Skip to content Skip to main navigation Skip to footer

Enfermedades de la visión

Vicios de refracción en personas de 65 años y más

Garantías

  1. Garantía de acceso: Todo beneficiario de 65 años y más:
  • Con presbicia tendrá acceso a lentes (sin confirmación diagnóstica)
  • Con sospecha de miopía, astigmatismo o hipermetropía, tendrá acceso a confirmación diagnóstica.
  • Con confirmación diagnóstica, tendrá acceso a lentes.
  1. Garantía de oportunidad:
  • Diagnóstico: Confirmación diagnóstica: dentro de 180 días desde la sospecha.
  • Tratamiento: Entrega de lentes (Presbicia, dentro de 30 días desde la solicitud; Miopía, astigmatismo o hipermetropía, dentro de 30 días desde confirmación diagnóstica de 180 días desde la confirmación).

Objetivo guía

  • Recomendar prácticas clínicas basadas en la evidencia, con el fin de asegurar una adecuadaconfirmación diagnóstica y una oportuna mejora de la agudeza visual del paciente.
  • Mejorar la calidad de vida en el entorno bio-psico-social de las personas mayores de 65 añoscon Vicios de Refracción.

Recomendaciones

  • Sospecha diagnóstica: Los vicios de refraccción se sospechan en pacientes que refieren disminución de su agudeza visual y que mejora a través de un agujero estenopeico
  • Confirmación diagnóstica: Debe ser hecho por un oftalmólogo. Beneficios de la evaluación de vicios de refracción en el adulto mayor son:

ü  Detección precoz de patología prevalente en este rango de edad, permitiendo preservar la función visual.

ü  Preservar la agudeza visual, a través de recomendaciones efectivas para el paciente y tratamiento de la patología ocular, permitiendo mejorar la calidad de vida.

ü  Los adultos mayores diabéticos, tienen 25 veces más riesgo de desarrollar ceguera que la población general.

ü  Los pacientes adultos mayores, 10% de los pacientes de 66 a 74 años, tendrán riesgo de desarrollar una enfermedad degenerativa de la macula, aumentando a un 30% en los de 75 a85 años.

Tratamiento

Los principales objetivos, al tratar los vicios de refracción, son mejorar la agudeza visual del paciente, la función visual y la comodidad del paciente. Se realiza con la implementación de Lentes ópticos.

Retinopatia diabetica

Retinopatia diabetica

Garantías

Garantía de acceso: Todo beneficiario diabético:

  • Con sospecha, tendrá acceso a confirmación diagnóstica
  • Con confirmación diagnóstica, tendrá acceso a tratamiento.

Garantía de oportunidad: Diagnóstico

  • Confirmación diagnóstica: dentro de 90 días desde sospecha.

Tratamiento

  • Tratamiento fotocoagulación o vitrectomía según indicación médica, dentro de 60 días desde confirmación. 

Objetivo guía

Estandarizar las acciones a nivel nacional, para mejorar la efectividad, seguridad, oportunidad y calidad de la atención médica con el objeto de reducir la morbilidad asociada a la diabetes y la retinopatía diabética (RD), reduciendo con ello en forma importante el impacto económico, tanto para el sistema de salud como para el grupo familiar de cada paciente.

Introduccion:

La Retinopatía diabética (RD) es una microangiopatía a nivel retinal, asociada a hiperglicemia crónica, que aparece como una complicación de la diabetes. En etapas tempranas se caracteriza por alteración de la permeabilidad de la microcirculación, con aparición de microaneurismas, hemorragias superficiales, exudados duros (lipoproteínas) y edema tisular, principalmente sensible a nivel de la mácula (edema a macular), desarrollándose luego, en paralelo, isquemia por engrosamiento de la membrana basal del endotelio, con la aparición de exudados algodonosos, dilataciones en rosario de las venas retinales, anomalías microvasculares intraretinales (AMIR) y neovascularización extrarretinal.

Se clasifica por oftalmólogo, en:

  • Retinopatía diabética no proliferante (RDNP):
    • Corresponde a las etapas iniciales de la retinopatía, en la cual existe, principalmente, una alteración de la permeabilidad en la microcirculación.

