L.
Etiología-epidemiología-fisiopatología
La hipokalemia se encuentra en más de 20% de los pacientes hospitalizados y en 10 a 40% de los pacientes que reciben diuréticos tiazídicos.
Sus consecuencias son derivadas de alteraciones en el potencial de membrana. A nivel del tejido cardíaco ellas tienden a despolarizarse predisponiendo a arritmias ventriculares y auriculares especialmente en el contexto de cardiopatías preexistentes y en usuarios de digoxina.
Las causas más comunes de hipokalemia son:
Pérdidas gastrointestinales (diarrea, laxantes), pérdidas renales (hiperaldosteronismo, hiperglicemia severa, diuréticos eliminadores de potasio), alteraciones en equilibrio ácido – base (alcalosis), y malnutrición, vómitos (5–10 mEq/L)
Pérdidas urinarias: Diuréticos, Hiperaldosteronismo, Diuresis osmótica, Acidosis tubulares tipo 1 y 2, Sd. Bartter – Gitelman, Hipomagnesemia, Sd. de Liddle, Fase poliúrica de NTA.
Otras causas: Pseudohipokalemia, Redistribución de K (generalmente transitorias), Disminución del aporte Por incorporación a células metabólicamente activas (LMA con leucocitosis marcada), Parálisis periódica hipokalémica, Insulina, Beta 2 agonistas, Intoxicación por tolueno, Tirotoxicosis, Alcalosis (rara, salvo indigentes), Dieta pobre, Uso de fluidos IV, Geofagia (arcilla).
Diagnóstico
Los síntomas de hipokalemia moderada incluyen: debilidad, fatiga, dificultad respiratoria, constipación, íleo paralítico, calambres, parálisis arrefléxica de los músculos esqueléticos, rabdomiólisis, vasodilatación e hipotensión. La hipokalemia severa puede alterar la excitabilidad del tejido cardiaco.
Se debe evaluar la dieta, presencia de diarrea y vómitos, uso de diuréticos y laxantes, presión arterial (HTA se puede asociar a hiperaldosteronismo), signos de hipertiroidismo (asociados a parálisis periódica hipokalémica).
En el laboratorio se debe solicitar ELP, ECG (QT largo, aumento de onda U, descenso del segmento ST, arritmias severas), K urinario (K+ < 30 mEq en 24 hrs. o de 15 mEq/l), estado ácido base (asociación a alcalosis).
Tratamiento
Va a depender del grado de hipokalemia.
Si el K+ está entre 3mEq/L y 3,5 mEq/L, de favorece la reposición VO, sales de KCL 20 a 80 mEq/día, o SlowK (8 mEq/comp) y/o con aumento del aporte de K en la dieta, (sal dietética contiene 12 mEq/g, cucharada de té contiene 60 mEq). Pero si el K+ está entre 2,5 y 3 mEq/L sin signos de gravedad ni tratamiento con digitálicos: Reposición VO, 120 – 240 mEq/día.
Si K+ es <2,5 mEq/L o sintomática: Reposición IV, en solución sin dextrosa para impedir translocación al intracelular. Se recomienda que la concentración de K+ en la solución sea de < 50 mEq/L, y en general < 200 mEq/día. Reponer 10 a 20 mEq/hora con monitoreo cardiaco continuo.
Si la hipokalemia crónica: el tratamiento debe dirigirse a la patología de base. Uso de diuréticos conservadores de K: espironolactona y amilorida.
Evaluación de la dieta: alimentos según contenido de K:
> 25 mEq/100g: Higos, miel, algas,
> 12,5 mEq/100g: ciruelas secas, nueces, paltas, cereal integral, trigo, legumbres
> 6mEq/100g: espinaca, papas, zanahoria, acelga, brócoli, coliflor, zapallo, plátano, kiwi, naranja, melón.
Seguimiento
En hipokalemia grave se debe controlar niveles de K cada 2 a 3 horas e intentar no llegar violentamente a la normalidad. La desaparición de la onda U en el ECG es útil para evaluar respuesta.
Bibliografía
1. Gallardo P., Velarde P., Vio C., Alvo M., Pacheco A., Rodrigo R., «Fisiología Renal y Metabolismo Hidrosalino», 1 ed. Santiago: Universidad Católica de Chile; 2007.