  • Retinopatía diabética proliferante (RDP)
    • La isquemia progresiva estimula la liberación de factor de crecimiento del endotelio vascular (VEGF), lo que lleva a la formación de neovasos que filtran y sangran con facilidad. Estos se acompañan de la proliferación de tejido fibroso que sobrepasa la membrana limitante interna, yendo más allá de los límites de la retina. Estos factores asociados a la adherencia vitreoretinal alterada en diabéticos, facilitan hemorragias preretinales, vítreas y desprendimientos de retina traccionales. En etapas avanzadas puede aparecer rubeosis del iris, que al migrar al ángulo iridocorneal da origen al glaucoma neovascular, de mal pronóstico visual.

RECOMENDACIONES

Prevención primaria, tamizaje y sospecha diagnóstica, este punto está orientado principalmente a conocer los factores de riesgo (FR) de presentar una RD, a saber:

  • Tiempo transcurrido entre el diagnóstico de diabetes (1 o 2), hasta el momento actual. Es el principal predictor de la aparición, desarrollo y progresión de la RD.
  • Control glicémico. Un óptimo control glicémico (HbA1c <7%), es el factor que más afecta el desarrollo y progresión de la RD, disminuyendo la frecuencia, evolución y severidad de la microangiopatía a largo plazo.
  • Control de la presión arterial. La HTA y el control deficiente de ella favorece el desarrollo y progresión de la RD. Existe una estrecha relación entre la hipertensión sistólica y la progresión de RD (PS >140 tiene 3 veces más riesgo de desarrollar RD que PS <125). Se asocia una disminución de 50% de RD luego de 2 años de normotension arterial.
  • El control de lípidos en sangre. La hiperlipidemia favorece el desarrollo y progresión de la RD y de la aparición de depósitos de exudados duros para lo cual se utilizan fibratos (atorvastatina) que apoyan el manejo de la RD.
  • Embarazo. Acelera la progresión de la RD. Los principales FR de progresión de RD durante el embarazo son la presencia de diabetes de al menos 15 años de evolución, un deficiente control glicémico y la presencia de HTA.
  • Enfermedad renal. La presencia de RD se considera FR en la aparición de nefropatía diabética con un 50% de probabilidad de aparición antes de 5 años del diagnóstico de RD.
  • Anemia. Los pacientes con niveles bajos de hemoglobina y diabetes tienen 5 veces más riesgo de desarrollar RD.

Confirmación diagnóstica.

Tiempo entre el diagnóstico de diabetes y la evaluación oftalmológica: 

  • En los pacientes diabéticos tipo 1, efectuar la exploración de fondo de ojo con dilatación pupilar, a partir de los 12 años o a partir del 5to año del diagnóstico, el cual debe repetirse en forma anual. Si el diagnóstico de diabetes es posterior a la pubertad se adelantará el examen a los 3 años del diagnóstico. Todos los pacientes diabéticos tipo 2 deben efectuarse un examen de fondo de ojo con dilatación pupilar al momento del diagnóstico y este examen debe repetirse en forma anual. 

Estudios complementarios en la valoración diagnóstica de la RD

Los estudios complementarios quedan a cargo del especialista.

Tratamiento (por especialista)

En la actualidad no existen agentes farmacológicos recomendables por vía sistémica para el tratamiento de la RD. Opciones terapéuticas (por especialista):

  • Fármacos inyectados a través de la vía intravítrea (triamcinolona acetato o antiangiogénicos anti-VEGF).
  • Fotocoagulación láser en la RD, disminuye el riesgo de pérdida visual.
  • Tratamiento quirúrgico (vitrectomía).

Tratamiento Quirúrgico de Cataratas

Garantías

Garantía de acceso

Todo beneficiario

  • Con sospecha, tendrá acceso a confirmación diagnóstica.
  • Con confirmación diagnóstica, tendrá acceso a tratamiento, siempre que cumpla con el siguiente criterio de inclusión:
  • Agudeza visual igual o inferior a 0,3 con corrección óptica.

Garantía de oportunidad

  • Diagnóstico
    • Dentro de 180 días desde la sospecha. Incluye ambos ojos.
  • Tratamiento
    • Agudeza visual igual o inferior a 0,1 con corrección óptica en el mejor ojo, dentro de 90 días desde la confirmación.
    • Agudeza visual igual o inferior a 0,3 con corrección óptica dentro de 180 días desde la confirmación.

Objetivos

  • Recomendar prácticas clínicas basadas en la evidencia, con el fin de asegurar una adecuada confirmación diagnóstica, una oportuna cirugía para el tratamiento quirúrgico de catarata congénita y del adulto y el seguimiento respectivo.
  • Reducir los síntomas visuales, restablecer la funcionalidad y mejorar la calidad de vida en el entorno biopsicosocial de las personas con catarata congénita y del adulto.
  • Recomendar que todas las indicaciones y resultados que se realicen a los pacientes sean sometidos a auditorías aleatorias y periódicas para velar por la calidad técnica y ética con las que fueron realizadas, además cuidando el cumplimiento de las características de los medicamentos e insumos utilizados.

Introducción

Las cataratas (opacidad del cristalino que disminuye o perturba la visión) son la principal causa de ceguera a nivel mundial. Su intervención quirúrgica tiene un alto impacto en la calidad de vida de las personas y una buena relación costo-efectividad.

Existen varios tipos de cataratas: Nuclear, cortical, subcapsular posterior y mixta, con características específicas según su localización, patología y factores de riesgo. Según el tipo, pueden provocar disminución en la agudeza visual o trastornos en la calidad de la visión con distintos grados de indicación quirúrgica.

Las cataratas en los adultos suelen estar asociadas al envejecimiento y tienen un desarrollo lento y sin dolor con una gradual pérdida de visión. Los problemas visuales, antes de manifestarse totalmente, pueden ser precedidos por una dificultad para ver de noche, halos alrededor de las luces o encandilamiento al mirar las luces, disminución en tono y brillo de los colores y, finalmente, por una agudeza visual disminuida incluso durante el día.

Las causas de cataratas son multifactoriales. Además de la edad, los estudios epidemiológicos han identificado otros factores de riesgo: edad, diabetes mellitus, luz solar, uso de corticoides tópicos y sistémicos, factores nutricionales y socio-económicos, tabaquismo, deshidratación/ síndrome diarreico. En muchos casos, la causa de las cataratas es desconocida.

En el caso de la catarata congénita, principal causa de ceguera infantil, la etiología puede ser hereditaria, infecciosa-metabólica o desconocida.

RECOMENDACIONES

Sospecha diagnóstica

Pacientes menores de 15 años

La sospecha diagnóstica deberá realizarse ya sea en el control neonatal, control de niño sano o detección en el escolar a través de Programa Salud Visual de JUNAEB, debiendo derivarse al nivel secundario de atención para indicación quirúrgica según criterio del especialista. En casos de lactantes menores de dos años, la derivación debe ser inmediata.

  • Recién Nacido, se recomienda examen de rojo pupilar o detectar anomalías externas al examen físico, examen que debe ser realizado por pediatra.
  • Entre 3 a 6 meses: ver el reflejo de fijación.
  • Entre 6 a 12 meses: ver reflejo de fijación y seguimiento con oclusión alternante para evaluar cada ojo por separado.
  • Desde 3 años: evaluar la agudeza visual menor de 20/50 ó con diferencia de 2 líneas entre ambos ojos.
  • Desde 5 años: Después de los 5 años, visión igual o menor de 20/40.
  • En caso de dudar del rojo pupilar, se puede dilatar pupila en infantes con una combinación de clorhidrato de fenilefrina y tropicamida con bajos efectos colaterales

Casos de consideración especial

  • Niños prematuros (revisar Guía de Retinopatía Prematuro).
  • Complicaciones perinatales (reevaluar al 6° mes).
  • Diabetes Mellitus (examen después de 5 años del diagnóstico).
  • Artritis Reumatoide Juvenil.
  • Tratamiento crónico con corticoides orales.
  • Niños con antecedentes familiares de catarata congénita o hereditaria.

Pacientes mayores de 15 años

En las personas de 15 años y más, la sospecha se inicia por consulta espontánea, o detectada en los controles de salud en APS, donde se realizará un primer tamizaje, pudiendo ser realizado por enfermera capacitada, enfermera especialista en oftalmología, tecnólogo médico especialista en oftalmología, atención de médico general, o en centros privados. El centro debe contar con Cartilla de Snelen, agujero estenopéico y oftalmoscopio directo.

En el tamizaje se observa alteración de la agudeza visual indolora, no acompañada de ojo rojo, gradual, uni o bilateral que se manifiesta como:

  • Visión borrosa para lejos y/o cerca.
  • Percepción alterada de colores.
  • Diplopía monocular.
  • Miopía transitoria.
  • Cambios frecuentes en la fórmula de los lentes de corrección óptica.
  • Visión deficiente en la noche, sobre todo al manejar, causada por los efectos de las luces brillantes (encandilamiento).
  • Problemas con el brillo de las lámparas o del sol.
  • Halos alrededor de las luces.
  • Visión doble.
  • Manchas blancas o nubladas en el cristalino del ojo (las pupilas se ven blancas o lechosas en lugar de negras).

Examenes:

  • Agudeza visual igual o menor a 0.3 que no mejora al tomarla con agujero estenopéico (con corrección óptica).
  • Ambliopía y anisometropÍa >3.0 dioptrías El examen del rojo pupilar revelará leucocoria, atenuación o ausencia de rojo pupilar en el ojo afectado.
  • En el niño, se agrega estrabismo, atenuación o ausencia de rojo pupilar en el ojo afectado y/o leucocoria.

Los pacientes sospechosos de cataratas deben ser derivados a oftalmólogo.

Confirmación diagnóstica

La confirmación diagnóstica debe ser realizada por especialista oftalmólogo.

  • Confirmación diagnóstica de catarata congénita:
    • Recién Nacido: realizar examen de rojo pupilar y examen ocular externo.
    • 3 a 6 meses: confirmar reflejo de fijación.
    • 6 a 12 meses: reflejo de fijación y seguimiento con oclusión alternante para evaluar cada ojo por separado.
    • Desde 3 años: evaluar la agudeza visual menor de 20/50 o con diferencia de 2 líneas entre ambos ojos.
    • Desde 5 años: Después de los 5 años, visión igual o menor de 20/40.
  • Confirmación diagnóstica de catarata adquirida:
    • Debe descartarse que la mala visión se deba a otra causa, así como resolver defectos de refracción y detectar otras patologías asociadas.
    • El oftalmólogo realizará los siguientes procedimientos:
      • Historia clínica.
      • Examen clínico: Historia de la alteración visual.
      • Medición de la agudeza visual.
      • Refracción clínica.
      • Biomicroscopía.
      • Medición de la presión intraocular.
      • Fondo de ojo.
      • Descartar patología asociada que produzca disminución de la agudeza visual, mediante ecografía ocular si no se ve el fondo del ojo.
      • El paciente debe concurrir al oftalmólogo en caso de una modificación de la agudeza visual u otro síntoma ocular durante el intervalo entre la confirmación diagnóstica y la cirugía.

Criterios de inclusión/exclusión

Criterios de inclusión para el tratamiento quirúrgico

  • Paciente de toda edad con sospecha o diagnóstico de catarata.
  • En pacientes cuya agudeza visual sea igual o inferior a 0.3 con corrección óptica atribuible esta disminución a la catarata.
  • Si existe en el paciente otra patología que disminuye AV hay que especificar pronóstico reservado de la cirugía de catarata.
  • Salud compatible con procedimientos quirúrgicos y anestésicos.

Criterios de exclusión para el tratamiento quirúrgico

Relativos

  • Enfermedades sistémicas descompensadas que contraindiquen la cirugía.
  • Diabetes o trastornos metabólicos descompensados.

Absolutos:

  • Agudeza visual mayor de 0.3.
  • Ceguera total o absoluta.
  • Padres que rechacen la intervención de su hijo.
  • Paciente que rechaza intervención quirúrgica.

Tratamiento de Cataratas

Para la mayoría de las personas, la cirugía tiene bajo riesgo, especialmente si no se asocia a otras patologías oculares o sistémicas. Dado el implante de una lente artificial, algunas personas no necesitan seguir utilizando lentes correctivos para la visión de lejos, pero sí necesitan para leer o ver de cerca.

En casos de presentarse catarata simultáneamente con astigmatismo y/o presbicia, se dispone de alternativas mixtas que pueden corregir estas alteraciones.

En el niño, la cirugía es una urgencia relativa, por estar asociada al desarrollo de la visión, y tiene riesgo de ambliopía definitiva, por lo cual requiere de un manejo inmediato y especializado.

Exámenes preoperatorios

  • Ecografía con biómetro óptico. A y B Scan si la catarata es muy densa.
  • Exámenes de rutina en pacientes con enfermedades sistémicas o pacientes sanos sin evaluación médica en 6 últimos meses:
    • Glicemia o hemoglucotest
    • ECG
  • Evaluación médica preoperatoria en pacientes con enfermedades sistémicas.

Profilaxis antibiótica perioperatoria

Se recomienda el uso de povidona yodada al 5% en los fondos de sacos conjuntivales, a lo menos 15 minutos previos a la intervención

Tratamiento quirúrgico

El oftalmólogo formulará un plan de tratamiento que debe considerar:

  • Tipo de anestesia: local, sedación o general.
  • Tipo de LIO, poder del lente e insumos necesarios para realizar la cirugía.
  • Lugar de la incisión y reducción del astigmatismo si es necesario.
  • Complejidad de la cirugía y nivel de experiencia requerido.

Técnicas quirúrgicas recomendadas

  • Facoeresis o extracción del cristalino: El 95% de las cirugías se realizan con la técnica facoemulsificación y un 5% con la técnica extracapsular. Ocasionalmente puede ser intracapsular.
  • En el niño, se realiza una facoaspiración con el equipo de facoemulsificación, que puede incluir una vitrectomía anterior en los niños menores de 4 años, según criterio técnico.
  • Implante de LIO: se debe evaluar tipo de lente intraocular, de acuerdo al tipo de paciente, especialmente en niños

Control post operatorio

  • Prescripción de lentes ópticos (adultos), de contacto (niños) cuando se requieran.
  • Control dentro de las 24 horas siguientes de la intervención quirúrgica, a los 10 días siguientes y a la sexta semana.
  • El alta es a la sexta semana con lente óptico, en cirugía con facoemulsificación.
  • Control urgente en caso de dolor ocular, ojo rojo, disminución o pérdida de visión o traumatismo ocular.
  • El alta es a la décima semana con lente óptico, en cirugía tipo extracapsular.
  • En recién nacidos, lactantes y niños, se debe continuar con seguimiento de oftalmo-pediatra hasta completar su desarrollo visual.

Eventuales complicaciones

  • Complicaciones Intraoperatorias:
    • Rotura capsular con o sin perdida vítrea.
    • Luxación parcial o total de núcleo de la catarata cámara vítrea.
    • Hemorragia coroidea.
  • Complicaciones Postoperatorias:
    • Elevación de la presión intraocular.
    • Desplazamiento, subluxación o dislocación del lente intraocular.
    • Edema de la retina y/o cornea.
    • Desprendimiento de la retina con pérdida de la visión.
    • Endoftalmitis
    • Uveitis.
    • Alergia a medicamentos.

La complicación más común que se presenta aproximadamente a los 2 años, posterior a la cirugía es la opacificación de la cápsula posterior, lo cual puede ser tratado con yag – láser en forma ambulatoria.

Desprendimiento de retina regmatógeno no traumático

Garantías

Garantía de acceso: Todo beneficiario:

  • Con sospecha, tendrá acceso a confirmación diagnóstica.
  • Con confirmación diagnóstica, tendrá acceso a tratamiento.

Garantía de oportunidad: Diagnóstico

  • Confirmación diagnóstica: dentro de 5 días desde sospecha.

Tratamiento

  • Vitrectomía o cirugía convencional, según indicación médica: dentro de 7 días desde confirmación diagnóstica.

Objetivo guía

  • Orientar en la atención de pacientes con desprendimiento de retina regmatógeno no traumático bajo el Régimen de Garantías Explícitas. En este contexto, esta guía clínica tiene por objeto:
  • Orientar la toma de decisiones del equipo de salud para el manejo y tratamiento deI DRR, basándose en la mejor evidencia disponible.
  • Prevenir la pérdida visual o ceguera por causas prevenibles y el deterioro funcional relacionado con el desprendimiento de retina.
  • Mantener la calidad de vida mediante el tratamiento y seguimiento oportunos a través de técnicas quirúrgicas como cirugía convencional o vitrectomía, según indicación del caso.

RECOMENDACIONES

Factores de Riesgo:

  • Edad entre 40 a 70 años
  • Alta miopía (≥ -5 dioptrías)
  • Degeneraciones vítreo-retinales
  • Cirugía de cataratas previa (mayormente 1er año preoperatorio)
  • Ojos afáquicos (sin cristalino ni lente intraocular)
  • Trauma ocular severo
  • Antecedentes de DRR en ojo contralateral
  • Enfermedades oculares congénitas
  • Retinopatía diabética
  • Retinopatía del prematuro
  • Glaucoma congénito
  • Historia familiar de DRR

Clasificación:

  • Desprendimiento de retina no regmatógeno (DRNR): Resulta de la acumulación de exudado o trasudado en el espacio virtual subretinal, no existiendo rotura. Obedece a otros mecanismos y no será tratado en esta guía.
  • Desprendimiento de retina regmatógeno (DRR): Rotura y separación de retina neurosensorial con acumulación consecuente de fluido subretinal en el nuevo espacio creado. Puede ser clasificado en:
    • DR Regmatógeno: tipo más común, se le asocia con más frecuencia el desprendimiento vítreo posterior (10-15% de riesgo). Ocurre con mayor frecuencia luego de los 60 años.
    • DR Traccional: causado en mayor frecuencia por fibrosis del tejido retinal por trauma o inflamación crónica por isquemia retinal, como es en la retinopatía diabética.
    • Exudativo o seroso: cuyas causas obedece a una acumulación de líquido por casusas inflamatorias (no existe rotura retinal), como en el caso de uveítis, hipertensivas y crisis de eclampsia, tumorales, traumáticas y otras)

Motivos de consulta:

  • Fotopsias (visión de luces o flash)
  • Entopsias (visión de cuerpos flotantes)
  • Pérdida del campo visual periférico
  • Visión borrosa central

Distinción pronostica:

  • DRR con macula sin desprender: Macula ON (mejor pronóstico visual, requiere cirugía de emergencia)
  • DRR con macula desprendida: Macula OFF (peor pronóstico visual, requiere cirugía de urgencia)

Fisiopatología:

Factor responsable más frecuente de un DRR es la tracción del vítreo sobre la retina, cuando este se separa de la retina (desprendimiento del vítreo posterior –DVP-), bajo adherencias vítreo-retinales anormales; produciendo desgarros.

Historia natural:

  • DRR sub-clínico: Poco frecuente, sin afección de la agudeza visual (AV) ni del campo visual (CV). Estos pueden evolucionar a la remisión o a un estado clínico sintomático.
  • DRR clínico: Entopsias con fotopsias subsecuentes, alteraciones del CV no doloroso que se desarrolla de la periferia al centro (sensación de una cortina) y compromiso de la AV, pudiendo llevar a la ceguera. Signos clínicos: RFM alterado, Tyndall celular, uveítis leve, alteraciones al examen de F.O.

Complicaciones del DRR:

  • Proliferación vítreo-retinal (PVR)
  • Baja AV con ceguera parcial o total
  • Cataratas
  • Glaucoma secundario
  • Uveítis crónica
  • Hipotonía ocular
  • Phtisis bulbi

Frente a un paciente que sospechamos DRR, por historia clínica, factores de riesgo y examen físico; este debe ser derivado a la brevedad (24 a 72 horas) para evaluación por oftalmología y confirmación o descarte del diagnóstico.

Diagnósticos diferenciales:

  • Desprendimiento de retina exudativo, traccional, postoperatorio, proliferativo.
  • Necrosis retinal aguda
  • DVP
  • Coriorretinitis
  • Separación serosa retinal
  • Retinopatía proliferativa
  • Cefaleas vasculares
  • Enfermedad de Menier
  • Sinusitis
  • Neoplasias intraoculares, del quiasma óptico, lóbulo temporal o corteza visual
  • Lesiones vasculares de fisura calcarina
  • Oclusión de vena central de la retina o de rama

Tratamiento

El tratamiento es quirúrgico, persigue aliviar la tracción vítreo-retinal, cerrar los desgarros y agujeros retinales y reaplicar la neuroretina al epitelio pigmentario. 95% de los DRR son reparados exitosamente, esto relacionado con lo pronto que se realice ya que la tasa de éxito es mayor cuando el DRR no incluye la macula (macula ON); sin embargo, el 50% mejora su agudeza visual de 20/50 o más.

El DRR es una urgencia oftalmológica. Pacientes con sospecha de DR deben evitar el ejercicio físico, ya que esto podría aumentar el grado de desprendimiento.

Éxito quirúrgico:

  • Anatómico (selle de la rotura producida y retina se aplica): > 90%
  • Funcional: AV ≥ 20/50 en 50% de los casos

Técnicas quirúrgicas:

  • Abordaje extra ocular: Cirugía de explante escleral
  • Abordaje intraocular: Retinopexia neumática o vitrectomía

Predictores de éxito funcional de la cirugía de DR:

  • Ventana quirúrgica: Dentro de la 1ra semana de ocurrido el DR
  • AV preoperatoria buena
  • Tamaño del desgarro: Grandes tienen peor AV preoperatoria y peores resultados funcionales luego de la cirugía
  • Compromiso de la mácula: Cuando se compromete la mácula (Macula OFF) existe un pronóstico visual más ominoso
  • Edad: ≤60 años tienen resultados visuales mejores

Complicaciones post quirúrgicas:

  • Cirugía de explante escleral
    • Proliferación Vítreo Retinal (PVR), principal causa de falla definitiva de la cirugía.
    • Recidiva del DRR, encarcelación escleral y hemorragia vítrea
    • Aparición de nuevos desgarros retinales
    • Glaucoma postoperatorio
    • Isquemia del segmento anterior del ojo
    • Infección del explante
    • Extrusión del explante
    • Desprendimiento coroidal
    • Edema macular
    • Estrabismo secundario
    • Pucker macular
    • Membrana epiretinal
  • Vitrectomía:
    • Catarata (50% casos a 1 año), mayor riesgo en ojos fáquicos.
    • Glaucoma
    • Recurrencia del DRR
    • Nuevos desgarros
    • Inflamación
    • Edema corneal
    • Queratopatía en banda
    • Aumento de la presión intraocular
    • Hipotonía crónica y pthisis bulbi

Seguimiento (por especialista en nivel 2rio o 3rio)

Cercano durante los 2 primeros meses, ya que las complicaciones más importantes se producen aquí. Se recomienda que el oftalmólogo controle a las 24 horas, a la semana al mes y a los 2 meses preoperatorio; luego se podrá dar de alta con educación previa para que sepa cuando debe re consultar.

En caso que se haya manejado con vitrectomía más uso de silicona, esta debe ser retirada entre los 3 a 6 meses preoperatorio. El resultado visual se estabiliza a los 6 meses preoperatorio. Es raro que ocurran re desprendimientos post 1 año tras la cirugía.

Anexo n°1: Flujograma de DRR no traumático

Anexo n°2: Recomendaciones: Plazos de derivación